La FER defiende en el Senado la labor del sector del reciclaje de metales
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El pasado jueves 26 de febrero tuvo lugar en el Senado sesión de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático. En ella se trató la ponencia de estudio sobre evaluación de los diversos aspectos en materia de residuos y el análisis de los objetivos cumplidos según la estrategia marcada por la Unión Europea.
En esta comisión intervino Alicia García-Franco, Directora General de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) haciendo en su presentación hincapié en los principales aspectos a mejorar si se pretende que España alcance los objetivos planteados. Puso de manifiesto la importancia de conocer y reconocer al tradicional sector del reciclaje de metales, los tradicionales “chatarreros” su labor así como la actualización y modernización que el sector ha experimentado pese a la imagen que aun tiene la sociedad más propia de lo que fue el sector hace 40 años. Hoy en día el sector, si bien sigue estando mayoritariamente compuesto por PYMES y empresas familiares, se trata de una industria muy profesionalizada, muy regulada y que realiza una labor imprescindible para la sociedad moderna.
Describió la transformación experimentada por el sector y la continua apuesta por el Desarrollo, el Avance y la Innovación mediante la inversión de gran cantidad de recursos económicos, tecnológicos y de personal. Frente a ello, denunció, el sector se enfrenta a diversas amenazas muy significativas y en ocasiones no suficientemente combatidas por la administración.
Así, García-Franco, planteó la necesidad de una lucha decidida contra el intrusismo y la competencia desleal de los llamados “operadores ilegales”. Exigió que se clausurasen las instalaciones ilegales ya que eran a ellas a las que van a parar los flujos paralelos de RAEEs.
Recordó una vez más, las iniciativas que FER ha propuesto para que la tradicional red capilar de recogida en ocasiones formada por recolectores primarios en riesgo de exclusión, puedan incorporarse al sistema económico de forma legal.
Pero también defendió la profesionalidad y capacidad de gestión del sector de los gestores de residuos españoles que, en muchos casos están a la cabeza de Europa en cuanto a instalaciones y capacidad de tratamiento. García-Franco negó tajantemente los bulos que, con malas intenciones, hacen correr que el gestor es alguien “incontrolable”. Muy al contrario son profesionales que saben cumplir con los objetivos que marca la legislación y al tiempo lograr mantener una actividad económica creadora de empleo.
Si puntualizó que para que los gestores pudieran llevar a cabo satisfactoriamente su labor de reciclaje, los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) creados por los fabricantes deben centrarse en financiar adecuadamente el tratamiento de los residuos con valor residual negativo.
Se puso igualmente de manifiesto que en casos como los Vehículos Fuera de Uso (VFU), Baterías de automoción o Envases, los objetivos de reciclaje se alcanzan gracias a la constante colaboración entre todas las partes y agentes afectados. Así, cuando esa colaboración no existe el funcionamiento del sistema es defectuoso y mucho más caro para el ciudadano.
De esta forma Alicia García-Franco abogó por la colaboración entre fabricantes, gestores y administración estableciendo una dinámica constructiva de respeto mutuo en el que nadie usurpase el papel de nadie y se lograsen así los objetivos planteados.