Transformación digital del sector del agua; ¿realidad o ficción?

Por Domingo Zarzo, Director Técnico y de Innovación Sacyr Agua

El 2019 es el año en el que estaba ambientada la ya clásica película de ciencia-ficción “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982). Estamos ya en 2019 pero aún no disponemos de vehículos voladores, ni nuestros servicios son tan Smart como quisiéramos. Yo vivo en una de las ciudades más grandes de España, en una vivienda del siglo XXI, y sin embargo no cuento con contadores inteligentes de agua, gas o electricidad.

Los servicios municipales han sufrido la crisis económica y financiera como todos los demás aspectos de la economía en España, pero particularmente ha habido una preocupante falta de inversiones en las infraestructuras hidráulicas que ha conducido a un envejecimiento de las instalaciones y su modernización y digitalización tampoco ha sido una de las mayores prioridades.
Las empresas del sector estamos haciendo grandes esfuerzos por incorporar las nuevas tecnologías a los servicios, pero siendo fundamentalmente servicios públicos, es complicado incorporar estas nuevas inversiones salvo para grandes ciudades o instalaciones y con contratos a muy largo plazo que permitan su amortización.

Las nuevas tecnologías están dando paso asimismo a nuevas formas de negocio o servicios y hay que estar preparados a esta nueva realidad; recientemente tenemos a la vista a nuestro alrededor conflictos entre servicios “tradicionales” frente a nuevas formas de comercio, suministro o servicio y como vemos la adaptación no es fácil. Desde Sacyr Servicios hemos hecho una fuerte apuesta por el desarrollo y promoción de las nuevas tecnologías en los sectores de Agua, Movilidad, Personas, Energía e Infraestructuras, incluyendo GIS, BIM, realidad virtual y aumentada, Apps de oficina virtual, ciudadano como sensor, drones aéreos y submarinos, asistencia técnica remota, uso de blockchain, IoT, robotización, etc.

Dentro de Sacyr Agua contamos con el programa Smart Agua, cuyo objetivo es el de optimizar el uso del agua como recurso natural finito, mediante tecnologías que integren y monitoricen la información para la gestión de los diferentes servicios. En esta iniciativa contamos en la actualidad con varios proyectos como el de diseño y gestión inteligente de concesiones del ciclo del agua, basado en el uso de TICS de manejo de datos que se convierten en conocimiento para toma de decisiones y respuesta inteligente a la gestión y cuyo fin es el de ahorro de agua y reducción de costes, así como establecer las tendencias de consumo. 

En desalación, donde Sacyr Agua es una de las empresas más grandes del mundo, también hay proyectos de desarrollo de tecnologías de aplicación de realidad virtual y aumentada para la operación, sistemas de soporte remoto (avatar digital) y uso de drones submarinos, que podrán asimismo ser aplicadas posteriormente a todo tipo de sistemas de tratamiento de agua y conducciones.

Dentro de Sacyr Agua nos hemos preocupado además por conocer el estado de nuestro proceso de digitalización por medio de encuestas y formularios en las instalaciones y servicios, que nos han permitido diseñar una estrategia para la implantación de las tecnologías, estableciendo prioridades y objetivos concretos y medibles. 

El sector del agua ha sido siempre pionero en la incorporación de nuevas tecnologías a medida que éstas iban desarrollándose; ahora llamamos Smart a estos sistemas inteligentes o hablamos de economía circular, poniendo de moda palabras o frases que designan cosas que hemos hecho siempre, si bien es cierto que las tecnologías nunca han tenido un desarrollo tan rápido ni los sistemas han sido accesibles y de bajo coste, ni hemos tenido tantos datos disponibles para procesar, lo que hace que en estos aspectos se crezca de manera exponencial. 

La digitalización ha llegado con fuerza y para quedarse y transformar nuestro sector (y el mundo en general), pero no debe olvidar a las personas a las que dirigimos nuestros servicios y debemos fomentar asimismo el desarrollo económico y la gestión sostenible de los recursos naturales que gestionamos.

Artículo publicado en el número 212 Enero/Febrero 2019 de RETEMA