Felipe Macías: \"El ciclo de la naturaleza constituye el mejor ejemplo de economía circular\"

En el marco del curso de verano que, bajo la denominación “El medio ambiente en Galicia: nuevos retos de futuro”, llevó a cabo la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en la localidad coruñesa de As Pontes de García Rodríguez, el prestigioso Catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Santiago de Compostela, Felipe Macías, desgranó con todo lujo de detalle el concepto de economía circular,  al que se refirió como estrategia cuyo objeto es reducir el uso de materias primas y residuos, de tal forma que se tienda al residuo cero y, por ende, a la preservación de los ecosistemas. La pretensión, tal y como señaló, es eliminar la palabra “residuo” y sustituirla por “producto”.

En este escenario, el obsoleto modelo de economía lineal, caracterizado por las malas prácticas de usar y tirar, debe dar paso al de economía circular, en el que el máximo aprovechamiento de los productos cobra especial protagonismo, cerrando el círculo de recuperación de los materiales a través de su reutilización y reciclado.

En todo caso, Macías sostiene que el futuro del medio ambiente pasa por que las sociedades humanas nos convenzamos, de una vez por todas, de que somos parte de la biosfera y de que no estamos aquí para dominar a la naturaleza, sino para integrarnos en ella. “El residuo tiene valor y se convierte en un recurso de importancia significativa”, abundó.

A pesar de que el concepto de economía circular ha adquirido gran fuerza y proyección en los últimos tiempos, lo cierto es que, en el año 2005, tal y como explicó Felipe Macías, China fue el primer país en introducirlo, si bien desde el punto de vista científico la fundaron los europeos y rusos. No obstante, tal y como señaló, es la propia naturaleza quien inventó la economía circular y quien la aplica en todos los sentidos. Ejemplo de ello son los ciclos biogeoquímicos. Gracias a que el suelo es poroso, éste hace posible que todo interactúe dentro de él, lo orgánico y lo no orgánico.

En ese sentido, llamó la atención sobre el hecho de que lo que la sociedad actual está haciendo con los residuos es lo más antinatural, toda vez que, en un gran porcentaje, acaba en vertedero, la peor de las opciones. “La naturaleza, por su parte, ni vierte, ni valoriza ni composta, sino que hace humus y suelo, verdadero sostén de la biosfera”, a lo que añadió que “mientras un compost dura menos de 10 años, algunos humus superan los 20.000 ó 30.000 años, y los humus de los suelos de Galicia tienen tiempos medios de residencia del orden de varios milenios”.

Suelos a la carta

Hoy, gracias al trabajo de científicos como Macías, se pueden hacer suelos a la carta para producir biomasa. De hecho, los famosos tecnosoles nacieron en la escombrera de la mina de As Pontes de García Rodríguez. Recién llegado de Canadá, tuvo la oportunidad de participar activamente en las labores de asesoramiento para la restauración de la escombrera (años 80 y 90) y hacer frente a serios problemas como los derivados de la escasez de tierra vegetal y su pobre calidad (sin nitrógeno). Ahí fue donde emergió el concepto de “suelo artificial” y desde ahí se extendió a otros proyectos de gran envergadura en distintos puntos del mundo. “De lugares estériles se pasó a lugares con vegetación, reconstruyéndose la cadena trófica”. Un proceso que constituye el paradigma de un ciclo biogeoquímico: de residuos a vida, de vida a muerte para convertirse de nuevo en un ciclo natural. “La clave de los ciclos biogeoquímicos es el suelo y esto es lo que nos enseña la naturaleza”, sentenció.

La dilatada trayectoria académica y profesional de Felipe Macías, aderezada con diversos premios, lo avala de forma indiscutible como autoridad nacional e internacional en su ámbito de actuación, siendo todo un referente mundial en el estudio de los suelos.