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03-09-2014
La Hoja de ruta “Hacia una Europa Eficiente en el uso de los recursos” establece los objetivos y los medios para trasformar la economía actual, basada en el uso intensivo de los recursos en un nuevo modelo de crecimiento basado en el uso eficiente de los recursos e indica que dicha transformación debe ir acompañada de cambios radicales en los ámbitos de la energía, la industria, la agricultura, la pesca, el transporte y en el comportamiento de los productores y los consumidores, de manera que Europa reduzca su dependencia de materias primas.
La eficiencia en el uso de los recursos, en el ámbito de los residuos, se concreta en la aplicación del principio de jerarquía en la gestión de residuos que se recoge en la Directiva Marco de Residuos, y en nuestra Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados. Dicho principio prioriza unas opciones de gestión frente a otras en función de sus beneficios ambientales, económicos y sociales, y ha de servir de orden de prioridades en la política de residuos y en política sobre la prevención en la generación de residuos. Así, el principio de jerarquía establece el siguiente orden:
a) Prevención;
b) Preparación para la reutilización;
c) Reciclado;
d) Otro tipo de valorización, por ejemplo, la valorización energética; y
e) En último lugar, la eliminación (por ejemplo, mediante depósito en vertedero).
Es decir, se trata de avanzar, por un lado, en la prevención en la generación de residuos, mediante la disminución de la cantidad de residuos generados y de su peligrosidad, y, por otro lado, para aquellos residuos cuya generación no puede evitarse, el objetivo es avanzar en la reincorporación de los materiales que contienen los residuos de nuevo al proceso productivo para elaborar nuevos productos. De esta manera se avanza hacia la “Sociedad del Reciclado” a la que apunta la Directiva Marco de Residuos, en la que se consigan niveles de reciclado mucho más altos minimizando la extracción de recursos naturales adicionales.
Con estas orientaciones, el objetivo final es pasar de una economía lineal, basada en producir-consumir-tirar, a una economía circular en la que se reincorporen al proceso productivo los materiales que contienen los residuos para la producción de nuevos productos o materias primas: producir-consumir-tirar-aprovechar residuos para fabricar nuevos productos.
Prevención en la generación de residuos
La prevención, es la primera opción de las previstas en el principio de jerarquía de gestión de residuos, tiene ventajas ambientales asociadas al ahorro de recursos, y es una gran aliada para fomentar una economía baja en carbono puesto que supone una reducción significativa de las emisiones de CO2 asociadas tanto a la extracción de materias primas, como a la gestión de residuos. Adicionalmente, la prevención tiene importantes ventajas económicas, tanto para las empresas como para los consumidores y, por agregación, para la sociedad en su conjunto. Permite el ahorro en el consumo de materias primas, la reducción en los costes de gestión de los residuos y la generación de nuevas oportunidades de negocio en el ecodiseño o la reutilización, que constituyen, en sí mismas, actividades con gran potencial para la creación de empleo.
Para impulsar todas las ventajas de la prevención y dar cumplimiento a las obligaciones comunitarias, a finales del año pasado, el Gobierno aprobó el Programa Estatal de Prevención de Residuos 2014-2020. Este Programa se completará con las medidas de prevención que establezcan las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales en sus respectivos planes o programas.
El programa estatal de prevención junto con los autonómicos y locales, nos han de conducir a lograr en el año 2020, el objetivo de reducción del 10% del total de los residuos generados, de conformidad con lo previsto en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
Reciclado
Los residuos han de jugar un papel de una importancia creciente para hacer realidad la economía circular a la que apunta Europa, antes mencionada. En este planteamiento, el reciclaje o la valorización material de los residuos, juegan un papel primordial.
A los beneficios ambientales y de ahorro económico que ofrece la economía circular, hay que añadir un alto potencial de creación de empleo. Según el Informe Empleo Verde en una Economía Sostenible, la actividad de mayor peso en el empleo verde tradicional en España es la gestión de residuos, que concentra más de una cuarta parte del empleo verde total, 140.343 puestos de trabajo, lo que representa un 26.4% del total.
La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha estimado que el reciclaje de residuos crea más empleos y que los ingresos económicos asociados son más elevados, que la incineración y el vertido de los residuos. Entre los años 2000 a 2007 el empleo relacionado con el reciclaje en países europeos aumentó un 45% y los ingresos económicos por reciclaje han experimentado un aumento en la última década, a pesar del descenso general de ingresos en otros sectores económicos.
En este sentido el Comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea, ha subrayado subrayado que la implementación completa de la legislación europea de residuos podría crear 400.000 empleos en Europa, de los cuales casi 55.000 se situarían en España, la sustitución de los vertederos para residuos sólidos urbanos y en su lugar la construcción de plantas de reciclaje, podría generar 130.00 empleos adicionales, de los cuales 20.000 se situarían en España. Sin mencionar las nuevas oportunidades de negocio, la facturación del sector de los residuos podría incrementarse en más de 40.000 millones de euros, tan solo implementando la legislación actual. Y en más de 55.000 millones de euros si se eliminasen los vertederos.
En este contexto, y teniendo en cuenta los aspectos ambientales, económicos y sociales del reciclado, la Directiva Marco de Residuos de 2008 ha incluido unos ambiciosos objetivos para el año 2020: el reciclado del 50% de los residuos domésticos y similares y la valorización del 70% de residuos de construcción y demolición. De igual manera, se incluyen objetivos de reciclado específicos en otras directivas comunitarias.
Situación de la gestión de residuos municipales en España
En los últimos años España ha mejorado de manera muy importante la gestión de sus residuos, como consecuencia de varios factores. Entre ellos, cabe destacar la aprobación y aplicación de la normativa en materia de residuos o la puesta en marcha de las medidas incluidas en los diferentes planes de gestión que se han elaborado desde la aprobación de la Ley 10/1998 de residuos. Durante todos estos años se ha conseguido una mayor sensibilización e implicación de las administraciones, de los sectores económicos así como de la sociedad en su conjunto, y se ha consolidado un sector empresarial especializado en esta gestión.
Entre las medidas que se han aplicado y que mayor incidencia han tenido en la mejora de la gestión, tenemos que destacar la recogida separada de residuos. En el año 2011 se había duplicado la cantidad de residuos recogidos separadamente respecto al año 2004. Otro de los factores que ha influido en la mejora de la gestión de residuos, es el incremento y la diversificación de infraestructuras de tratamiento. Así como la adaptación de estas instalaciones, como es el caso de vertederos e incineradoras, a las nuevas exigencias derivadas de la normativa comunitaria.
Con todos estos avances, la situación de la gestión de los residuos municipales con la última información disponible del año 2011, es la siguiente: del total de 22,7 millones de toneladas de residuos generados, se recogieron de forma separada 3.9 millones de toneladas de residuos, es decir, el 17,2 % del total. En cuanto a la gestión de estos residuos, el 17 % de lo recogido se destinó a reciclado, el 10 % se sometió a tratamiento biológico tras su separación mecánica. Se considera, por tanto, que aproximadamente el 30% del total, ha sido reciclado. El resto de residuos se destinó a vertedero e incineración, siendo todavía mayoritario en nuestro país, el destino a vertedero. Una cantidad significativa de los residuos destinados a incineración y a depósito en vertedero, más del 50% en el caso de los vertederos, procede de los rechazos de otras plantas de tratamiento.
De manera que, en relación con el cumplimiento del objetivo de reciclado de residuos municipales recogido en la Directiva Marco de Residuos, España se situó en 2011 en torno al 30% de reciclado de estos residuos, por lo que tenemos que adoptar medidas para lograr aumentar 20 puntos porcentuales el reciclado de residuos domésticos y similares, o lo que es lo mismo, reciclar casi cinco millones de toneladas adicionales de estos residuos.
Nuevos retos para España
A la vista de lo anterior, se puede concluir que el reto más importante al que se enfrenta España en política de residuos es cumplir con los objetivos aplicables a los residuos domésticos y similares, aplicando el principio de jerarquía en la gestión de residuos, de forma que el vertido disminuya progresivamente y pase a ser la opción minoritaria. Para ello, hay que poner en marcha una serie de medidas destinadas a que uno de los ejes fundamentales de la política de residuos sea el incremento del reciclado, en cantidad y calidad, de los distintos materiales que componen los residuos municipales.
Teniendo en cuenta que el componente mayoritario de los residuos domésticos es la fracción orgánica, en torno al 42%, de la que en la actualidad sólo se recoge separadamente en torno al 8%, parece razonable que para conseguir incrementos sustanciales en las tasas de reciclado, los esfuerzos tengan que incidir en incrementar la recogida separada de la materia orgánica. Este avance habrá de ser progresivo y gradual. Puede concretarse en actuaciones múltiples: la implantación de esta recogida separada en entornos rurales, la recogida de residuos vegetales de parques y jardines, o de los grandes productores de este tipo de residuos, como los mercados o el sector de la restauración. Igualmente se puede avanzar mediante el compostaje doméstico y comunitario en entornos urbanos, hasta, por último, el escalón que más dificultades puede tener, la implantación de la recogida separada de biorresiduos de hogares en el ámbito urbano.
Algunas de estas actuaciones, en mayor o menor grado, se han implantado en varias comunidades autónomas, y el objetivo sería que todas las comunidades avancen en esta línea adaptándola a las circunstancias y especificidades territoriales.
En relación con el papel y el cartón, que representan prácticamente el 15% de los residuos domésticos, en la actualidad se recoge de forma separada el 42%. Para incrementar este porcentaje, podrían desarrollarse acciones específicas en diversos ámbitos, entre los que cabe destacar el sector público: oficinas de las administraciones públicas, universidades o colegios, así como el sector servicios y los hogares.
Otro ámbito de actuación para incrementar la calidad y cantidad de materiales destinados a reciclado, debe ser la optimización de los sistemas actuales de recogida de materiales reciclables (plástico, metal o vidrio).
Habría que reforzar, igualmente, el papel de los puntos limpios y de otros lugares de recogida autorizados, como elementos clave para asegurar que pueda desarrollarse la preparación para la reutilización, y para que se facilite la entrega y correcta gestión de otros residuos que no se recogen habitualmente en los domicilios.
Por otra parte, se debería asegurar que los ciudadanos depositan los residuos en los contenedores adecuados, lo que incrementaría la cantidad de los residuos que se recogen separadamente en calidad y cantidad, lo que en definitiva, reducirá su depósito en vertedero o su incineración.
Para finalizar, y aunque no es estrictamente una medida de gestión, consideramos que es esencial seguir mejorando la información en materia de residuos. Disponer de buena información permite realizar una adecuada planificación de la gestión. Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se está trabajando, en colaboración con las CCAA en la implementación del Registro de Producción y Gestión de Residuos compartido, único y en soporte electrónico para todo el Estado. Progresivamente habrá que completarlo con bases de datos adicionales como pueden ser las relativas al control de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos o a la de traslados de residuos.
Como Ministerio responsable de la política de residuos, hemos comenzado la revisión del Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015. El nuevo Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos que se apruebe, deberá establecer las líneas generales de la gestión de residuos en España que permitan cumplir con los objetivos comunitarios en los plazos fijados, y poner a España en una buena posición para cumplir con los nuevos objetivos que puedan establecerse a nivel comunitario. La Comisión Europea ha anunciado que en el mes de julio, presentará los nuevos objetivos comunitarios de gestión de residuos asociados a la Directiva Marco de Residuos, a la Directiva de Envases y a la Directiva de vertederos.
Para el cumplimiento de los objetivos vigentes, y de los nuevos que pueda establecer la Unión Europea, hemos de contar con la colaboración y el esfuerzo de los todos los afectados: administraciones, sector empresarial, agentes sociales y ciudadanos. Agradezco la oportunidad que me brinda la revista RETEMA de poder solicitarles a todos ellos este esfuerzo y colaboración.
Guillermina Yanguas - Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, MAGRAMA
Artículo publicado en el Nº174 Especial Reciclaje 2014
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