Cataluña acelera reformas hídricas para garantizar su seguridad frente a futuras sequías

Cataluña quiere desvincular su gestión del agua del régimen de lluvias y blindarse frente al impacto del cambio climático. Así lo ha expresado la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, durante la clausura del consejo empresarial y social del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) celebrado en Girona, donde ha desgranado las reformas que está impulsando el Govern en materia hídrica.

Según Paneque, el objetivo es lograr la soberanía tecnológica hídrica y responder al 70 % de la demanda mediante desalinización, regeneración, reutilización y eficiencia de red, dado que el Mediterráneo es una de las regiones más vulnerables al cambio climático.

“En Cataluña llueve menos ahora que antes”, ha señalado, defendiendo que el nuevo plan permitirá a la comunidad anticiparse a futuras sequías sin recurrir a restricciones.

31 hm³ de nuevos recursos hídricos antes de 2025

Entre las actuaciones inmediatas coordinadas por la Agencia Catalana del Agua (ACA), la consellera ha anunciado que antes de finalizar el año se incorporarán 31 hectómetros cúbicos de nuevos recursos hídricos propios. Esta cifra se logrará mediante la ampliación del volumen de agua regenerada, la recuperación de captaciones existentes y el aumento de la capacidad de potabilización.

Como ejemplo, ha destacado el proyecto que se está ejecutando en Figueres, que permitirá aportar agua regenerada para reforzar el caudal del río Muga, una actuación que combina sostenibilidad ambiental y seguridad de abastecimiento.

Reforma estructural para una nueva gestión del agua

La estrategia estructural del Govern pasa por un incremento sustancial de las plantas de desalinización, una mayor eficiencia en las redes y una reutilización intensiva del agua, con el objetivo de dejar atrás la dependencia del régimen pluviométrico.

Paneque ha remarcado que las recientes lluvias, aunque bienvenidas, no deben retrasar la planificación: “Vendrán nuevas sequías, y debemos estar preparados para que no impliquen restricciones”. Estas medidas, ha añadido, son clave no solo para garantizar el suministro a la población y a la economía, sino también para mejorar la calidad ecológica del agua en todo el territorio.

El papel clave del ICRA en la transición hídrica

Durante su intervención, la consellera ha reconocido el valor estratégico de los proyectos impulsados por el ICRA, y ha defendido el papel de la ciencia como motor de la transformación. Entre las líneas de investigación destacadas, ha citado trabajos sobre microcontaminantes, gestión integrada de recursos ante la sequía o el impacto de la escorrentía urbana en la biodiversidad fluvial durante episodios extremos.

“Cataluña ha sido siempre un ejemplo de crecimiento vinculado al desarrollo científico y racional. Esa será también la base de nuestra resiliencia hídrica en el siglo XXI”, ha concluido.