Europa frente a la crisis ambiental: avances en emisiones, pero una naturaleza en retroceso
- 1834 lecturas
El informe “Estado del Medio Ambiente”, publicado por la AEMA, muestra avances en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y en la mejora de la calidad del aire, así como en el uso de energías renovables, que han duplicado su cuota desde 2005. También destaca progresos en reciclaje, eficiencia de recursos y en el impulso de la innovación verde, el empleo ambiental y las finanzas sostenibles. Sin embargo, el documento advierte que el estado general del medio ambiente europeo no es favorable: la degradación de la naturaleza, la sobreexplotación y la pérdida de biodiversidad continúan avanzando, mientras que el cambio climático se acelera y plantea riesgos graves para la prosperidad económica, la seguridad y la calidad de vida en Europa.
Una amenaza para la competitividad de Europa
El estudio señala que la degradación ambiental y el cambio climático constituyen una amenaza directa para la competitividad europea, fuertemente dependiente de los recursos naturales. Alcanzar la neutralidad climática en 2050 exigirá una gestión más responsable de la tierra, el agua y los ecosistemas, además de medidas para proteger la naturaleza y reducir la contaminación. El fortalecimiento de la resiliencia social pasa por garantizar la seguridad alimentaria, el acceso a agua potable y la protección frente a inundaciones.
Llamado a intensificar políticas de sostenibilidad
El informe reclama mayor velocidad en la implementación de políticas del Pacto Verde Europeo y su alineación con la Brújula de Competitividad de la Comisión Europea en innovación, descarbonización y seguridad. Según Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la AEMA: "no podemos permitirnos rebajar nuestras ambiciones en materia de clima, medio ambiente y sostenibilidad. Nuestro informe expone claramente el conocimiento con base científica y demuestra por qué debemos actuar. En la Unión Europea contamos con las políticas, las herramientas y el conocimiento, además de décadas de experiencia trabajando juntos para alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad. Lo que hagamos hoy determinará nuestro futuro".
Voces europeas ante los desafíos
La vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera afirmó: "este informe es un duro recordatorio de que Europa debe mantener el rumbo e incluso acelerar sus ambiciones climáticas y ambientales. Retrasar o posponer nuestros objetivos climáticos solo incrementaría los costes, profundizaría las desigualdades y debilitaría nuestra resiliencia. Proteger la naturaleza no es un gasto. Es una inversión en competitividad, resiliencia y bienestar".
La comisaria Jessika Roswall subrayó: "si bien se han logrado avances, el estado de nuestro medio ambiente es un claro llamado a la acción para seguir reduciendo la contaminación, restaurar la naturaleza y proteger la biodiversidad. Una naturaleza sana es la base de una sociedad sana y una economía competitiva".
El comisario Wopke Hoekstra advirtió: "este informe refuerza la urgente necesidad de que la UE mantenga sus firmes ambiciones climáticas. Europa ha sido testigo directo del devastador impacto del cambio climático, más recientemente con graves incendios forestales. Los costos de la inacción son enormes y el cambio climático representa una amenaza directa para nuestra competitividad".
Biodiversidad y recursos hídricos bajo presión
El estudio alerta de que la biodiversidad sigue disminuyendo en ecosistemas terrestres, acuáticos y marinos por los patrones insostenibles de producción y consumo, especialmente en el sistema alimentario. Las perspectivas para 2030 son negativas, ya que es improbable alcanzar los objetivos políticos fijados. A ello se suma la presión sobre los recursos hídricos, que afecta a un tercio de la población europea y compromete la resiliencia hídrica futura. Mantener la salud de los ecosistemas acuáticos, proteger cuencas hidrográficas y reponer aguas subterráneas son tareas esenciales para la sostenibilidad.
El informe recalca que Europa es el continente con mayor velocidad de calentamiento, con impactos directos en la salud pública, las infraestructuras, la economía y los ecosistemas. La creciente frecuencia de desastres climáticos exige adaptación urgente en todos los sectores, asegurando que la transición no deje a nadie atrás.
Transformaciones necesarias en la economía
Según la AEMA, solo un cambio transformador en los sistemas de producción y consumo permitirá frenar el deterioro ambiental. Se requiere descarbonizar la economía, aumentar la circularidad, reducir la contaminación y gestionar de manera sostenible los recursos naturales. El Pacto Verde Europeo se presenta como la hoja de ruta, apoyado en medidas como la restauración de hábitats mediante soluciones basadas en la naturaleza, la reducción de emisiones en sectores como agricultura y transporte, y la inversión en tecnologías limpias para industrias intensivas como el acero y el cemento.
El documento, titulado “El medio ambiente en Europa 2025”, es el séptimo informe de este tipo elaborado por la AEMA desde 1995. Reúne datos de 38 países y se ha desarrollado en colaboración con la Red Europea de Información y Observación del Medio Ambiente (Eionet). Ofrece un diagnóstico detallado sobre los retos ambientales y climáticos, y presenta soluciones con base científica para garantizar un futuro competitivo, resiliente y sostenible para Europa.

