Entra en vigor la primera ley de la UE sobre seguimiento y resiliencia del suelo para frenar su degradación
- 110 lecturas
La primera ley de la Unión Europea sobre seguimiento y resiliencia del suelo entra en vigor el 16 de diciembre, en un paso considerado clave para restaurar la salud de los suelos europeos y reforzar su papel en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
Según los datos de la Comisión Europea, entre el 60 y el 70% de los suelos de la UE se encuentran en un estado poco saludable, lo que genera un coste anual estimado de más de 50.000 millones de euros, una cifra superior al PIB de países como Letonia o Chipre. La nueva Soil Monitoring Law nace precisamente para revertir esta tendencia.
Según los datos de la Comisión, entre el 60 y el 70% de los suelos de la UE se encuentran en un estado poco saludable.
Suelo sano, agricultura viable
La norma parte de una premisa básica: sin suelos sanos no hay agricultura sostenible. Los suelos en buen estado son esenciales para la productividad agraria, la resistencia a plagas, la calidad y seguridad nutricional de los alimentos y la viabilidad a largo plazo del sector agrario europeo.
La Directiva se aplica a todo tipo de suelos —agrícolas, forestales y urbanos— y aborda de forma integrada las principales causas de degradación: erosión, compactación, contaminación, pérdida de materia orgánica y sellado del suelo.
Obligación de evaluar la salud del suelo, con flexibilidad nacional
La nueva ley exige que los Estados miembros monitoricen y evalúen la salud de sus suelos, pero otorga amplia flexibilidad para que cada país adapte el sistema a sus condiciones locales, usos del suelo y estructuras administrativas.
La nueva ley exige que los Estados miembros monitoricen y evalúen la salud de sus suelos, pero otorga amplia flexibilidad para que cada país adapte el sistema a sus condiciones propias.
Para facilitar esta tarea, la Comisión pondrá a disposición de los Estados apoyo técnico y de creación de capacidades, un nuevo portal europeo de datos sobre salud del suelo y una guía sobre oportunidades de financiación ya disponibles a nivel comunitario, con el compromiso de seguir identificando lagunas y necesidades adicionales.
Apoyo a agricultores y gestores del territorio
La Directiva incorpora medidas de apoyo específico para agricultores y gestores de suelos, con el fin de acompañar el proceso de mejora de la salud y resiliencia de los terrenos agrícolas.
Además, introduce principios de mitigación de la ocupación del suelo (land take), que contribuirán a proteger especialmente el suelo agrario y los múltiples servicios que presta: producción de alimentos, almacenamiento de carbono, regulación hídrica y conservación de biodiversidad, entre otros.
La ley no fija objetivos vinculantes de reducción, no prohíbe actividades concretas ni introduce nuevos procedimientos de autorización, y respeta las competencias nacionales en materia de ordenación del territorio, con el foco puesto en el conocimiento, la evaluación y la gestión del riesgo.
Respuesta a un problema histórico: suelos contaminados
Uno de los elementos más destacados de la norma es la solución propuesta para el problema largamente pendiente de los suelos contaminados en la UE.
En los casos en que se identifiquen riesgos inaceptables para la salud humana o el medio ambiente, deberán aplicarse medidas de reducción del riesgo apropiadas. La Directiva establece también que la información relevante sobre estos emplazamientos debe ser pública y de acceso gratuito, favoreciendo la transparencia y el derecho a la información ambiental.
En los casos en que se identifiquen riesgos inaceptables para la salud humana o el medio ambiente, deberán aplicarse medidas de reducción del riesgo apropiadas.

