Llaberia Group participa en la instalación del nuevo emisario submarino de la ría gallega de Os Praceres

La compañía juega un papel clave en la segunda fase de la instalación del nuevo emisario submarino que conduce el agua de la planta de tratamiento de aguas residuales de Os Praceres
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15-03-2023
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Llaberia Group ha tenido un papel fundamental durante la segunda fase de la instalación del nuevo emisario submarino que conduce el agua de la planta de tratamiento de aguas residuales de Os Praceres. Una construcción que tenía por objetivo solucionar el problema que venía dado porque el emisario existente de la EDAR de Os Praceres no tenía la capacidad suficiente para transportar todo el caudal necesario y el punto de vertido del emisario existente estaba llegando a un polígono de bateas.

La empresa de Montbrió del Camp ha sido la encargada de soldar los más de tres kilómetros de canalización de polietileno que conectan directamente con la planta. Este nuevo encauzamiento servirá para conducir los vertidos urbanos, mientras que el emisario originario se destinará a aguas industriales.

Esta segunda fase se ha ejecutado en el Puerto de Combarro. Se inició a principios de septiembre y tuvo una duración de 9 semanas. La primera de ellas se destinó a preparar e instalar una carpa de 42m2 para que las incidencias meteorológicas características del clima de Galicia no influenciaran al ritmo de producción. Además de preparar el material y la maquinaria para empezar a trabajar en la obra.

Con la ayuda de grúas y maquinaria pesada se soldaron 9 tramos de tubería de 357m de largo cada uno de grandes diámetros hasta Ø1400. En cada uno de estos tramos el sistema de soldadura utilizado ha sido el de soldadura a tope con una máquina lineal de Ø1600 para tubería de Ø1400 con registro de soldadura LDU, que es un sistema que registra la soldadura y si ésta se ha hecho siguiendo los parámetros establecidos. Antes de sumergir la tubería, se realizó una prueba neumática para garantizar la estanqueidad de la conducción. Una vez hecha la soldadura, las tuberías se remolcaron en barca hacia el mar y con la ayuda de lastres se hundieron. Por último, los tramos quedaron unidos con las juntas mecánicas.

Ésta ha sido una obra peculiar, dada su complejidad técnica y el compromiso de realizar el trabajo sin interferir en los rendimientos de la industria marisquera propia de la zona.

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