Tecnología para eliminar bisfenoles en productos de consumo y proteger la salud de los consumidores
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La creciente preocupación por la exposición cotidiana a sustancias químicas nocivas ha puesto a los bisfenoles en el punto de mira de autoridades, científicos e industria. Presentes en una gran variedad de productos de consumo –desde envases alimentarios, textiles, artículos infantiles y hasta el calzado–, estos compuestos plantean riesgos cada vez más conocidos para la salud humana y el medio ambiente.
El más conocido de ellos, el Bisfenol A, ha sido objeto de intensas regulaciones europeas por su capacidad para alterar el sistema endocrino y provocar trastornos hormonales. Pero su sustitución por análogos como el Bisfenol S o el Bisfenol F no ha resuelto el problema, ya que estos compuestos destacan como sustancias de alta preocupación, por lo que están sometidas a vigilancia y posibles restricciones futuras.
El proyecto BISFREE_25 desarrolla tecnologías para eliminar bisfenoles de productos y residuos, facilitando un reciclaje seguro y sostenible
Alternativas seguras a los bisfenoles
Ante este panorama, Inescop lidera BISFREE_25, un proyecto desarrollado junto a AIJU, que está financiado por Ivace+i, con un objetivo claro: buscar alternativas más seguras al uso de bisfenoles. Una investigación que pretende, además, desarrollar tecnologías que permitan eliminar los bisfenoles de productos y residuos, contribuyendo así a un ciclo de vida más seguro y sostenible.
El proyecto adopta un enfoque integral que abarca desde la identificación de alternativas viables y su evaluación ecotoxicológica, hasta el diseño de metodologías de descontaminación, capaces de eliminar bisfenoles en productos al final de su vida útil para facilitar su reciclaje sin riesgos para la salud o el medio ambiente.
Calzado y cuero más sostenibles
En el caso del cuero y el calzado, el bisfenol S, muy empleado en polímeros sulfonados, ya está clasificado por la UE como sustancia de alta preocupación. Y el bisfenol F, un subproducto presente en recurtientes, está siendo restringido de forma voluntaria por muchas marcas debido a su presencia en determinados artículos acabados. En este sentido, la Comisión Europea plantea establecer límites muy estrictos para estos compuestos en productos de cuero: hasta 500 mg/kg o incluso 10 mg/kg, condicionados eso sí, al desarrollo de soluciones tecnológicas que lo hagan viable.
En este contexto, BISFREE_25 representa una apuesta decidida para dotar a la industria del calzado y del producto infantil de herramientas reales que les permitan cumplir con la legislación europea emergente, sobre sustancias químicas en productos de consumo y la responsabilidad ampliada del productor. Normativas que impulsan una economía circular libre de sustancias peligrosas donde el reciclaje no suponga un riesgo para la salud pública ni para el entorno.
Gracias a la colaboración con empresas de la Comunidad Valenciana, este proyecto se sitúa en la vanguardia de la innovación ambiental, ayudando a construir una industria más limpia, más segura y preparada para los desafíos regulatorios del presente… y del futuro.

