Municipal Waste Europe presenta sus recomendaciones para la futura Ley de Economía Circular de la UE
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Municipal Waste Europe (MWE) ha presentado su respuesta a la consulta pública sobre la futura Ley de Economía Circular (Circular Economy Act, CEA). Su contribución se compone de dos documentos: unas recomendaciones horizontales para el conjunto de la norma y una batería de propuestas específicas para los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), un flujo de residuos cada vez más relevante por sus implicaciones geopolíticas y los retos que plantea en ecodiseño, recogida y tratamiento.
La entidad valora el compromiso de la Unión Europea con la transición desde un modelo lineal hacia una economía circular basada en la jerarquía de residuos, y considera que la Ley de Economía Circular representa una oportunidad única para impulsar la transformación económica europea, reducir dependencias, armonizar reglas y favorecer el desarrollo de negocios circulares responsables.
La entidad valora el compromiso de la Unión Europea con la transición desde un modelo lineal hacia una economía circular basada en la jerarquía de residuos.
Una Ley de Economía Circular sin lagunas de aplicación
MWE defiende una Ley de Economía Circular que no deje vacíos en su aplicación real. Sus recomendaciones no se limitan a eliminar barreras para que los municipios puedan cumplir sus funciones, sino que plantean un cambio de paradigma que incorpore las condiciones económicas, regulatorias y comerciales necesarias para prevenir la generación de residuos, estimular la demanda de materias primas secundarias producidas en la UE y favorecer el crecimiento de empresas circulares en todo el territorio europeo.
La organización recuerda que la transición a una economía circular es, en su opinión, la única vía para que Europa lidere en sostenibilidad, mejore su competitividad, impulse la innovación tecnológica y reduzca su dependencia de las importaciones.
En este contexto, subraya el papel clave de los municipios, que están en primera línea de atención a la ciudadanía y pueden proporcionar el marco de incentivos y previsibilidad necesario para que prosperen los modelos de negocio circulares.
La organización recuerda que la transición a una economía circular es, en su opinión, la única vía para que Europa lidere en sostenibilidad, mejore su competitividad, impulse la innovación tecnológica y reduzca su dependencia de las importaciones.
De los RAEE a la autosuficiencia europea
En su documento específico sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, MWE alerta de que el rápido aumento del uso de equipos eléctricos y electrónicos en la UE, junto con la importancia estratégica de las materias primas críticas que contienen, exige un cambio profundo en la relación con los productores de estos equipos y en la gestión de los RAEE.
A nivel local, los municipios y los operadores públicos de residuos son uno de los principales habilitadores de la recuperación de RAEE y de materias primas críticas: gestionan puntos de recogida, informan y sensibilizan a la ciudadanía y se encargan de la manipulación y el almacenamiento seguros de estos residuos. Sin embargo, se enfrentan a sistemas infradotados, robos, problemas de seguridad, riesgos de incendio y un volumen creciente de aparatos más pequeños y de corta vida útil.
MWE advierte de que, sin un marco jurídico europeo robusto y sencillo, un apoyo económico adecuado y el reconocimiento de las autoridades locales y sus operadores como socios centrales en la gestión de RAEE, el potencial de preparación para la reutilización y reciclaje de estos residuos seguirá infrautilizado.

