Crece el compromiso legal con la resiliencia climática: 17 países integran la adaptación en sus leyes de clima
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Los 32 países miembros del Espacio Económico Europeo (EEE) disponen ya de políticas nacionales de adaptación al cambio climático. Esto incluye a los 27 Estados miembros de la UE, así como Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Türkiye. De ellos, 17 países han incorporado la adaptación a sus leyes nacionales o federales de cambio climático, lo que refleja un creciente compromiso legal con la resiliencia climática.
Los 32 países miembros del Espacio Económico Europeo (EEE) disponen ya de políticas nacionales de adaptación al cambio climático.
Estas conclusiones proceden del último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que analiza los avances y retos de las políticas y acciones de adaptación en Europa. El trabajo se basa en datos de 2025 reportados por los 27 Estados miembros de la UE en el marco del Reglamento de Gobernanza, complementados con la información remitida de forma voluntaria por Islandia, Suiza y Türkiye.
Más riesgos climáticos y más sectores afectados
En 2025, los Estados miembros de la UE, Islandia, Suiza y Türkiye han señalado las olas de calor, inundaciones, sequías y precipitaciones extremas como los peligros climáticos agudos más frecuentes, en línea con lo reportado en la revisión de 2023.
En 2025, los Estados miembros de la UE, Islandia, Suiza y Türkiye han señalado las olas de calor, inundaciones, sequías y precipitaciones extremas como los peligros climáticos agudos más frecuentes.
Entre los riesgos crónicos siguen destacando los cambios de temperatura y las alteraciones en la disponibilidad de agua. Cada vez más países declaran la escasez hídrica como amenaza, lo que refleja perfiles de riesgo en evolución y desafíos más intensos respecto a años anteriores.
El sector de la agricultura y la alimentación es el más citado como especialmente afectado por el cambio climático, seguido por los sectores de salud, biodiversidad, forestal y energía. En comparación con 2023, los países han notificado un mayor número de sectores afectados, lo que indica una mayor conciencia sobre la vulnerabilidad sectorial y una presión creciente de los riesgos climáticos.
El sector de la agricultura y la alimentación es el más citado como especialmente afectado por el cambio climático, seguido por los sectores de salud, biodiversidad, forestal y energía.
La AEMA subraya que estos datos refuerzan la necesidad de disponer de conocimiento robusto y actualizado sobre riesgos climáticos, para apoyar una planificación de la adaptación preventiva y basada en la evidencia.
Evaluación del riesgo y alineamiento con la evaluación climática europea
El “chequeo” de adaptación de la AEMA concluye que las evaluaciones de riesgos climáticos están avanzando en los países europeos, aunque con diferencias en alcance y ambición. Como aspecto positivo, cada vez más Estados alinean sus enfoques con la Evaluación Europea del Riesgo Climático (EUCRA), publicada en 2024.
En un contexto de fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y pérdidas económicas en aumento, la AEMA insiste en que es esencial mejorar la planificación y la ejecución de las acciones de adaptación para fortalecer la resiliencia y preparación climática de Europa. Según las conclusiones de la EUCRA, se necesita una adaptación proactiva y basada en la evidencia para proteger ecosistemas, población, economía e infraestructuras frente a riesgos crecientes, preservando al mismo tiempo la competitividad, la seguridad y la prosperidad europeas.
La AEMA insiste en que es esencial mejorar la planificación y la ejecución de las acciones de adaptación para fortalecer la resiliencia y preparación climática de Europa.
Barreras persistentes y falta de información sobre la efectividad
El informe identifica varias limitaciones estructurales que dificultan la evaluación del progreso real en adaptación:
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Información limitada sobre las acciones implementadas y su efectividad, lo que impide tener una imagen clara de los avances en resiliencia.
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Brechas de datos, herramientas de decisión poco desarrolladas, roles y responsabilidades poco definidos, financiación insuficiente y capacidades limitadas a nivel local.
La AEMA señala que los sistemas de seguimiento y notificación están mejorando de forma gradual, pero advierte de que los marcos de evaluación y aprendizaje siguen siendo una asignatura pendiente, lo que condiciona la capacidad de valorar los resultados de la adaptación y de ajustar las políticas futuras.
Informes complementarios sobre clima y energía en la UE
Junto a este análisis, la AEMA ha publicado también su informe anual “Trends and projections in Europe”, que detalla el progreso hacia los objetivos climáticos y energéticos de la UE. Ambos documentos se difunden de forma coordinada con el Informe sobre el Estado de la Unión de la Energía y el Progreso en Acción Climática 2025 de la Comisión Europea.
Esta nueva evaluación forma parte de una serie continua de informes de la AEMA sobre el avance colectivo hacia la resiliencia climática en Europa, basados en los informes nacionales de adaptación remitidos a la Comisión Europeabajo el Reglamento de Gobernanza de la Unión de la Energía y la Acción por el Clima, complementados, cuando es posible, con ciclos de información previos y con contribuciones voluntarias de Islandia, Suiza y Türkiye.

