Combustibles derivados de residuos frente a la bajada de precios de los combustibles fósiles
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Estamos viviendo una guerra de precios en los combustibles fósiles que a priori y sobre el papel puede hacernos pensar que es el “final” de los combustibles alternativos. Ante esta situación conviene recordar la razón de ser de estos y más precisamente del CDR: Reducción de emisiones de efecto invernadero, ahorro de combustibles fósiles para futuras generaciones, recuperación de la energía de residuos, reducción de necesidad de crear vertederos y sus emisiones de gas metano y reducción de coste energético del país.
Actualmente tenemos una coyuntura socio política compleja que está provocando una guerra de precios en las materias primas. Esta situación está favoreciendo en gran medida la recuperación económica tras la fuerte crisis sufrida en los últimos años en todo el territorio europeo y norteamericano. A pesar de esto, en otros sectores, si se mantiene esta tendencia bajista en el precio de los combustibles fósiles, pueden ser víctimas y propiciar un fuerte retroceso tecnológico. Este es el caso de los combustibles sólidos recuperados. En el presente, existe un desarrollo de conocimiento muy amplio en este proceso de transformación. Franssons, máquinas de reciclaje, es capaz de realizar proyectos completos llave en mano de instalaciones de transformación energética, procesando residuos industriales desde su vertido de camión, hasta su introducción en el intercambiador de cualquier fábrica de cemento, magnesio, térmica o industria con procesos de combustión alimentados por coke de petróleo, gas natural o fuel.
El tratamiento de residuos industriales no es un asunto sencillo debido a la gran heterogeneidad de los productos que lo componen, tales como cartón, gomas, plásticos de diversos tipos, alguna fracción de residuos urbanos y lo que es más complicado, ciertos porcentajes de intriturables. Todo esto dificulta su tratamiento y conminución de tamaño obligando a instalar equipos muy robustos y altamente eficientes que ofrezcan una alta disponibilidad técnica y un mantenimiento sencillo y rápido.
Existen diversos puntos claves para desarrollar con éxito un proyecto completo adherido a una central térmica o cementera. El primero es conseguir un punto de carga y alimentación a la línea de tratamiento que permita mediante un pulpo, hacer una preselección de materiales y una carga eficaz del triturador primario para obtener su mayor rendimiento minimizando la introducción de intriturables al proceso que disminuirían la disponibilidad técnica de la línea. A continuación una etapa de trituración primaria eficaz y con capacidad alta de producción para pasar a una etapa de trituración secundaria basada en un equipo con capacidad de obtener un producto de una granulometría determinada. En este caso se pueden hacer varias interpretaciones introduciendo etapas intermedias de clasificación y retrituración que dependiendo de la tipología funcionan mejor de una manera u otra.
La etapa de almacenamiento antes de la introducción en el proceso de combustión, cuenta con una importancia vital para permitir tener una máxima optimización del poder calorífico del CDR y una alimentación adecuada al horno, permitiendo regular la temperatura del mismo de una manera óptima. El lugar de almacenamiento será en diferentes fosos que permitan el almacenamiento de diversos productos con distintas capacidades caloríficas y humedades que posibilitarán el uso de un tipo u otro para mantener el régimen del horno según desee el operador. La carga del mismo se realiza en el intercambiador (puede ser en otros puntos en función de la configuración de la fábrica) mediante una cinta de cadenas y una válvula de clapetas.
El conocimiento de todos estos procesos es fundamental para poder obtener un combustible de calidad y a un precio competitivo que permita ser una alternativa real en esta época frente a los combustibles tradicionales. Si estudiamos los poderes caloríficos de unos combustibles y otros, vemos que no difieren mucho siendo de 4500-5000 Kcal/Kg frente a 6000 Kcal/kg para el carbón o de 7700 Kcal/kg para el coque. En cuanto a emisiones el CDR siempre será ganador presentando menos emisiones de partículas, SO2, Hg, etc. También hay que tener en cuenta todos los permisos de emisiones de CO2 que se obtienen por el consumo de este tipo de combustible, sin los cuales, seria prácticamente imposible realizar actividades que requieran combustión en países Europeos.
Como conclusiones debemos quedarnos con que la caída de precios no debe de influir en el apoyo a estas nuevas tecnologías y procesos, los cuales deben de ser reglados para poder competir con todas las armas y en igualdad de condiciones con las circunstancias del mercado económico de materias primas.