Un proyecto con SUDS para lograr el vertido cero al Mar Menor
La propuesta de la ingeniera Rocío García plantea una red hidráulica natural para filtrar vertidos, restaurar ecosistemas y prevenir inundaciones
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Una red de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) de 15 kilómetros en el Arco Sur del Mar Menor podría ser la clave para lograr el vertido cero real a la laguna salada.
Así lo plantea la ingeniera química Rocío García Martínez, quien ha patentado la propuesta con el nombre Proyecto Global de recuperación y renaturalización para el criptohumedal de Marina del Carmolí.
Una red hidráulica para proteger la laguna
“El proyecto que propongo se basa en el diseño de un sistema hidráulico integral que incluye dos estaciones depuradoras de aguas residuales interconectadas con tres SUDS. Este enfoque natural y eficiente busca filtrar los vertidos tóxicos y dañinos que llegan al Mar Menor, contribuyendo a su recuperación, sostenibilidad y preservación a largo plazo”, explica la autora.
Este proyecto tiene un enfoque natural y eficiente busca filtrar los vertidos tóxicos y dañinos que llegan al Mar Menor", afirma García.
La propuesta va más allá del drenaje urbano sostenible. Contempla el rediseño de las depuradoras existentes, la restauración ambiental de la Marina del Carmolí y actuaciones de fitorremediación, reforestación con especies autóctonas y un modelo agrícola sostenible vinculado al ecoturismo.
Una alternativa natural frente a las soluciones convencionales
Para Rocío García, promotora también de la Iniciativa Legislativa Popular que dio personalidad jurídica al Mar Menor, esta propuesta es “la única alternativa que puede lograr el vertido cero real”, ya que combina restauración ecológica, gestión del agua y seguridad frente a inundaciones.
La ingeniera critica otras actuaciones previstas en la zona, como los tanques de tormentas proyectados en Los Alcázares y San Javier, o el colector del Ministerio que pretende redirigir las aguas freáticas a la desaladora de El Mojón.
La idea comenzó a gestarse en 2021, cuando García diseñó un sendero ecológico entre Playa Honda y Los Urrutias para frenar los arrastres de agua de lluvia. Ahora, ese enfoque ha evolucionado hasta convertirse en una propuesta integrada de recuperación ambiental con vocación transformadora y visión a largo plazo.
