MITECO licita 10 proyectos por 3,8 millones para reducir el riesgo de inundación en la Horta Sud
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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha sacado a licitación la redacción de diez proyectos destinados a reducir el riesgo de inundación en la horta sud y otras zonas afectadas, por un importe global de 3,8 millones de euros. Estas actuaciones están identificadas en el plan de mejora de la resiliencia y destacan, entre otras, las intervenciones previstas en las ramblas del Poyo y Pozalet-Saleta.
Según lo publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, el contrato licitado incluye la elaboración de diez proyectos orientados a disminuir el riesgo de inundación mediante estudios hidrológicos e hidráulicos, la realización de la tramitación ambiental completa, el diseño de un plan de comunicación y participación pública y la aplicación de metodología bim (building information modeling). El plazo previsto para completar los trabajos es de 36 meses, periodo que abarca tanto la redacción de los proyectos como los procesos de participación y consenso social, además de la tramitación ambiental asociada.
Para agilizar el desarrollo de los trabajos, el ministerio ha dividido el contrato en dos lotes, lo que permitirá la labor simultánea de dos equipos de consultoría especializados.
El primer lote se centra en la rambla del poyo y cuenta con un presupuesto de 2.137.607 euros.
Primer lote: rambla del Poyo y entorno
En el primer lote, los proyectos se organizarán en función de la viabilidad de diferentes actuaciones. Entre ellas se contemplan la creación de zonas de almacenamiento controlado en chiva, distintas adecuaciones de cauce y áreas de retención en el barranco del poyo, una zona de almacenamiento controlado aguas abajo de paiporta, el desarrollo de la vía verde del barranco del poyo y su desvío al nuevo cauce del turia.
Asimismo, se prevén actuaciones de protección en pedanías de valència, sedaví y alfafar, así como la mejora del encauzamiento del barranco del poyo entre picanya y la v-31, con el objetivo de disminuir la peligrosidad de las avenidas y mejorar la seguridad de las poblaciones afectadas.
Segundo lote: río Magro, Júcar, Turia y l’Albufera
El segundo lote abarca un ámbito territorial más amplio, que incluye el río magro, el tramo bajo júcar, los barrancos pozalet-saleta y picassent, el medio-bajo turia y el parque natural de l’albufera. El presupuesto asignado a este lote asciende a 1.701.577 euros.
Dentro de este lote se contemplan actuaciones en el río magro en utiel, l’alcúdia y guadassuar, así como en alginet y algemesí; se incluyen también mejoras en el río buñol. Además, se prevé la creación de zonas de almacenamiento controlado en la cuenca del pozalet-saleta, actuaciones en el barranco de picassent, intervenciones en el tramo medio-bajo del turia y en el parque natural de l’albufera, así como la restauración ambiental del barranco del poyo dentro del propio parque natural.
Complemento a las obras de emergencia
Estas actuaciones se conciben como complemento a las obras de emergencia ya en marcha y a otros proyectos actualmente en proceso de redacción, y permitirán definir las intervenciones prioritarias del plan de mejora de la resiliencia frente al riesgo de inundación en la cuenca.
Tipologías de intervención
En el diseño de los proyectos se combinarán tres tipos de intervención.
Por un lado, se incorporarán soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración hidrológico-forestal en dominio público hidráulico, la reforestación, la creación de áreas de retención y el desarrollo de parques inundables, orientados a laminar avenidas y favorecer la adaptación al cambio climático.
En segundo lugar, se contemplan medidas estructurales tales como encauzamientos, desvíos, motas y diques, destinadas a incrementar la capacidad hidráulica de los cauces y proteger las zonas urbanas y periurbanas más expuestas al riesgo de inundación.
Por último, se integrarán acciones de sensibilización dirigidas a mejorar la percepción del riesgo de inundación por parte de la población, fomentando una cultura de prevención y una mayor implicación ciudadana en la gestión del riesgo.

