La UE propone normas más restrictivas para el traslado transfronterizo de residuos

El Consejo Europeo ha adoptado su mandato de negociación para iniciar conversaciones con el Parlamento Europeo sobre una propuesta para actualizar la legislación de la UE sobre traslados transfronterizos de residuos. El objetivo es garantizar que los envíos internacionales de desechos no representen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente, y promover el uso de desechos como recurso en una economía circular.

"No podemos seguir exportando nuestros problemas de residuos. Este reglamento nos dará mejores garantías de que los residuos que enviamos al exterior no dañan la salud y el medio ambiente. Dentro de la UE, fomentará el uso de residuos como material secundario para que los residuos puedan aportarnos un valor económico positivo y contribuir a una economía más circular", alerta Romina Pourmokhtari, ministra sueca de Clima y Medio Ambiente

Reglas más efectivas

La propuesta de revisión del reglamento de traslado de residuos tiene los siguientes objetivos:

• Asegurarse de que los residuos solo se envíen a destinos donde se traten adecuadamente

• Modernizar, armonizar y digitalizar los procedimientos para los envíos dentro de la UE, y promover el transporte de residuos destinados al reciclaje

• Abordar los envíos ilegales de desechos que pasan desapercibidos debido a procedimientos divergentes y falta de control

El Consejo, en su mandato de negociación, ha estado de acuerdo con los objetivos generales de la nueva propuesta. Acordó, en particular, prohibir las exportaciones de residuos para su eliminación en otro estado miembro, excepto bajo condiciones estrictas, y prohibir los envíos de residuos no peligrosos a países no pertenecientes a la OCDE, a menos que lo consientan expresamente y puedan demostrar que tratan los residuos de manera ambientalmente racional. 

El organismo ha introducido varias aclaraciones y cambios. En particular, agregó un objetivo para alcanzar la "neutralidad climática" a los objetivos de la directiva. También armonizó una serie de definiciones, por ejemplo, sobre "envío", "envío ilegal", "notificador", "ruta", en todo el texto y las hizo coherentes con otros actos legislativos. 

Envíos dentro de la UE

El Consejo ha introducido plazos más realistas en el procedimiento de consentimiento y notificación previa por escrito, 'PIC'. De acuerdo con este procedimiento, los exportadores deben notificar y recibir una confirmación por escrito de los países de envío, destino y tránsito antes de la exportación. Además, el Consejo se esforzó por reducir la carga administrativa y adecuar el procedimiento 'PIC' al procedimiento tal como se aplica actualmente en los Estados miembros.

En lo que respecta a los denominados "residuos incluidos en la lista verde", para los que se aplica un procedimiento menos estricto, el Consejo introdujo requisitos más estrictos para mejorar el control de estos flujos de residuos y un procedimiento de devolución en caso de que sus envíos no puedan completarse según lo previsto.

Para las obligaciones de devolución en el caso específico de envíos ilegales, el Consejo añadió la posibilidad de acuerdos alternativos para la recuperación o eliminación de los residuos en lugar de aplicar un procedimiento de devolución.

El Consejo apoyó la racionalización y digitalización de los procedimientos de notificación, consentimiento e información para envíos dentro de la UE para garantizar la claridad y la coherencia en todo el reglamento en relación con el sistema de intercambio electrónico de documentación

Exportaciones de residuos

Para los envíos fuera de los estados miembros de la UE, el Consejo acordó que las instalaciones de gestión de residuos en el país de destino deben ser auditadas por organismos independientes cada tres años. Las auditorías probarían que las instalaciones tratan los desechos de manera ambientalmente racional y los operadores solo podrían exportar desechos a estas instalaciones si este fuera el caso. Los estados miembros propusieron establecer un registro mantenido por la Comisión, que contenga información sobre las instalaciones que han sido sujetas a una auditoría para ayudar a los exportadores de desechos a prepararse para los envíos. Sin embargo, los exportadores seguirían teniendo la responsabilidad de que sus exportaciones fueran ambientalmente racionales. El Consejo también aclaró qué residuos, especialmente los que no figuran en la lista, pueden exportarse y cómo.

El Consejo acordó facultar a la Comisión para que adopte actos de ejecución que establezcan criterios para diferenciar entre productos usados ​​y residuos, a fin de evitar que los residuos se introduzcan de contrabando como productos usados. La Comisión también podría armonizar la clasificación de los residuos a nivel de la UE, en particular mediante la adopción de actos delegados para establecer criterios, como umbrales de contaminación en los residuos, para determinar qué tan dañinos son y evitar malentendidos sobre si deben estar sujetos al procedimiento de notificación.

Envíos ilegales

El Consejo estuvo de acuerdo con la propuesta de la Comisión de establecer un grupo de control de envíos de residuos, que facilitaría y mejoraría la cooperación y coordinación entre los estados miembros, con el fin de prevenir y detectar envíos ilegales.

Los Estados miembros acordaron facultar a la Comisión para llevar a cabo acciones de investigación y coordinación con respecto a los envíos ilegales. Estas acciones apoyarían y complementarían las actividades de aplicación de la ley de los estados miembros, pero no interferirían con los procesamientos o procedimientos legales nacionales.

En cuanto a las sanciones por infracciones, el Consejo agregó flexibilidad para que los estados miembros adapten las disposiciones sobre sanciones a sus diferentes sistemas legales nacionales.

Las disposiciones relativas a la Comisión se aplicarían inmediatamente, mientras que la principal fecha de aplicación del nuevo Reglamento debería ser 24 meses después de su entrada en vigor

Otros cambios

El Consejo incluyó una disposición de consentimiento tácito para envíos entre una región ultraperiférica y su estado miembro en tránsito a través de otro estado miembro. También agregó la posibilidad de oponerse a las importaciones de residuos municipales mixtos destinados a la recuperación debido a las circunstancias nacionales o al riesgo de que los residuos no se recuperen de manera ambientalmente racional.

El organismo está ahora listo para iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo para acordar la forma final de la legislación. Una vez que se haya llegado a un acuerdo provisional, el texto final deberá ser adoptado formalmente por ambas instituciones.

Contexto

El reglamento de envío de desechos implementa las disposiciones del Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su eliminación y la decisión correspondiente de la OCDE en la legislación de la UE.

El reglamento de envío de residuos de la UE cubre la exportación e importación de residuos de la UE a terceros países, así como los envíos entre los Estados miembros de la UE de residuos peligrosos y no peligrosos.

El reglamento prohíbe en particular la exportación de residuos peligrosos de países de la OCDE y de la UE a países no pertenecientes a la UE ni a la OCDE. El reglamento también establece procedimientos de notificación y consentimiento para traslados de residuos.

Desde la adopción del reglamento en 2006, las exportaciones de residuos de la UE a terceros países han aumentado considerablemente, en particular a países que no son miembros de la OCDE. La falta de disposiciones detalladas para garantizar que los desechos se manejen de manera sostenible en los países de destino ha dado lugar a una aplicación débil y desafíos ambientales y de salud pública en esos países.

La Comisión adoptó su propuesta de actualizar el Reglamento sobre traslado de residuos el 17 de noviembre de 2021.