La contaminación atmosférica es uno de los principales problemas de las sociedades modernas. Por ello, en octubre de 2024 la Unión Europea aprobó una nueva regulación en materia de calidad del aire, la Directiva 2024/2881/EC que incluye nuevos contaminantes, valores límite menos permisivos, y acciones más restrictivas en pro de la mejora de la calidad del aire que los ciudadanos respiramos.
En el caso de la industria química esta regulación se une a ya otras existentes y de aplicación como Seveso, 2012/18/EC y es que, en el caso particular de este tipo de industria, se unen dos necesidades las cuales ambas se encuentran reguladas. Por una parte, las emisiones que generan tienen influencia sobre los niveles de contaminantes atmosféricos como SO2, NO2, O3, PM10 o PM2.5, que son perjudiciales para los seres humanos y los ecosistemas a largo plazo. Por otra parte, los efectos que sus emisiones, en este caso asociadas a situaciones de emergencia, pueden tener sobre la seguridad de los trabajadores y poblaciones cercanas. En este caso podríamos hablar de afecciones relacionadas con la toxicidad y la seguridad.

Para poder conocer el impacto de los contaminantes generados en términos de la calidad del aire ambiente, existen técnicas de modelización que reproducen el transporte y dispersión de contaminantes en el medio atmosférico. Existen gran variedad de modelos y la validez que tienen en un tipo u otro de situación o para estudiar un tipo u otro de contaminante hacen que la selección no sea simple, y que se requiera de un grado de conocimiento y especialización importante. Este tipo de herramientas permiten también conocer aspectos como cuánto contribuye cada foco, cuantificar cómo de eficaz es la aplicación de una medida de mitigación, la potencial responsabilidad sobre un episodio de mala calidad del aire o la gestión de emergencias químicas en casi tiempo real.
La Directiva 2024/2881 le da un mayor peso a cómo las herramientas de modelización pueden aportar valor en la gestión y predicción de la calidad del aire y, asociada a ella, se presenta una guía que indica cuándo utilizar modelos, bajo qué consideraciones, qué tipología o características del modelo a seleccionar o cómo validarlos.
Durante más de una década, MeteoSim ha desarrollado plataformas web que integran modelos de dispersión para sectores como minería, industria química y calidad del aire urbano en distintos países. Esta experiencia acumulada ha permitido evolucionar las herramientas tradicionales hacia soluciones más completas, incorporando nuevos modelos y funcionalidades orientadas a gestores públicos y privados.
El resultado de este proceso es OnaChem, una plataforma diseñada específicamente para la industria química que no se limita a ejecutar simulaciones, sino que aporta inteligencia para guiar la toma de decisiones en entornos complejos. Su arquitectura modular responde a las necesidades habituales en plantas químicas, ofreciendo una interfaz intuitiva que reduce la curva de aprendizaje y facilita la resolución de problemas.
OnaChem abstrae la complejidad técnica mediante flujos guiados que permiten anticipar riesgos, gestionar emergencias y optimizar procesos de forma colaborativa. Esta aproximación marca un cambio de paradigma: pasar de herramientas aisladas a sistemas integrados que combinan modelos predictivos, sensores en tiempo real y análisis automatizado, alineados con los requisitos normativos europeos.
Además, la plataforma incorpora capacidades avanzadas para automatizar decisiones críticas, reduciendo tiempos de respuesta ante incidentes y mejorando la trazabilidad exigida por normativas como Seveso y la Directiva 2024/2881. Su diseño prioriza la experiencia del usuario, con dashboards personalizables, visores dinámicos y herramientas colaborativas que facilitan la gestión colectiva de eventos, la validación de acciones y la comunicación con autoridades y stakeholders.
La gestión de la calidad del aire en la industria química exige soluciones que vayan más allá del cumplimiento normativo. La combinación de modelización avanzada, automatización y entornos colaborativos permite anticipar riesgos y optimizar la respuesta ante incidentes, alineando la operación con los estándares europeos más exigentes. Plataformas como OnaChem representan un paso hacia una gestión integrada, donde la inteligencia aplicada y la trazabilidad se convierten en elementos clave para garantizar seguridad, sostenibilidad y eficiencia en un sector cada vez más regulado.
Por Dr. Raúl Arasa Agudo y Martí de Riquer Gatell.

