La crisis hídrica en México exige masificación del reúso de agua

La crisis hídrica en México exige masificación del reúso de agua
La crisis hídrica en México exige masificación del reúso de agua
06-11-2019
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El crecimiento poblacional, el aumento de la actividad económica y el calentamiento global han llevado a la sobre explotación de las reservas de agua dulce de México. Para revertir esta situación, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso, ALADYR, insta a los sectores público y privado a trabajar unidos para la adopción las tecnologías y procesos que les permitan alcanzar la seguridad hídrica.

De acuerdo a Víctor Casarreal, representante de la asociación en México, en el país ya existen varios ejemplos de reúso de agua que denotan la voluntad de migrar a procesos de gestión hídrica sostenible.

No obstante, según Casarreal, el acelerado deterioro de las fuentes naturales de agua dulce por sobreexplotación y polución, hace necesario que los procesos sean masificados mediante incentivos normativos y fiscales.

“Debería de haber un incentivo para el reúso. Hoy se cumplen con una normatividad de descarga y esta no garantiza que el efluente (residuos líquidos emanados de cualquier actividad industrial o doméstica) pueda reusarse”, agregó el especialista para enfatizar la necesidad de actualizar el marco legal vigente.

En términos generales, el planteamiento apunta a que el reúso debe ser normativamente viable para que este se prefiera sobre la extracción del acuífero o la fuente de agua superficial.

“Existen casos como el de la planta de Audi en San José de Chiapa, en el estado de Puebla, donde mediante tecnologías como la ósmosis inversa y la microfiltración se trata el agua para ser reusada dentro de la planta, lo que reduce considerablemente el uso de fuentes externas y elimina casi en su totalidad la descarga de aguas residuales”, mencionó el directivo de ALADYR para referirse a las prácticas que difunde la asociación para procurar una gestión sostenible del recurso hídrico.

Reiteró que a pesar de que esta es una tendencia que adoptan cada vez más empresas compelidas por la escasez de agua y las demandas de incorporación de procesos sostenibles por mayor conciencia ecológica de la población, aún existe una brecha importante que debe cubrirse para garantizar el acceso de las futuras generaciones al líquido.

El caso DF

Ciudad de México recibe una mayor precipitación al año que Londres pero no se aprovecha para la renovación de las fuentes naturales de agua. Entonces, la principal fuente de agua de la urbe es subterránea, seguida de cuerpos superficiales que según el gremialista “ofrecen cada vez menos oportunidad de extracción, como en el caso del río Cutzamala”.

Expertos aseguran que la urbe podría quedar virtualmente sin suministro de agua para 2030. Esta afirmación también se fundamenta en el estudio del Banco Mundial que expresa que si no se toman los correctivos necesarios, 50% del centro de la urbe quedará desabastecida e irá empeorando.

Adicionalmente, de acuerdo al Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) México es el quinto país con el mayor consumo per cápita de agua del mundo con 366 litros diarios por persona, mientras que la Organización Mundial para la Salud (OMS) considera óptimo el acceso a 110 litros diarios por persona. Estiman que el uso en la capital podría ascender a 550 litros por día en una distribución desigual que contrasta el servicio interrumpido para algunos sectores y el abuso en otros. Otro dato preocupante está en el índice de pérdida de agua en la red pública de distribución que según fuentes oficiales oscila el 50%.

A esto, Casarreal opina que es urgente un programa para captar agua de lluvia. “A mayor población, mayor estrés hídrico. No nos podemos dar el lujo de desperdiciar el agua pluvial”.

También expuso que no existe un programa para reinyectar el recurso en los acuíferos (depósitos subterráneos de agua natural) y que es de primera necesidad por cuanto estos son de lenta regeneración natural.

Para el experto en agua, una de las claves para procurar la seguridad hídrica de la metrópolis mexicana está en la potabilización de aguas residuales. Es decir, que no se desperdicie ni una gota del líquido.

Aclaró que existen mecanismos para potabilizar el agua a partir de los efluentes más contaminados y llevarla a una pureza incluso mayor que la extraída de la fuente inicial. Enumeró casos de experiencias exitosas de reúso de agua para uso doméstico y residencial. Entre ellos Singapur y algunas ciudades de Estados Unidos como Orange County.

“Existen limitantes normativas y culturales para el reúso domésticos de aguas residuales, pero para México y específicamente para Ciudad de México se hace un necesidad imperante ante la situación de estrés hídrico que padece y que se agravará en un futuro próximo”, decretó Casarreal.

El reúso de agua será uno de los ejes principales de las disertaciones en el seminario de Desalinización, Reúso y Tratamiento de Aguas y Efluentes que llevará a cabo ALADYR en la Ciudad de México los días 13 y 14 de noviembre.

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