Objetivos de Desarrollo Sostenible, el nuevo motor para el cambio

“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. El gran matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo Arquímedes de Siracusa, uno de los científicos más importantes de la antigüedad clásica, lanzó esta famosa máxima al descubrir la ley de la palanca. Hay momentos en la historia que requieren grandes transformaciones y puntos de apoyo para lograrlas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en 2015 por Naciones Unidas junto con la Agenda 2030, constituyen un motor para el cambio similar a la palanca de Arquímedes. La clave para lograr este ambicioso programa es alcanzar, tal como figura entre sus propios principios, una alianza efectiva entre el sector público y la iniciativa privada, única vía para movilizar los recursos y la suma de capacidades que requiere el desafío que afrontamos. 

Soluciones contra el cambio climático

La 25 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), que se celebrará en Chile en noviembre de este año, debe ser el gran escaparate para que el Gobierno y las empresas españolas (las segundas inversoras en el país austral tras las norteamericanas) muestren al mundo su catálogo de servicios y conocimiento para liderar los ODS y la nueva economía circular, llave maestra para el gran salto adelante en sostenibilidad. Después del gran acuerdo de París y de la pasada reunión de Katowice será el momento para visualizar la integración del sector privado, en cooperación con el sector público, en la búsqueda de soluciones para frenar el cambio climático.

Suez y el desarrollo sostenible

El agua juega un papel central en el nuevo tablero de juego. Suez España, que ha incorporado plenamente los ODS a su modelo empresarial y a su forma de relacionarse con la sociedad, estableció en su plan estratégico de desarrollo sostenible un total de nueve compromisos relacionados con la contribución a la calidad de vida de las personas y a la preservación del planeta. El primero, y más importante, es garantizar el acceso al agua a todas las personas en situación de vulnerabilidad. El agua es un derecho humano, tal como estableció Naciones Unidas. Por ello, el grupo, consciente de su responsabilidad, creó en 2012 en Barcelona un fondo de solidaridad pionero para atender a las familias que no podían hacerse cargo del recibo por motivos económicos. De esta manera, se asegura que ningún hogar se quede sin suministro por motivos económicos. Gracias a un efectivo sistema de colaboración con los servicios sociales de los municipios, titulares siempre del sistema de suministro,  y con organizaciones de ayuda a los más necesitados, Suez se convirtió en el primer gran grupo de servicios en aplicar este ‘cortafuegos’ contra la pobreza y a favor de la dignidad de los seres humanos.

El sexto propósito incluido en los ODS es universalizar el acceso al agua limpia y a un saneamiento de calidad. Desde la comodidad de nuestras vidas en Occidente es difícil imaginar el calvario que sufren en su día a día los 2.000 millones de personas que en diferentes puntos del planeta, sobre todo en África y algunas zonas de Asia, no tienen una vía segura para acceder a agua potable o carecen de sistemas de saneamiento. El agua es vital para la vida. Y también para las ciudades, que concentrará en 2050 a la mayoría de los más de 9.000 millones de habitantes del planeta.

Alianzas público-privadas

La envergadura de los ODS hizo que sus promotores incluyeran como último punto (el número 17) el establecimiento de las alianzas necesarias para conseguirlos. Chile, donde Suez ha impulsado proyectos pioneros en economía circular como las biofactorías, será el lugar adecuado para volver a encontrar un punto de apoyo común contra el cambio climático. Precisamente este proyecto recibió el pasado año el premio Momentum for Change de la ONU en el marco de la COP24.