Un nuevo estudio plantea la necesidad de establecer nuevas estrategias para monitorizar la basura marina
Un estudio de la Universidad de Málaga y el COB-IEO/CSIC demuestra que mejorar las estrategias de muestreo es clave para reducir la incertidumbre en la medición de la contaminación por plásticos en el Mediterráneo
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La contaminación por basura marina de origen antropogénico, especialmente por plásticos, es uno de los problemas medioambientales más preocupantes debido a su impacto creciente en los ecosistemas marinos. Un estudio de la Universidad de Málaga y el Centro Oceanográfico de Baleares (COB-IEO/CSIC) ha resaltado la importancia de contar con estimaciones precisas de estos contaminantes para abordar este desafío de manera efectiva.
“El Mar Mediterráneo, caracterizado por ser una cuenca semicerrada con una intensa presión demográfica, es una de las regiones del mundo más vulnerables a este tipo de contaminación, con efectos directos sobre su altísima biodiversidad”, explica Javier Soto Navarro, investigador de la Universidad de Málaga y coautor del estudio.
Estrategias de monitoreo ineficaces
Junto a Gabriel Jordá, científico del COB-IEO/CSIC, Soto Navarro ha analizado las metodologías actuales y ha constatado que las estrategias de monitoreo empleadas hasta ahora no permiten obtener valores promedio de concentración de basura marina dentro de un rango de incertidumbre aceptable (20-30%). Los resultados han sido publicados en la revista Marine Pollution Bulletin.
“Es una tarea muy compleja, ya que requiere medios escasos y costosos, además de depender de factores meteorológicos que están fuera del control de los investigadores”, señala Soto Navarro.
Simulaciones para mejorar la precisión
El estudio ha empleado un sistema de observación simulado (OSSE) para evaluar los requisitos espacio-temporales del muestreo de basura marina en el Mediterráneo. Gracias a un modelo numérico de alta resolución, los investigadores han logrado recrear la circulación de la cuenca y la dispersión de desechos, obteniendo una representación detallada de su distribución.
“Con esta realidad simulada, hemos evaluado distintas estrategias de muestreo mediante experimentos virtuales. Por ejemplo, analizamos qué valores de concentración se obtendrían si las mediciones se realizaran durante un mes con una frecuencia diaria. Al variar estos parámetros, podemos estimar los errores en los promedios temporales y espaciales”, detalla Soto Navarro.
Hacia una mejor planificación del muestreo
Los resultados han permitido determinar las estrategias más eficientes para la monitorización de basura marina. En términos de promedios temporales, el estudio concluye que extender las campañas en el tiempo es más eficaz que aumentar la cantidad de observaciones en períodos cortos. En cuanto a los promedios espaciales, caracterizar la cuenca completa requeriría un número significativamente mayor de mediciones.
“Es necesario replantear las estrategias de monitoreo. Con la misma cantidad de esfuerzo, se pueden obtener resultados más precisos si se planifican mejor las campañas, se coordinan distintos grupos y se establecen protocolos estandarizados para integrar todas las mediciones en una base de datos unificada”, concluye Soto Navarro.
El estudio forma parte del Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía ‘OBASMARAN’, que investiga el origen y evolución de la basura marina en la costa andaluza. Este proyecto, en el que colaboran la UMA, el COB-IEO/CSIC y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), finalizará en diciembre de 2025.
