Innovación en las tres "r": motor imprescindible para un desarrollo económico sostenible
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Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, Fedit quiere recordar el papel que la innovación tiene como motor esencial para crear nuevos sistemas en el tratamiento de los residuos y en los procesos de producción sostenible. Sistemas que tienen como objetivo su reducción de volumen, la preservación de los recursos naturales; el ahorro de energía y dependencia de recursos no renovables. Es decir, la reducción de la contaminación y de costes asociados a la producción.
Que el reciclaje se ha convertido en parte esencial de nuestra sociedad no es discutible. Y tampoco que la cultura del reciclaje no solo es necesaria a nivel doméstico, sino que es imprescindible a nivel empresarial e industrial. Pero encontrar nuevas formas de reciclar no es sencillo. De hecho, es necesario contar para ello con departamentos de I+D+I, que no todas las Pymes se pueden permitir. Es ahí donde los Centros Tecnológicos de Fedit juegan un papel fundamental como dinamizadores de la innovación en temas de reciclaje en sus tres vertientes: reducir, reutilizar y reciclar. La innovación “r” como motor del desarrollo económico sostenible.
Para comprobarlo, basta con echar un vistazo sobre algunos de los proyectos que a día de hoy se están llevando a cabo en muchos de nuestros centros. Proyectos muy innovadores que pueden ponerse en marcha gracias a los esfuerzos económicos de las empresas, la ayuda de algunos organismos e instituciones gubernamentales y el alto nivel tecnológico de los Centros y sus trabajadores, más de 5.000 investigadores y tecnólogos de gran nivel.
Economía circular en el sector del calzado y textil
El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, se erige como referente en investigación e innovación en lo que se refiere a reciclaje. Algunos de los proyectos en los que están trabajando ya cuentan con gran aceptación empresarial, como las chanclas de suela reciclada fabricada con 100% polvo de neumático usado (NFU), para Ecoalf.
O Coffee Grounds Shoes, que emplea residuos de café procedentes de la industria alimentaria o la hostelería para desarrollar nuevos aditivos con propiedades antimicrobianas y aromáticas que permitan mejorar diferentes componentes del sector calzado. ReciPVC es otro de sus proyectos. En esta ocasión se trata de emplear residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEES) y darles una nueva vida como suelas de calzado fabricadas con un 40% de PVC reciclado.
La industria textil no se queda atrás en cuanto al interés que muestra por el reciclaje. Lo demuestra, por ejemplo, el proyecto Esmetex, en el que participa activamente el Centro Tecnológico Eurecat junto con la empresa Marina Textil. La idea es desarrollar técnicas que permitan obtener fibras recicladas de algodón y acrílicas de calidad suficiente para la producción de nuevos tejidos. La previsión a medio plazo es reducir un 88% la cantidad de residuos textiles laminados de varios materiales generados por la empresa.
Composites innovadores y reciclados de aerogeneradores
Otro de los retos de la economía circular es conseguir composites capaces de ser reciclados. En eso está CETEM mediante el proyecto DEMETER, que trata de investigar nuevos materiales para poder sustituir los tradicionales composites termoestables por composites termoplásticos, más fácilmente reciclables, y conseguir que tengan los requerimientos técnicos y económicos de la industria.
También buscar darle una nueva vida a los composites con EROS, un proyecto muy interesante que trata de reciclar las palas eólicas y los residuos del sector aeronáutico. El objetivo es que estos residuos, que van a ser muy abundantes si tenemos en cuenta que diez mil aviones serán retirados mundialmente en los próximos 20 años y en Europa la mitad de los 146GW instalados en aerogeneradores habrán cumplido más de 20 años en el año 2030, puedan ser valorizarlos y devolverlos de nuevo al proceso productivo para ser utilizados en el propio sector del transporte, pero también en otros como el de la cerámica. Los encargados de ponerlo en marcha son AIMPLAS y ITC, Centros Tecnológicos que forman parte de nuestra red a través de REDIT. Éste último también se encuentra apostando por la innovación “r” con el desarrollo, por ejemplo, de azulejos a partir de cáscara de huevo o ladrillos sostenibles.
IA en contenedores y puntos de reciclaje
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEES) tienen gran potencial en diferentes industrias. Tanto que otro de nuestros centros, ésta vez gallego e integrado en ATIGA, EnergyLab está involucrado en el proyecto de un sistema ideado para su recogida. ESTRAEE, estrategia sostenible transfronteriza para la gestión de los RAEE, consiste en la creación de puntos limpios dedicados exclusivamente a estos materiales, mayoritariamente reutilizables.
En cuanto a novedades en contenedores, destaca el proyecto Supercontenedor, directamente relacionado con la recogida de residuos, es decir, con la “r” de reciclar. Se trata de un sistema de recogida municipal selectiva de biorresiduos, que pueden suponer hasta un 50% de todos los residuos domésticos producidos. En el proyecto se pretende racionalizar los recursos destinados a su recogida, gracias a un contenedor mejorado, que hace frente al previsible problema de olores mediante un sistema de desodorización integrado con un sensor de nivel de llenado y con un control de acceso. El grupo de investigación de Ingeniería de Residuos de AICIA, la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía, es el encargado de su desarrollo.
También destaca el proyecto PlastiCircle de ITENE, que desarrolla contenedores inteligentes, sistemas de transporte de residuos conectados a plataformas en la nube de IoT (Internet of things o Internet de las cosas); tecnologías de clasificación óptica para mejorar la clasificación y nuevos productos plásticos reciclados de alto valor añadido.
Por su parte, ECO.loT es un sistema inteligente de gestión de residuos desarrollado por CETEM, que propone el desarrollo de un contenedor de reciclado con un módulo de sensorización conectado a Internet a través del cual se transmitirán datos para obtener el estado y la información necesaria para una planificación y gestión optimizada de los recursos a la recogida de residuos.