Valladolid inaugura la ampliación de su CTR: una planta pionera en economía circular y control ambiental
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El Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Valladolid ha culminado una profunda reforma integral que lo sitúa entre las instalaciones más avanzadas del país en gestión y valorización de residuos. La actuación, inaugurada por el alcalde Jesús Julio Carnero, responde a un modelo de economía circular, eficiencia energética y sostenibilidad, y aborda de forma definitiva los problemas de olores que durante años afectaron a la ciudad y al municipio de Zaratán.
Con una inversión total de 43 millones de euros, el proyecto ha sido ejecutado bajo la concesión municipal de la UTE CTR Valladolid, integrada por FCC Medio Ambiente y Zarzuela S.A. Empresa Constructora, responsable también de su explotación durante nueve años. Además, se ha sumado una inversión complementaria de 4,65 millones de euros para la planta de biorresiduos, cofinanciada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y el Ayuntamiento de Valladolid con fondos europeos PRTR.
Con una inversión total de 43 millones de euros, el proyecto ha sido ejecutado bajo la concesión municipal de la UTE CTR Valladolid.
Una planta moderna, segura y eficiente
La ampliación dota al CTR de tecnología de vanguardia para aumentar la recuperación de materiales, reducir los rechazos y garantizar el autoconsumo eléctrico mediante el aprovechamiento del biogás. El complejo combina criterios de eficiencia energética, automatización y control ambiental, transformando los residuos en nuevos recursos.
La planta está organizada en un flujo continuo que comienza en la nave de recepción, donde los residuos se descargan en fosos cerrados con atmósfera controlada y sistemas de captación de aire. A partir de ahí, las líneas de pretratamiento incorporan separadores ópticos, sistemas de triaje automatizado y separadores magnéticos y de Foucault, distribuidos en tres líneas específicas: residuos mezclados (RSU), envases ligeros (EELL) y fracción orgánica (FORS).
La fracción orgánica se trata mediante biometanización en vía seca, para el aprovechamiento energético del biogás, y compostaje en túneles cerrados con control de temperatura, humedad y oxígeno, garantizando la estabilidad y reduciendo las emisiones. El material final pasa por líneas de afino y cribado dinámico que mejoran la calidad del compost y recuperan fracciones valorizables como vidrio o metales.
La planta cuenta además con una instalación de tratamiento de lixiviados completamente renovada, equipada con procesos físico-químicos, biológicos, ultrafiltración y ósmosis inversa, cumpliendo los estándares ambientales más exigentes.
Innovación, investigación y educación ambiental
Uno de los aspectos más destacados de la reforma es la creación de un Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en residuos, que servirá como plataforma para ensayar tecnologías innovadoras en colaboración con universidades, centros tecnológicos y empresas. Desde este espacio se impulsarán proyectos como VALOMASK, ECLOSION, Zero Landfilling y CircBio 07, centrados en valorización, biotecnología y eficiencia energética, con inversiones que ya superan los 6 millones de euros.
Uno de los aspectos más destacados de la reforma es la creación de un Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en residuos, que servirá como plataforma para ensayar tecnologías innovadoras.
El CTR incorpora también el proyecto educativo “La Fábrica Inversa”, una iniciativa destinada a sensibilizar a escolares y ciudadanía sobre el valor de los residuos como recursos. A través de visitas, talleres y materiales didácticos, se fomenta la separación en origen y se muestra cómo los residuos se transforman en materias primas o energía.
Bienestar laboral y sostenibilidad energética
La reforma incluye un nuevo edificio para el personal, con espacios amplios y confortables, vestuarios independientes, comedor y sala de descanso alrededor de un patio interior luminoso que mejora la ventilación y el bienestar de los trabajadores.
En el plano energético, el aprovechamiento integral del biogás permite cubrir el 100% del consumo eléctrico del centro, evitando emisiones y reduciendo costes. La planta producirá más de 9 millones de Nm³ anuales, consolidando un modelo de autosuficiencia energética alineado con los objetivos europeos de reciclaje y reducción de vertido.
En este sentido, el alcalde Carnero subrayó que “el nuevo CTR no solo aumenta su capacidad de tratamiento, sino que redefine el modelo operativo hacia una instalación de referencia europea en automatización y sostenibilidad”.
Asimismo, hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana en la separación correcta de residuos domésticos, recordando que el éxito del sistema depende también del compromiso individual.

