Incatema publica un estudio sobre la cadena de valor de la piña en Angola
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Incatema ha realizado un estudio sobre la cadena de valor de la piña en Angola, un producto estratégico en el desarrollo de la agricultura comercial de este país africano preocupado por paliar el déficit entre la producción y el consumo interno.
Según los datos analizados por Incatema, la cadena de valor del cultivo de piña, destinada al consumo interno en Angola, está bien estructurada y es funcional tanto para las explotaciones comerciales como para las explotaciones familiares, con precios remunerativos competitivos y márgenes de contribución para los productores.
Sin embargo, es poco probable que se produzca un crecimiento significativo de las exportaciones de piña desde Angola, dada la fuerte presencia de multinacionales francesas y norteamericanas firmemente establecidas en los principales países consumidores de Europa, con modelos de negocio integrados que incluyen plantaciones, centros logísticos y contratos con las mayores cadenas de hipermercados/supermercados y el canal HORECA.
Este informe forma parte de un conjunto de estudios que la compañía ha desarrollado en el ámbito de la asistencia técnica de promoción del Diálogo Público – Privado dentro del Programa de Desarrollo de la Agricultura Comercial en Angola (PDAC), con financiación del Banco Mundial y la Agencia Francesa de Desarrollo
Estos estudios persiguen el análisis de cultivos cuyo desarrollo puede ser estratégico en Angola, dado que existe un fuerte déficit en el país en producción agrícola. Y es que, según datos del Banco Central, en el año 2022 Angola importó más de 2.000 millones de dólares en alimentos, lo que representa un aumento del 40% con respecto a 2021.
Según señala Adelaida Pérez Milán, directora de Consultoría de Incatema, “a pesar de que Angola ha establecido la autosuficiencia alimentaria como una de las prioridades nacionales, el país continúa dependiendo en gran medida de las importaciones. El déficit en la producción agrícola es motivo de creciente preocupación para el Gobierno angoleño, ya que obliga al Estado a recurrir al mercado externo, gastando cantidades significativas de divisas y debilitando así la posición de sus reservas”.