Transformación empresarial hacia la economía circular

Las grandes marcas de diferentes sectores se embarcan en la misión de transformar sus procesos y operativas para integrar principios de economía circular, con el objetivo de reducir su impacto ambiental, optimizar el uso de los recursos en toda la cadena
Autor/es
Griselda Romero
Publicado en
13-03-2025

Las compañías están asumiendo la responsabilidad de reimaginar sus modelos de negocio, no solo con el objetivo de reducir su huella ecológica, sino también de crear un futuro más sostenible para las generaciones venideras. La transición hacia un modelo circular implica repensar los procesos de producción, distribución y consumo, fomentando la reducción de residuos, la reutilización de recursos, y la creación de un ciclo de vida más eficiente para los productos. La sostenibilidad, por tanto, ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad estratégica para las grandes empresas, que se enfrentan al reto de integrar prácticas responsables en todos los aspectos de su operativa.

Adoptar la economía circular no solo responde a una imperiosa demanda social, ambiental, económica y regulatoria, sino que también ofrece oportunidades para innovar, optimizar recursos y mejorar la competitividad. Algunas compañías, como Unilever, Mahou San Miguel y Holcim, están implementando soluciones disruptivas, tanto en sus procesos productivos como en el diseño de nuevos productos, para minimizar su impacto ambiental y contribuir al bienestar de las comunidades. 

Este reportaje explora cómo estas tres grandes empresas, pertenecientes a diversos sectores, están liderando el camino hacia la sostenibilidad a través de la adopción de estrategias de economía circular. A través de las aportaciones de Ana Palencia, Directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever; Beatriz Herrera, directora de Planificación Estratégica, Reputación y Sostenibilidad de Mahou San Miguel y Mariano García Hoyos, Director de Sostenibilidad de Holcim España, conoceremos las iniciativas pioneras que están implementando, así como los retos y oportunidades que presenta la transformación circular en las industrias de bienes de consumo, cervezas y construcción.

 

Las compañías están asumiendo la responsabilidad de reimaginar sus modelos de negocio, no solo con el objetivo de reducir su huella ecológica, sino también de crear un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

 

 

Estrategias empresariales para la economía circular

Unilever, según Ana Palencia, sitúa la economía circular como un pilar estratégico de su modelo de negocio, integrado en todas las etapas del ciclo de vida de sus productos. Su enfoque busca maximizar el uso de materiales reciclados y minimizar residuos, con el propósito de “ser parte de la solución” y generar nuevos modelos de producción y consumo. Asimismo, en su afán por reducir el impacto de su actividad, la compañía cuenta con un Plan de Acción para la Transición Climática, para minimizar las emisiones a corto plazo, sentando las bases para lograr resultados más ambiciosos en el largo. Además de la reducción de la huella de carbono, la estrategia de Unilever pretende promover un cambio positivo en las comunidades, mejorar la salud ambiental y liderar un estándar común de sostenibilidad en la industria de bienes de consumo. 

Por su parte, la empresa cervecera Mahou San Miguel, con más de 130 años de trayectoria, ha consolidado su compromiso con la sostenibilidad a través de su plan estratégico “Vamos 2030”. Beatriz Herrera destaca que esta hoja de ruta permite a la compañía reinventarse y evolucionar de manera continua, impulsando soluciones medibles que minimizan su impacto ambiental a lo largo de toda la cadena de valor. Asimismo, la estrategia de la compañía está orientada a contribuir social y económicamente a los entornos en los que opera, avanzando hacia una transformación del sistema económico y productivo, que refuerza su liderazgo en sostenibilidad.

 

La sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad estratégica para las grandes empresas, que se enfrentan al reto de integrar prácticas responsables en todos los aspectos de su operativa.

 

En el sector de los materiales de construcción, Holcim se posiciona como un referente en la integración de los principios de economía circular en todos los escalones de su negocio. Según Mariano García Hoyos, la compañía adopta un modelo basado en la utilización eficiente y sostenible de los recursos naturales, rompiendo con el modelo lineal tradicional de “extraer, producir, consumir y desechar”. La construcción circular es una prioridad estratégica para Holcim, que se traduce en el desarrollo de soluciones innovadoras a largo plazo, que sean circulares y ayuden a la descarbonización del sector de la construcción. Esta visión se traduce en emplear materiales reciclados procedentes de la demolición para la regeneración de espacios urbanos. Además, la empresa implementa prácticas avanzadas en la gestión del agua y la energía, optimizando sus procesos productivos mediante el uso de recursos como aguas residuales tratadas y agua de lluvia, con el fin de reducir el impacto en los ecosistemas naturales.

 

¿Cómo integran la economía circular en sus operaciones?

Unilever integra la economía circular en todas sus operaciones diarias, abarcando desde el diseño de productos hasta su disposición final, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad en cada etapa del ciclo de vida.

En el diseño de productos, Unilever apuesta por soluciones innovadoras que reduzcan el impacto ambiental de sus envases y materiales. Actualmente, el 72% de sus envases son reciclables y se ha logrado incrementar el uso de plástico reciclado post-consumo, pasando del 18% en 2021 al 22% en 2023. La compañía trabaja asimismo para reducir a la mitad el uso de plástico virgen, impulsando envases más ligeros, reciclables, reutilizables y compostables. El fin último es desarrollar alternativas con “menos plásticos, mejores plásticos y cero plásticos”, explica Palencia. 

En cuanto a la producción y fabricación, Unilever promueve prácticas alineadas con los principios de economía circular a través de su cadena de suministro. La empresa colabora estrechamente con sus proveedores y fabricantes para garantizar el uso eficiente de los recursos, fomentando el uso de materiales reciclados, apoyándose en tecnologías innovadoras y prácticas agrícolas regenerativas. Ejemplo de ello es la colaboración con el Grupo Conesa, grupo agricultor de tomates en Extremadura, donde se ha implementado el sistema de riego por goteo, logrando reducir significativamente el consumo de agua y mejorar la productividad de los cultivos. Además, Unilever participa en alianzas globales y proyectos piloto orientados a mejorar la reciclabilidad de materiales, promover el uso de plástico reciclados y desarrollar soluciones como el reciclaje químico, iniciativas refuerzan la innovación en la cadena de suministro.

Respecto a su relación con los consumidores, la responsable de Unilever reconoce el papel clave que los usuarios finales desempeñan en la transición hacia modelos circulares. La compañía promueve campañas educativas que fomentan el reciclaje y el consumo responsable, además de ofrecer un etiquetado claro en sus productos para facilitar su correcta disposición y reciclabilidad. Este enfoque colaborativo y centrado en el consumidor busca involucrar a millones de personas, impulsando cambios de comportamiento y fortaleciendo la economía circular en la vida cotidiana, concluye la responsable de Unilever. 

 

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Igualmente, Mahou San Miguel integra la circularidad como eje central de su estrategia, aplicando los principios de reducción, reutilización y reciclaje en sus productos y procesos, a lo largo de toda su cadena de valor. Según expone Herrera, la compañía cervecera líder en el sector trabaja con el objetivo de optimizar sus recursos, ser más sostenible en sus procesos y minimizar el impacto ambiental de todas sus operaciones, de principio a fin.

En lo relativo al diseño de productos, Mahou San Miguel cuenta con una estrategia de circularidad de envases, “una gran fortaleza del sector cervecero en la que en Mahou San Miguel estamos apostando de manera decidida”, asevera. La compañía avanza hacia la eliminación del plástico virgen en sus productos, garantizando que sean 100% reciclables y reutilizables. Ejemplo de este compromiso es la sustitución, para finales de 2024, del plástico de todas las agrupaciones de latas por cartón reciclado y procedente de bosques gestionados de manera sostenible.

 

"Valorizamos el mayor porcentaje posible de nuestros residuos a través de proyectos de recuperación para poder ser reutilizados y, con ello, alargar su vida útil", destaca Beatriz Herrera, directora de Planificación Estratégica, Reputación y Sostenibilidad de Mahou San Miguel.

 

En la producción y suministro, apuestan por la sostenibilidad desde el origen, promoviendo la compra local y sostenible de sus materias primas. Actualmente, el 99% de la malta utilizada en la elaboración de sus cervezas proviene de España, así como el 56% del lúpulo, principalmente de la zona de León, afirma Herrera. Asimismo, todas sus cervezas se producen con energía eléctrica 100% renovable y sus centros de producción son catalogados como “residuo cero”, gracias a la valorización y reutilización de los desechos en otros procesos industriales. Asimismo, la compañía acompaña a sus proveedores y fabricantes con formación y pautas específicas para que puedan integrar la sostenibilidad en sus negocios, asegurando una cadena de suministro comprometida con los principios de economía circular.

En el ámbito de la logística y la distribución, Mahou San Miguel implementa una estrategia integral de movilidad sostenible, optimizando rutas y cargas, renovando y electrificando su flota y apostando por el transporte colaborativo para evitar kilómetros “en vacío”. Además, impulsa soluciones “cero emisiones” para la denominada “última milla”, a través de su unidad de negocio de distribución propia, lo que contribuye a reducir significativamente la huella de carbono asociada al transporte de sus productos.

Una vez en el bar, promueven la utilización de formatos sostenibles, comercializando alrededor del 80% de los envases en hostelería en formatos reutilizables. “Y por supuesto, está la caña, una forma emblemática de consumir la cerveza en nuestros bares, y un gran ejemplo de economía circular, ya que viaja en barriles reutilizables cuya vida media es de 20 años”, agrega la experta.

De esta forma, la compañía desempeña un papel activo en la transformación del sector hostelero, colaborando con bares, restaurantes, hoteles y otros actores clave, para promover un un modelo capaz de dar respuesta a los retos sociales, ambientales y económicos existentes. A través de su Plan global para la Transformación de la Hostelería, la compañía promueve la adopción de prácticas sostenibles en más de 20.000 puntos de venta. Esto incluye la implementación de una amplia batería de medidas para integrar la sosteniblidad en el negocio y en el día a día de sus clientes, proporcionándoles activos 100% sostenibles, como terrazas y parasoles, así como acciones de formación o acuerdos con partners estratégicos para abordar retos como el desperdicio alimentario. 

 

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Holcim sitúa la economía circular como un pilar clave de su estrategia, aplicando principios de reducir, reciclar y regenerar en todo su modelo de negocio. La compañía busca, en primer lugar, evitar la generación de residuos, mediante su conversión en combustibles y materias primas minerales para el proceso de producción del cemento, cerrando así el ciclo de los materiales y promoviendo una construcción más sostenible, explica García Hoyos.

Una de las principales iniciativas de Holcim en materia de circularidad es el concepto de “minería urbana”, que consiste en aprovechar los recursos que hoy se encuentran en desuso dentro de las ciudades, como materiales procedentes de la construcción y demolición, para el desarrollo de nuevos productos, soluciones constructivas y edificaciones.

En este sentido, Holcim España trabaja para ampliar su capacidad de reciclaje de materiales, asegurando que, con una adecuada recogida y gestión, estos recursos sean 100% reutilizables, sostenibles y reciclables, incorporándolos a sus procesos en sustitución de materias primas naturales. Un ejemplo clave de este enfoque es el hormigón, un material infinitamente reciclable, apunta García.

En este ámbito, destaca la plataforma tecnológica circular ECOCycle®, que garantiza el reciclado de hasta el 100% de los materiales provenientes de la construcción y demolición, transformándolos en nuevas soluciones constructivas de alto valor. De esta manera, Holcim facilita la creación de infraestructuras más eficientes, sostenibles y con menor impacto ambiental.

 

"Durante el proceso de fabricación de cemento, reemplazamos materiales tradicionales intensivos en carbono y combustibles fósiles por equivalentes de bajas emisiones de carbono, como biomasa", destaca Mariano García Hoyos, director de Sostenibilidad de Holcim España.

 

Asimismo, la compañía implementa soluciones innovadoras para reducir la huella de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida: desde soluciones constructivas de bajas emisiones de carbono hasta la rehabilitación sostenible. Más allá de promover la circularidad de residuos, Holcim también trabaja para regenerar ecosistemas naturales para preservar nuestro planeta: desde incorporar más naturaleza en las ciudades con cubiertas verdes y bosques urbanos gracias al hormigón permeable, hasta fomentar la biodiversidad en las canteras.

Igualmente, la compañía fomenta el uso responsable de las materias primas por sus proveedores, al incorporar criterios de sostenibilidad y, concretamente de circularidad, en los procesos de compra y contratación de colaboradores.

Finalmente, Holcim refuerza su compromiso con la economía circular a través de su participación activa en iniciativas y asociaciones como el Grupo Español de Crecimiento Verde, Forética y el o el Clúster de la Edificación, entre otras. Estas colaboraciones permiten avanzar conjuntamente con otros actores clave hacia un modelo económico más circular, innovador y respetuoso con el planeta. 

 

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Unilever considera la gestión de residuos una prioridad esencial en su estrategia medioambiental, declara Ana Palencia. Su enfoque integral busca reducir la huella ambiental y promover un sistema colaborativo y sostenible para la gestión de residuos a lo largo de toda su cadena de valor. En el ámbito productivo, Unilever trabaja en la minimización de los residuos, la maximización de la eficiencia energética y la reutilización de materiales secundarios, asegurando un uso más eficiente de los recursos. Además, la compañía impulsa la recuperación de envases a través de iniciativas como la logística inversa, que facilita la recogida de envases usados para ser reciclados y reincorporados en los procesos de fabricación.

Asimismo, Unilever desarrolla programas de reciclaje que involucran directamente a los consumidores, fortaleciendo las infraestructuras locales y fomentando la responsabilidad compartida en la gestión de residuos. La compañía también apuesta por proyectos innovadores, como la exploración de tecnologías avanzadas como el reciclaje enzimático, que permite tratar plásticos de difícil procesamiento. Por último, gracias a sus alianzas globales, como su colaboración con la Fundación Ellen MacArthur, Unilever impulsa soluciones de reutilización prácticas y accesibles para los consumidores, consolidando así un modelo eficiente y circular.

 

"El principal desafío que Unilever ha enfrentado en la implementación de prácticas de economía circular es equilibrar la sostenibilidad con la viabilidad económica, especialmente en mercados con infraestructuras limitadas para el reciclaje", afirma Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever.

 

En Mahou San Miguel, la gestión de residuos forma parte de un compromiso integral con la valorización y reutilización de materiales. Tal y como señala Beatriz Herrera, la compañía prioriza proyectos innovadores que permiten alargar la vida útil de los residuos, asegurando que aquellos que no pueden ser valorizados sean gestionados conforme a la normativa vigente por gestores autorizados. 

Asimismo, cabe mencionar que los centros de producción de Mahou San Miguel operan bajo un modelo “residuo cero”, y son un referente en eficiencia de procesos y consumo responsable de recursos. En línea con esta estrategia, la compañía impulsa proyectos de innovación abierta para explorar nuevas oportunidades y modelos de negocio en la revalorización de subproductos de la industria cervecera. Uno de los desarrollos más destacados en este ámbito es la transformación del bagazo, un residuo orgánico obtenido durante el proceso de elaboración de la cerveza. A través de los proyectos de I+D+i, Mahou San Miguel ha logrado extraer una harina de bagazo, rica en proteínas y fibra, aplicable en la matriz alimentaria de muchos productos.

Por último, la gestión de residuos en Holcim, constituye uno de los pilares fundamentales en su estrategia de sostenibilidad, destacando su compromiso con la circularidad y la reducción de la huella de carbono en la construcción, declara Mariano García Hoyos. Para ello, la compañía cuenta con una filial de gestión de residuos, Geocycle, diseñada para el procesamiento y pretratamiento de una amplia variedad de residuos líquidos y sólidos de otras industrias. Estos residuos son posteriormente co-procesados en los complejos industriales de Holcim, sustituyendo materiales tradicionales intensivos en carbono y combustibles fósiles, por equivalentes de bajas emisiones de carbono, como biomasa. Este proceso, no solo contribuye a reducir las emisiones de carbono, sino que también proporciona una solución eficiente y probada para la gestión de residuos, al incorporarlos como materia prima la producción de cemento, haciendo posible una construcción más sostenible. 

Asimismo, las acciones relativas a la gestión de residuos de Holcim, están completamente alineadas con la Estrategia Española de Economía Circular (España Circular 2030), cuyo objetivo es promover un modelo de producción y consumo donde el valor de los materiales y recursos se mantenga en la economía el mayor tiempo posible. Este enfoque incluye minimizar la generación de residuos y aprovechar al máximo aquellos cuya creación no se haya podido evitar, maximizando su reutilización. La inversión en sostenibilidad y circularidad refuerza este compromiso. De los 3,58 millones de euros destinados a activos con componente sostenible en los últimos años, 2,14 millones han sido invertidos en iniciativas de economía circular, lo que representa cerca del 60% del total del CAPEX de la compañía.

 

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Desafíos y oportunidades

Las empresas de gran consumo, como Unilever, enfrentan retos significativos al integrar la economía circular en sus modelos de negocio, en un contexto marcado por la urgencia de abordar las problemáticas ambientales y la necesidad de garantizar la viabilidad económica. En sectores como el de bienes de consumo, la infraestructura limitada para el reciclaje y la falta de acceso a sistemas eficientes de recogida de residuos representan un desafío importante, particularmente en ciertos mercados. Así lo defiende Ana Palencia, quien apunta además que es fundamental educar tanto a los consumidores como a los actores de la cadena de valor sobre la relevancia y los beneficios de adoptar prácticas circulares. 

En esta misma línea, la velocidad a la que se producen los cambios normativos, tecnológicos y sociales añade presión a las organizaciones. Beatriz Herrera señala que este ritmo constante de adaptación está llevando a Mahou San Miguel a revisitar continuamente las hojas de ruta de sostenibilidad para identificar qué objetivos deben acelerarse y qué transformaciones pueden impulsarse desde el propio negocio para tener un impacto social y ambiental más amplio.

Por otro lado, industrias como la construcción enfrentan el reto estructural de minimizar el uso de los recursos naturales y transformar los residuos industriales en recursos útiles. Desde Holcim, Mariano García Hoyos señala que dar salida a los residuos generados por las diferentes industrias, para darles una segunda vida a los residuos, incorporándolos en procesos productivos como combustibles alternativos o materias primas, es un reto fundamental para reducir las emisiones de CO2 y el uso de combustibles fósiles. 

Sin embargo, la economía circular, también abre un amplio abanico de oportunidades transformadoras que impulsan a las empresas a liderar el cambio hacia modelos más responsables y sostenibles.

En el caso de Unilever, se abren oportunidades en la adopción de tecnologías innovadoras, como el reciclaje químico, permite convertir plásticos difíciles de procesar en materiales de alta calidad; o en el desarrollo de nuevos materiales sostenibles. Asimismo, se abre camino para los proyectos de agricultura regenerativa, que fortalecen la resiliencia climática y el uso eficiente de los recursos. Estas acciones, explica Palencia, no solo ayudan a superar barreras, sino que también posicionan a la economía circular como una herramienta clave para transformar el sector de bienes de consumo y garantizar un impacto positivo duradero en el medio ambiente y las comunidades.

Por su parte, Mahou San Miguel, resalta el papel fundamental de la innovación y la aplicación de nuevas tecnologías, acompañada la colaboración entre los distintos actores de la cadena de valor. Según Herrera, estas son las claves que constituyen el reto y “la gran oportunidad de futuro” para impulsar modelos más circulares y sostenibles, capaces de transformar el sector cervecero y generar un impacto positivo a gran escala.

En el ámbito de la construcción, Holcim identifica en la recuperación de residuos de construcción y demolición, una oportunidad clave para sustituir recursos naturales por materias primas secundarias, contribuyendo así a minimizar los residuos, reducir la huella de carbono y crear entornos y productos más sostenibles. García Hoyos destaca que innovar cada día para permanecer a la vanguardia, desarrollando soluciones de construcción circular y sostenible brinda la oportunidad de “construir lo nuevo a partir de lo viejo” y “construir mejor con menos”, alineándose con el propósito de la compañía de impulsar un modelo eficiente y descarbonizado.

En definitiva, los retos que plantea la implementación de soluciones de economía circular están intrínsecamente ligados a las oportunidades que surgen de ellos: la posibilidad de transformar los procesos industriales, liderar con innovación tecnológica y construir modelos de negocio colaborativos y sostenibles. La circularidad no solo constituye un desafío, sino también una palanca estratégica que permitirá a las empresas de gran consumo ser protagonistas en la transición hacia un futuro más sostenible.

 

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Visión de futuro: hacia un modelo circular

El futuro de las empresas de gran consumo está indiscutiblemente ligado a la transición hacia la economía circular, un modelo que cada vez cobra más fuerza como motor clave para la
sostenibilidad global. Empresas como Unilever, Holcim y Mahou San Miguel están marcando el camino con compromisos claros y ambiciosos para transformar sus operaciones y reducir su impacto ambiental, demostrando que la economía circular no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente para un futuro más sostenible.

Con vistas a un futuro próximo, Unilever tiene como objetivo alcanzar el 100% de la reciclabilidad de sus envases para 2030 en el caso de los rígidos y para 2035 en los flexibles, junto con un incremento significativo en el uso de materiales reciclados en sus productos. La compañía continuará apostando por la innovación y el ecodiseño en envases sostenibles, así como el desarrollo de materiales alternativos, mientras fortalece sus alianzas globales y locales para mejorar las infraestructuras de reciclaje y fomentar prácticas responsables en toda la cadena de valor. Según declara Ana Palencia, en los próximos años, preven que la economía circular será un pilar clave para transformar el sector de bienes de consumo, impulsando tanto el crecimiento sostenible como la creación de un impacto positivo en el medio ambiente y las comunidades. Esta visión de convertir la economía circular en una práctica común no solo busca reducir el impacto ambiental, sino también generar un cambio sistémico que impulse la sostenibilidad como estándar en la industria de bienes de consumo.

Por su parte, Holcim se ha propuesto ser la empresa más ambiciosa de su sector en cuanto a la reducción de la huella de carbono, con metas claras para reciclar 100 millones de toneladas de residuos y subproductos, y alcanzar los 475 kg de CO2 neto por tonelada de cemento. El compromiso de la compañía con la economía circular y la descarbonización es firme, buscando desvincular el crecimiento de su negocio del consumo de recursos naturales. Con un enfoque hacia la construcción sostenible, Holcim aspira a convertirse en una empresa de cero emisiones netas para 2050, liderando con innovadoras soluciones bajas en carbono.

Por último, la visión de futuro de Mahou San Miguel, está profundamente alineada con los principios de la economía circular, integrándolos como un pilar estratégico dentro de su modelo de negocio, a través de su plan “Vamos 2030”. Este enfoque se traduce en objetivos ambiciosos como la eliminación del plástico virgen en sus envases para 2024, la producción con energía 100% renovable y la valorización de residuos en sus centros de producción. A corto plazo, Mahou San Miguel busca optimizar procesos y materiales para alcanzar la sostenibilidad total de sus productos; mientras que, a largo plazo, la compañía apuesta por la innovación, la colaboración con actores clave del sector y la exploración de nuevos modelos de negocio, como la revalorización de subproductos como el bagazo. Estas acciones reflejan su compromiso por impulsar un modelo industrial cervecero que sea referente en eficiencia, sostenibilidad y responsabilidad compartida con sus consumidores y aliados estratégicos.

En definitiva, el compromiso de Unilever, Holcim y Mahou San Miguel con la economía circular refleja un cambio profundo y necesario en la forma en que las empresas de gran consumo y producción abordan la sostenibilidad. A través de sus estrategias innovadoras y metas ambiciosas, estas compañías están no solo transformando sus operaciones internas, sino también liderando la creación de un futuro más sostenible para sus industrias y la sociedad en su conjunto. Al integrar los principios de la economía circular, están demostrando que la sostenibilidad no es solo una responsabilidad empresarial, sino una oportunidad para innovar, generar valor a largo plazo y contribuir de manera significativa al bienestar del planeta. 


 

Casos de éxito y buenas prácticas

 

Unilever ha logrado avances significativos en su compromiso por reducir el impacto ambiental de sus operaciones a través de diversos proyectos clave. Uno de los ejemplos de éxito más destacados es el Future Foods, una iniciativa global lanzada en 2020, que busca impulsar categorías de productos como carnes vegetales y alternativas lácteas, alineándose con la creciente demanda de opciones más sostenibles y nutritivas. A través de esta estrategia, Unilever no solo ha respondido a las tendencias del mercado, sino que también ha dado un paso importante hacia la reducción del desperdicio alimentario y la mejora de los estándares nutricionales en sus marcas.

Además, la estrategia Clean Future de Unilever ha marcado un cambio transformador en la industria de los productos de limpieza. A través de nuevas formulaciones y packagings más sostenibles, junto con un sistema de producción más eficiente que utiliza fuentes de energía renovables, la compañía está eliminando progresivamente los plásticos de un solo uso y promoviendo la economía circular.

 Mahou San Miguel ha implementado varias prácticas innovadoras en sus fábricas para integrar la sostenibilidad en su modelo de negocio. Como ejemplo de buenas prácticas destaca su fábrica de Alovera, la mayor de España y una de las más grandes de Europa, en la que la empresa ha logrado que casi dos de cada diez cervezas se elaboren con energía eléctrica autogenerada, mientras que el 15% de la energía térmica utilizada también proviene de fuentes autogeneradas. La compañía ha dado un paso más con la construcción de una planta de biomasa en este centro, que permitirá reducir en un 95% las emisiones directas de CO2.

Otro caso de éxito relevante es la colaboración entre Mahou San Miguel y Verallia, su proveedor de vidrio, en la fábrica de Burgos. Juntos han aprovechado la energía residual generada en la fundición del vidrio para la elaboración de cerveza, lo que ha resultado en un ahorro del 61% de emisiones de CO2 y en una reducción significativa del consumo de gas.

Estas iniciativas, junto con otros proyectos de economía circular en los que colaboran con partners de primer nivel para identificar e impulsar soluciones innovadoras y propuestas de valor en este ámbito, demuestran el compromiso de la cervecera con la innovación sostenible y la economía circular. Algunos ejemplos son el proyecto CHEERS, un consorcio europeo de biorrefinería zero waste, que pretende revalorizar subproductos de la industria cervecera para su conversión en bioproductos, reduciendo el uso de recursos de otras cadenas de valor; o la colaboración con GLOOP, una start-up española que ha desarrollado un proyecto de cubiertos comestibles para hostelería. Actualmente, desde Mahou San Miguel están colaborando en el desarrollo de removedores de café comestibles elaborados a partir de bagazo y continúan explorando las posibles aplicaciones del bagazo a su producto y a través de un acompañamiento de mentoring.

Por último, Holcim ha sido pionero en la implementación de soluciones circulares en la industria de la construcción, destacándose por su compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Un claro ejemplo de este exitoso enfoque es la fábrica de cemento de Montcada i Reixac en Barcelona, que se convirtió en la primera planta del mundo en obtener una certificación externa bajo la norma internacional ISO 14021:2017. Esta certificación avala el uso de la tecnología ECOCycle®, que permite a la planta procesar y reutilizar materiales reciclados, obteniendo un portfolio de productos basados en cemento que incluye al menos un 10% de materiales reciclados procedentes de la construcción y demolición.

Además de su enfoque en la producción de cemento, Holcim también ha innovado en la fabricación de hormigón circular, utilizando la misma tecnología ECOCycle®. La planta de El Papiol fue la primera en fabricar hormigón que contiene un 10% de material reciclado.

Asimismo, Holcim ha desarrollado una importante cartera de soluciones sostenibles bajas en carbono, como ECOPlanet® y ECOPact®, una gama de cementos y hormigones de vanguardia con una reducción de la huella de carbono de entre un 30% y un 70%, con respecto a sus versiones tradicionales. Estos productos no solo ayudan a reducir el impacto ambiental de la construcción, sino que también facilitan la obtención de certificaciones de sostenibilidad avanzadas como LEED®, BREEAM® o VERDE®, posicionando a Holcim como líder en la fabricación de materiales de construcción más sostenibles.

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