Navarra apuesta 740 millones al agua: digitalización, sostenibilidad y cohesión para el futuro hídrico

El Gobierno de Navarra proyecta inversiones superiores a 740 millones de euros hasta 2030 para modernizar la gestión del agua, integrando tecnología, eficiencia y equidad territorial
28-05-2025

El Gobierno de Navarra ha anunciado una ambiciosa hoja de ruta que contempla más de 740 millones de euros en inversiones hídricas hasta 2030, con el objetivo de consolidar una gestión eficaz, sostenible y digitalizada del ciclo integral del agua. Esta estrategia responde a los principios del Plan Director del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano, en plena sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y las políticas del Pacto Verde Europeo.

Hasta 2028, se destinarán 77 millones de euros para renovar las redes de abastecimiento y saneamiento en baja y en alta, a través de las entidades locales. Paralelamente, la empresa pública NILSA, encargada del saneamiento del agua ya utilizada, prevé ejecutar una inversión de 118 millones de euros hasta 2030, centrada en renovación de infraestructuras, mejora de sistemas en pequeños núcleos rurales y valorización de materia orgánica.

Por su parte, el Plan Foral de Regadíos, en colaboración con el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, prevé obras por 445 millones, de los cuales más de 100 millones irán destinados en tres años a las zonas regables del Canal de Navarra.

 

“Somos el Gobierno del agua”

Durante las jornadas sobre infraestructuras y sostenibilidad del agua celebradas en Tudela, el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, subrayó el compromiso institucional. Además de anunciar la nueva inversión, Chivite recordó los más de 300 millones de euros ejecutados en el último lustro, destacando la coherencia entre política e inversión:

 

“Somos un Gobierno que visualiza en cifras lo que promueve, defiende y en lo que cree”, afirmó Óscar Chivite.

 

Para el consejero, el acceso al agua “no solo es un derecho básico, sino un elemento que impulsa la cohesión social, territorial y económica”. Las actuaciones en marcha y las previstas responden a una visión de política hidráulica basada en la innovación, donde la digitalización, el control remoto y la eficiencia tecnológica son ya realidades consolidadas.

 

Actuaciones ya ejecutadas

En su repaso por las inversiones desarrolladas recientemente, Chivite detalló:

  • 80 millones de euros para renovar redes municipales de abastecimiento, saneamiento y redes en alta

  • 56 millones de euros ejecutados por NILSA en obras de saneamiento en alta

  • 37 millones de euros para la promoción de zonas regables

  • 162 millones de euros en concepto de cánones de gestión concesional

Chivite anunció también la licitación de la segunda fase del Canal de Navarra, a cargo de CANASA, con una inversión estimada de 306 millones de euros. “Este Gobierno está haciendo su tarea para que las obras de la segunda fase del canal de Navarra comiencen lo antes posible (…) trabajamos para que a la Ribera llegue la máxima cantidad de agua posible”

Esta fase permitirá abastecer de agua potable de calidad a unas 80.000 personas, apoyar el sector primario, potenciar la agroindustria y garantizar la sostenibilidad de la zona.

 

Una estructura unificada para una gestión más eficaz

Según Chivite, la decisión de unificar las competencias hidráulicas en un solo departamento ha resultado acertada. “Dos años después hemos comprobado que ha sido eficaz y positivo para Navarra”

El consejero concluyó su intervención llamando a la responsabilidad compartida. “Conservemos entre todos y todas nuestra tierra como una comunidad líder y pionera en la gestión del Ciclo Integral del Agua”

 

El valor del agua en la cohesión territorial

El director general de Administración Local y Despoblación, Jesús María Rodríguez, destacó la importancia del agua como elemento vertebrador. “El agua que llega cada día a los hogares, a las industrias o a los servicios públicos hace posible la vida diaria, la salud y la economía”, afirmó.

Desde 2019, el Gobierno foral ha impulsado el Plan Director del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano, con una inversión acumulada de más de 178 millones de euros, repartidos en más de 80 actuaciones estructurales por toda Navarra.

La revisión del plan para el periodo 2025-2030 se estructura en diez líneas estratégicas:

  • 27 millones de euros para digitalización, integración y gestión inteligente del agua

  • 128 millones de euros para renovación de redes en alta y baja

  • 121,3 millones de euros para remodelar estaciones depuradoras

  • 7,8 millones de euros para I+D+i, educación ambiental y participación ciudadana

Además, el Departamento de Cohesión Territorial aportará más de 10 millones de euros para que la Ribera navarra pueda beneficiarse del agua de la segunda fase del canal.

 

Eficiencia digital para no perder ni una gota

El director gerente de NILSA, Fernando Mendoza, detalló que hasta 2030 se invertirán 118 millones de euros, centrados en tres ejes:

  • Renovación y ampliación de instalaciones amortizadas

  • Mejora del saneamiento en núcleos de menos de 200 habitantes

  • Valorización de la materia orgánica depurada como recurso útil

Mendoza hizo hincapié en la apuesta por la transformación digital. “Para no perder ni una gota de agua”

NILSA participa en dos proyectos estratégicos PERTE:

  • PERTE Agua Digital de Navarra, con una inversión de 7,99 millones de euros, en colaboración con la MCP y Montejurra, que beneficiará al 90% de la población navarra

  • PERTE Agua Digital Ribera Navarra, que involucra a 19 entidades locales y cuenta con 3,55 millones de euros de subvención sobre un presupuesto total de 4,44 millones

A ello se suma el proyecto PERTE Agua Digital Comarca de Pamplona, impulsado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, con 7,64 millones de euros en subvenciones y un presupuesto total de 10,40 millones.

 

El Canal de Navarra como eje estratégico

El director de Riegos de Navarra, Joaquín Puig, subrayó la relevancia del Canal de Navarra como infraestructura clave para el desarrollo de la Comunidad Foral.

La segunda fase del Canal de Navarra tendrá un impacto directo en el territorio:

217 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB)

Más de 3.160 empleos directos, indirectos e inducidos

Puig defendió el canal como uno de los pilares del equilibrio territorial, que favorecerá la cogobernanza del agua y permitirá anticiparse a los efectos del cambio climático.

 

“Las políticas sostenibles deben ser compatibles con el desarrollo agroindustrial y la garantía de agua de boca de calidad en la Ribera”, reconoció Joaquín Puig,  director de Riegos de Navarra.

 

La digitalización del sistema de riego será imprescindible para lograr una gestión eficiente del recurso hídrico aportado por esta infraestructura, concluyó.

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