Inaugurada la ampliación del laboratorio de la Agencia Catalana del Agua en Abrera

El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, acompañado del director de la ACA, Lluís Ridao, entre otras autoridades, visitó el nuevo laboratorio de la Agencia Catalana del Agua en Abrera, que se convertirá en un espacio de referencia en el control de la calidad de las aguas.

Con una inversión superior a los 1,8 millones de euros, los trabajos han permitido integrar en un único espacio los laboratorios analíticos de la ACA, que hasta ahora se encontraban divididos en dos espacios, Barcelona y Abrera, mejorando la operatividad y la coordinación de las actividades analíticas. Las obras, por tanto, se han centrado en ampliar el espacio, mejorar su funcionalidad y poder acoger un mayor número de trabajadores.

El consejero ha puesto en valor que "con este laboratorio estamos creando una estructura de estado que analiza permanentemente el agua de Cataluña, tanto la que utilizamos, incluida la de uso industrial y la de las depuradoras, como el existente en la natural, tanto superficial como subterránea o litoral ".

"De ahí, y de una buena red de depuración de aguas, sale la seguridad de nuestra agua de grifo o del agua de las playas", ha remarcado Calvet. Contar con "un buen sistema de análisis y control del agua nos permite actuar ante la emergencia climática" remachó el consejero.

Las nuevas instalaciones servirán, principalmente, para optimizar la actividad analítica del ACA, al tiempo que abre la puerta a investigar sobre contaminantes emergentes y abordar los nuevos retos en la gestión del agua en un contexto de emergencia climática. Actualmente, el laboratorio analiza más de 500 contaminantes diferentes.

Las analíticas del agua del Besòs, "buenas"

El consejero ha explicado que en este laboratorio es donde se han analizado las muestras de agua del río Besòs tras el accidente de la planta de Montornès del Vallès. Así, los resultados de las segundas muestras tomadas el martes 10 de diciembre, son "buenos", dijo Calvet.

"La afectación fue importante", valoró el consejero, "pero la naturaleza no persistente de los materiales que provocaron la afectación, que se evaporan por sí mismos, y la propia depuración de las aguas, hace que ahora estamos con unas muestras muy residuales de determinados compuestos" vertidos durante la extinción del incendio.

El plan de choque acordado entre el Gobierno, el Consorcio del Besòs y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) incorpora "una metodología de trabajo muy sistemática, con 11 o 12 puntos de muestreo continuo y temporal" para controlar la evolución de la calidad del agua del río, recordó Calvet. "Haremos análisis a lo largo de enero y febrero hasta tener la seguridad de que la función ecológica del río y la calidad del agua se ha recuperado completamente", aseguró.

Con independencia del proceso de recuperación del río Besòs, el expediente de responsabilidad ambiental que el Departamento de TES ha abierto a la empresa que sufrió el incendio sigue adelante. "Estamos determinando todas las afectaciones, no sólo al agua, también a la biodiversidad, al aire y otros vectores, como el suelo", dijo Calvet. Entonces, "llegaremos hasta el final con la exigencia de responsabilidades y con la resolución de estas afectaciones ambientales", ha enfatizado.