Las visitas a Sogama crecen un 3,5% durante el primer semestre de 2018

El interés por conocer la actividad de Sogama in situ crece de forma exponencial y cada vez son más las personas de distintos sectores sociales las que se acercan al complejo medioambiental de Cerceda (A Coruña) para comprobar su operativa y seguir el itinerario del residuo desde que entra en esta infraestructura hasta que sale convertido en recurso, bien a través de su clasificación para ser reciclado, bien mediante la recuperación energética, en el caso de la fracción no reciclable.

Aunque escolares y universitarios constituyen los grupos más fieles al programa de visitas de Sogama, lo cierto es que otros colectivos tales como asociaciones de consumidores, de amas de casa, y delegaciones políticas y extranjeras están cada vez más presentes, prueba evidente de la expansión de un programa referente en el sector de la educación ambiental por el que ya han pasado cerca de 75.000 personas.

A pesar de que la parada técnica anual del complejo medioambiental de Cerceda coincidió en el mes de mayo, el número de visitas durante el primer semestre del año en curso se vio incrementado en un 3,48%, pasando de las 2.386 de 2017 a las 2.469 de 2018.

Un riguroso protocolo diseñado por la empresa articula todo el procedimiento: desde el propio momento en que la visita es solicitada por los interesados hasta que es confirmada por la empresa y efectuada en el día designado. Las estrictas normas de seguridad rigen un modus operandi al que pueden acogerse los mayores de 9 años con grupos máximos conformados por 50 miembros, siendo éstos a su vez distribuidos en subgrupos.

Educadores especializados se encargan de atender a los distintos colectivos, estableciendo un plan de actuación, a nivel de contenidos, recursos didácticos de apoyo y recorrido guiado, que varía en función de la edad de sus integrantes y nivel educativo. Con ello se intenta dar una respuesta efectiva a sus demandas, intereses y expectativas.

Tras la sesión teórica, los grupos realizan un recorrido por las distintas instalaciones que conforman el complejo cercedense. De esta forma se les da la oportunidad de ver la planta de clasificación, a donde llegan los materiales recogidos a través de los contenedores amarillos para ser separados por tipologías y remitidos a los centros recicladores. Acto seguido, se adentran en la planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, instalación en la que se recepciona la basura convencional o bolsa negra, procediendo a la segregación de los materiales susceptibles de ser reciclados (acero, aluminio y vidrio) y transformando el resto en un combustible CDR que es valorizado energéticamente en una planta termoeléctrica. En este sentido, cabe recordar que la energía producida en Sogama se podría abastecer al 12% de los hogares gallegos.

La ampliación de Sogama, a buen ritmo

En el marco del proyecto de ampliación de Sogama, la previsión es que, a finales de este año, esté concluida la primera fase, entrando en operación la nueva planta de clasificación para la selección de los envases contenidos en el residuo genérico. A partir de entonces, se activará la segunda fase, que estará culminada a finales de 2019, convirtiéndose el complejo medioambiental de Cerceda en la infraestructura de sus características más grande y eficiente de Europa, y una de las mayores del mundo.

Su capacidad de tratamiento se incrementará en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas anuales a 1 millón, y su contribución al reciclaje se multiplicará por cuatro, destinando a vertido, única y exclusivamente, la parte de los desechos que no se pueda reciclar ni valorizar material y/o energéticamente. Su pretensión es llegar al vertido técnico cero, máximo exponente de la economía circular.