Trazabilidad y transparencia, claves en el debate europeo sobre plásticos reciclados

Organizaciones sociales y empresariales alertan de que el nuevo acto de ejecución sobre balance de masas marcará el futuro de la economía circular en Europa
27-08-2025

Un grupo de organizaciones de la sociedad civil, asociaciones empresariales y compañías vinculadas a la gestión de residuos ha manifestado su preocupación por el proyecto de Acto de Ejecución de la Comisión Europea que regula cómo se debe calcular el contenido reciclado en plásticos, especialmente cuando procede de reciclaje químico.

Este texto, que se aplica en el marco de la Directiva de Plásticos de un Solo Uso (SUPD), será la primera norma comunitaria que defina el uso de la metodología de balance de masas para este fin y, por tanto, sentará un precedente para otras legislaciones futuras como el Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR), el Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles (ESPR) o la normativa de Fin de Vida de Vehículos (ELVR).

 

El papel del reciclaje mecánico

La coalición de entidades reitera sus reservas frente al reconocimiento del reciclaje químico en botellas de plástico de un solo uso, recordando que el reciclaje mecánico es una tecnología madura, eficiente y ya capaz de alcanzar los objetivos de calidad y cantidad exigidos por la legislación europea. De hecho, piden que se priorice expresamente este tipo de tratamiento en línea con el PPWR y que el reciclaje químico solo se utilice cuando no haya alternativas equivalentes con menor impacto ambiental.

 

Definiciones y trazabilidad

Uno de los puntos críticos es la falta de una definición clara de reciclaje químico en el texto actual. Las organizaciones insisten en que, para evitar ambigüedades y lagunas legales, el acto debe precisar qué procesos se incluyen y cuáles quedan fuera, así como reforzar la trazabilidad de los materiales.

Reclaman que solo se consideren como insumos válidos los residuos plásticos posconsumo y que se incorpore la denominada “cláusula espejo”, que exige que los plásticos reciclados fuera de la UE cumplan las mismas normas ambientales, sociales y de calidad que los europeos.

 

Transparencia en el balance de masas

Aunque valoran positivamente los avances en trazabilidad y la limitación del uso de la re-asignación de créditos en el balance de masas, consideran que el actual planteamiento aún deja margen a interpretaciones confusas y posibles reclamos engañosos sobre el contenido reciclado. Proponen fórmulas más simples, ejemplos de cálculo y criterios estrictos para definir pérdidas y subproductos, de modo que materiales de bajo valor o destinados a energía no puedan computar como reciclado.

 

Hacia un marco robusto y verificable

Las organizaciones insisten en la necesidad de un marco de certificación sólido, con verificadores externos acreditados y expertos en tecnologías de reciclaje, especialmente para materiales importados. Además, reclaman que los datos de reciclaje se reporten de manera diferenciada para reciclaje mecánico y químico, así como entre materiales reciclados en la UE y fuera de ella, para garantizar plena transparencia y evaluar de forma fiable el impacto ambiental y económico de cada tecnología.

En conclusión, este acto de ejecución, además de definir cómo se contabiliza el contenido reciclado en botellas de un solo uso, será clave para el futuro regulatorio europeo. Por ello, los firmantes piden que se refuerce con criterios más claros, mecanismos de control exigentes y una priorización inequívoca del reciclaje mecánico frente al químico, para proteger la credibilidad de la economía circular y asegurar un terreno de juego justo para toda la industria.

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