La gestión de biomasa como clave para la prevención y la sostenibilidad frente a los incendios forestales
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El año 2025 ha marcado un récord histórico con más de 360.000 hectáreas arrasadas por el fuego, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Galicia, Extremadura y Castilla y León han sido las regiones más afectadas, con graves consecuencias para espacios naturales protegidos y la seguridad de los ciudadanos.
A pesar de registrarse solo 217 incendios frente a los 493 de 2022, la superficie quemada ha sido mayor, lo que refleja la creciente virulencia de los incendios forestales y la urgente necesidad de reforzar las estrategias de prevención.
Acumulación de biomasa: un riesgo latente
La combinación de cambio climático, altas temperaturas y sequía prolongada ha intensificado los incendios. Sin embargo, un factor agrava de forma crítica su propagación: la acumulación de material combustible en los bosques.
La biomasa forestal, compuesta por restos vegetales como ramas, hojas secas y maleza, se convierte en un peligro cuando no se gestiona adecuadamente. Su exceso genera una carga de combustible que facilita la transformación de pequeños focos en incendios incontrolables.
En este escenario, Veolia, referente en descarbonización, economía circular y gestión de recursos, propone alternativas que combinan prevención de incendios con valorización energética.
A través de Veolia Biomasa, la compañía desarrolla actuaciones de gestión forestal que reducen la carga de combustible vegetal, crean cortafuegos naturales y facilitan la contención de incendios. Estas labores no solo protegen los ecosistemas, sino que también refuerzan la resiliencia y capacidad de recuperación de los bosques.
Actuaciones en distintas regiones
Entre los trabajos realizados destacan:
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Zaragoza (Moros) y Zamora (Sierra de la Culebra): eliminación de vegetación en 500 y 400 hectáreas respectivamente.
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Castilla y León: clareos y entresacas en Mayorga (Valladolid), Barcial, Castropepe y La Hiniesta (Zamora) y Cilloruelo (Salamanca).
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Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha: intervenciones preventivas en 180 hectáreas.
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Andalucía: restauración de 200 hectáreas, parte de las más de 800 afectadas por los incendios.
El clareo controlado es especialmente importante, ya que disminuye la densidad de árboles por hectárea y crea áreas con menor carga de combustible, mejorando la contención del fuego.
Biomasa como energía verde y motor de economía circular
La biomasa resultante de estas operaciones se transforma en energía renovable, generando beneficios ambientales y socioeconómicos.
En 2024, Veolia España convirtió más de 300.000 toneladas de biomasa forestal peligrosa en 700 GWh de energía limpia, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y evitando la emisión de miles de toneladas de CO₂. Además, se aprovecharon 50.000 toneladas de subproductos, consolidando un modelo de economía circular completo.
“La gestión adecuada de la biomasa forestal representa una estrategia integral que va más allá de la protección contra incendios, contribuye a la salud de nuestros bosques y al desarrollo de una economía más sostenible”, señala Miguel Ruíz-Gálvez, director de Veolia Biomasa.
Todas las operaciones de Veolia Biomasa cuentan con certificación SURE, un sistema desarrollado por REDcert y Bioenergy Europe que garantiza la sostenibilidad y trazabilidad del aprovisionamiento de biomasa conforme a la Directiva Europea de Energías Renovables.

