Pinto acogerá una de las instalaciones de tratamiento de residuos más avanzadas de España

La Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la construcción de CM1, una instalación que reemplazará a la actual planta de tratamiento. Situada en una parcela de 140.000 metros cuadrados, anexa a la ya existente cedida en 2013, esta infraestructura dará servicio a más de 2 millones de habitantes de 72 municipios, abarcando una superficie de 3.800 km².

La nueva planta se perfila como la más avanzada de España, posicionando a la región en la vanguardia europea de la gestión de residuos. Su objetivo es reducir drásticamente la cantidad de basura no tratada, garantizando una gestión más sostenible y eficiente.

Reducción drástica de residuos y emisiones

Con la puesta en marcha de CM1, las toneladas de desechos que terminan en el vertedero se reducirán a más de la mitad. Además, los residuos que lleguen serán previamente tratados, disminuyendo así olores, emisiones y molestias vecinales.

El complejo integra lo último en trazabilidad, digitalización y gestión de lixiviados, aunque su tecnología central será la TMB (tratamiento mecánico biológico), ya utilizada en más de 600 plantas de la Unión Europea. Este sistema garantiza una operación eficaz, segura y respetuosa con el entorno.

Infraestructuras clave y líneas de tratamiento

El proyecto, impulsado por la Mancomunidad del Sur, se considera esencial para cumplir con los objetivos medioambientales y mejorar el servicio a los municipios asociados.

CM1 contará con cuatro líneas principales de tratamiento, diseñadas para sustituir el actual modelo de depósito controlado por un sistema basado en la valorización y recuperación de recursos:

• Planta de fracción resto: con capacidad de 600.000 toneladas anuales.

• Tratamiento de voluminosos: hasta 75.000 toneladas por año.

• Tratamiento biológico de materia orgánica: hasta 180.000 toneladas al año, con áreas para bioestabilización y separación de vidrio.

• Producción de combustible sólido recuperado: hasta 125.000 toneladas anuales, destinado a residuos industriales no peligrosos.

El diseño incorpora sistemas de control avanzado y trazabilidad, incluyendo estaciones de transferencia, básculas, cámaras, tecnología RFID y una plataforma digital. También se han previsto infraestructuras robustas para la gestión de lixiviados y biogás.

Un procedimiento transparente y abierto a la ciudadanía

El marco legal seguido para aprobar la planta se ha tramitado a través del artículo 163 de la Ley del Suelo, garantizando un proceso transparente y participativo. La Autorización Ambiental Integrada se sometió a consulta pública, con documentación disponible en el Portal de Transparencia y posibilidad de alegaciones por parte de los ciudadanos.

Según la Mancomunidad del Sur, este mecanismo ha permitido agilizar el proyecto sin renunciar a las garantías jurídicas necesarias.