Basuraleza, una palabra necesaria en el diccionario para poner nombre a un grave problema ambiental
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Si una realidad no tiene nombre, es como si no existiera y, por tanto, no se puede conocer. Con esta premisa, y, coincidiendo con el Día Internacional de la Palabra, que se celebra el 23 de noviembre, el Proyecto LIBERA, creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, quiere poner en valor la palabra ‘basuraleza’ y la necesidad de que se reconozca por la Real Academia Española.
Tras consultar con expertos e investigadores especializados en biodiversidad, LIBERA creó en marzo de 2018 la palabra “basuraleza” como una alternativa al término littering, con el objetivo de que el problema del abandono de residuos en espacios naturales fuera entendible por parte de toda la ciudadanía y se generara conciencia. Un nombre que surgió de la unión de basura y naturaleza y que define muy bien el problema ambiental al que se refiere.
Una palabra con un extenso recorrido
Desde entonces, el término ha tenido más de 1.300 menciones espontáneas en medios de comunicación, tanto audiovisuales y escritos como en El País, El Mundo, El Confidencial, TVE, Antena 3 o Telecinco y ha viajado hasta todos los países hispanohablantes, apareciendo en medios relevantes como Clarín (Argentina) o El Sol de Irapuato (México).
Además, grandes nombres del mundo de las letras han reconocido su necesidad. Académicos de la RAE como Antonio Muñoz Molina o el reciente ganador del Premio Nacional de las Letras, José María Merino y otros articulistas o políticos, que han incluido el término en sus columnas de opinión, como es el caso de Irene Villa, el divulgador ambiental José Luis Gallego o Esteban González Pons. Asimismo, editoriales como Santillana o Hachette han incluido en sus libros de textos la palabra ‘basuraleza’ a través de actividades y ejercicios asociados.
También, agentes sociales como Cruz Roja, Fundación Reina Sofía (FRS), la Dirección General de Tráfico (DGT), y multitud de administraciones públicas autonómicas, locales y regionales han llevado su uso a sus propias comunicaciones o redes sociales. De hecho, Joaquín de los Nietos, alcalde de El Boalo, pidió la inclusión de la palabra en la futura ley de residuos durante una comparecencia pública en el Congreso.
Por otro lado, la palabra ha tenido su recorrido en las redes sociales. En concreto, el año 2020, el término tuvo 134.850.530 impresiones potenciales. Además, en total, ‘basuraleza’ ha sido mencionada en Twitter en más de 71.000 ocasiones o más de 20.000 en el caso de Instagram.
#RecojamosBasuraleza, una campaña para agitar conciencias
Con motivo de este día internacional, bajo el lema “Recojamos Basuraleza en el diccionario para sacarla de la naturaleza”, LIBERA ha creado una campaña para concienciar a todos los actores sociales y conseguir, entre todos, que la palabra ‘basuraleza’ sea incluida en el diccionario.
En este sentido, para que la sociedad sienta que tiene el poder de cambiar las cosas, LIBERA invita a los ciudadanos a estar en “contacto directo” con la RAE como unos académicos más. Así, a través de una web LIBERA ha creado un sillón virtual de la RAE para que, sin moverse de casa, los usuarios participen en la petición de incluir la palabra en el diccionario a través de Twitter.
El impacto de la basuraleza en el medio natural
El impacto de la basuraleza sobre la vida silvestre es uno de los campos mejor analizados hasta la fecha. En 1997, una exhaustiva revisión contabilizaba 247 especies afectadas. Nueve años después, en 2016, un nuevo informe triplicaba el dato hasta las 800 especies, aunque para entonces ya se empezaban a conocer estimas por encima de las 1.400 especies marinas y acuáticas asociadas con la basuraleza.
La incidencia es especialmente grave en el caso de fauna y flora amenazada. Por el momento, se estima que un 17% de las especies afectadas por la basuraleza forma parte de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por ello, el Proyecto LIBERA trabaja para concienciar y poner solución a este grave problema a través del conocimiento, la prevención y la participación.
“La mejor manera de trasladar un problema del campo a la sociedad es crear la herramienta con la que los seres humanos nos comunicamos; la palabra. Internacionalmente el término littering está totalmente reconocido. Tres años después de que lanzáramos el término basuraleza vemos que socialmente está reconocido, pero su inclusión en la RAE significaría el paso final para que este grave problema ambiental tenga nombre en la lengua española”, asegura Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto LIBERA de SEO/BirdLife.
Por su parte, Sara Güemes, coordinadora del proyecto LIBERA de Ecoembes, afirma que “no podemos ser capaces de dimensionar un problema si no tenemos una palabra que lo defina. Queremos conseguir que se reconozca la palabra ‘basuraleza’, para que los ciudadanos sean conscientes de su gravedad y se sientan parte de la solución. Cuanto antes entre en nuestro vocabulario, antes saldrá de la naturaleza”.