La valorización de residuos en la industria cementera evita la emisión de 800.000 toneladas de CO2 durante 2013
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La valorización energética de biomasa en fábricas de cemento evitó la emisión a la atmósfera de 802.392 toneladas de CO2 en 2013, una cifra equivalente a las emisiones que realizan 266.666 automóviles en un año. Estos datos se recogen en la última actualización del “Informe sobre reciclado y valorización de residuos en la industria cementera en España”, elaborado por el Instituto Cerdà y presentado hoy en Mérida por la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA).
El informe recoge también que durante 2013, de las 33 fábricas operativas en nuestro país, 28 estaban autorizadas para valorizar energéticamente residuos y otras dos para la utilización de biomasa vegetal como combustible. En total, se valorizaron cerca de 715.000 toneladas de residuos, lo que equivale a un 26% de sustitución de la energía empleada por los hornos de cemento.
No obstante, a pesar del esfuerzo realizado por el conjunto de la industria en España, nuestro país aún se encuentra lejos de alcanzar la media europea, que asciende a un 34,5%. Holanda, con un 85%, y Austria, Alemania y Noruega, con porcentajes iguales o superiores al 60%, son los países europeos con mayores índices de sustitución energética en Europa.
Esta última edición del estudio, que se ha presentado hoy en el Parador de Mérida, responde a una iniciativa, creada en 2009, para contar con un observatorio permanente sobre la evolución de la valorización de residuos en fábricas de cemento. La edición actual incluye también un análisis, hasta diciembre de 2014, de las modificaciones referidas a combustibles y materias primas alternativas realizadas en las Autorizaciones Ambientales Integradas, dentro de cada comunidad autónoma.
En este ámbito, el estudio desglosa territorialmente los porcentajes de sustitución de combustibles fósiles por alternativos. Encabezan la lista las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha, ambas con un 48,5%, seguidas de la Comunidad Valenciana, con un 46,3%. En Extremadura, la fábrica de Cementos Balboa, sita en Alconera, todavía no utiliza combustibles derivados de residuos.
“El sector cementero es un ejemplo de cómo una adecuada gestión de los residuos puede redundar en una importante disminución de la emisión de gases de efecto invernadero mediante la sustitución de una parte de los combustibles fósiles por otros obtenidos a partir de residuos que no se pueden reutilizar, ni reciclar y que de otra forma acabarían en vertederos. De hecho, en Extremadura más del 60% de los residuos domésticos aun terminan enterrados en vertederos, donde la fermentación de la materia orgánica produce metano, un gas con un potencial de calentamiento 25 veces mayor que el del CO2”, explica el director gerente de la Fundación CEMA, Dimas Vallina.
“Los datos de sustitución energética por combustibles alternativos del sector cementero desde 2004 hasta hoy muestran una evolución muy positiva, pero aún tenemos mucho trabajo por delante si queremos alcanzar las cifras de otros países de nuestro entorno, donde la utilización de residuos no reciclables como combustible en hornos de cemento se ha convertido en una práctica habitual, fomentada desde la Administración como alternativa a su envío a vertedero”, añade.
La jornada ha contado también con una charla magistral a cargo del Catedrático de Proyectos e Ingeniería Medioambiental de la Universidad de Extremadura y premio nacional de medio ambiente, Santiago Hernández Fernández, que ha destacado la importancia del cemento como materia prima básica para la construcción de la mayoría de las grandes infraestructuras, así como la alta calidad y prestaciones del cemento fabricado en nuestro país.
“España es el mayor exportador de cemento de la UE. Nuestros cementos llegan a 59 países y son reconocidos mundialmente. En Extremadura se están construyendo dos puentes de hormigón, para el AVE, cuyas dimensiones les dan categoría de hito a escala internacional. Me refiero al del río Tajo con arco de 324 m y 1.488 m de longitud y el del río Almonte con arco de 384 m y 996 m de longitud”, ha explicado Hernández.
La jornada fue clausurada por D. Pedro Muñoz Barco, director general de medio ambiente de la Junta de Extremadura.