La nueva estrategia sobre residuos del AMB ya da sus frutos: crece la recogida selectiva

Por primera vez desde el inicio de la década, el AMB rompe el estancamiento de la recogida selectiva en el territorio metropolitano gracias al cambio de modelo de determinados municipios
22-11-2018
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El AMB ha presentado la previsión de los datos de recogida selectiva en los municipios de la metrópoli para el año 2018. A escala global, hay que destacar que se prevé pasar del estancamiento en torno al 33% registrado desde inicios de la década, a superar el nivel del 35%, en una tendencia de crecimiento que se prevé que siga de cara el 2019 con la continuación del desarrollo de sistemas de recogida individualizada en más municipios.

Estas mejoras suponen los primeros frutos de la estrategia puesta en marcha por el gobierno metropolitano, que tiene como objetivos reducir la generación de residuos, clasificar correctamente cada fracción para dar el tratamiento adecuado a cada material, y extraer el máximo de recursos y de energía a partir de los residuos.

Según Eloi Badia, vicepresidente de medio ambiente de la AMB, "estamos demostrando que el cambio de modelo impulsado por la AMB y basado en una mayor individualización de la recogida funciona. Pocos meses después de poner en marcha la línea de ayudas de 4 millones de euros a los ayuntamientos para proyectos de mejora de la recogida selectiva, empezamos a ver resultados claros".

Evolución de la recogida por fracciones en la última década

Dentro del aumento generalizado de la recogida selectiva en todas las fracciones, son las de papel / cartón (que se encuentra en un 40%) y materia orgánica (situada en un 33%) las que han experimentado una crecida mayor. En cuanto a los envases ligeros y el vidrio, el aumento ha sido más moderado, y actualmente se sitúan en un 30% y un 58%, respectivamente.

El aumento de recogida de materia orgánica es un hecho especialmente positivo, ya que cuando ésta es depositada de manera errónea en el contenedor gris de resto no sirve para ser transformada en compost y metano para obtener energía. Aparte, la materia orgánica mal clasificada en origen, supone un problema ambiental, además de encarecer de manera importante su tratamiento.

Variación interanual de la recogida selectiva y el resto

Al conjunto de la metrópolis -como en el resto de Catalunya- la generación de residuos sigue en tendencia creciente sin interrupción desde el año 2013. Sin embargo, este 2018, por segundo año consecutivo, se ha reducido el incremento de resto y, por primera vez desde el 2010, el crecimiento de la recogida selectiva supera el de la fracción resto. Así, la cantidad de recogida selectiva se incrementará en más de 50.000 toneladas respecto 2017 y superará las 500.000 toneladas en 2018, lo que representa un 13% más de materiales reciclados que el año anterior.

Sin embargo, durante este 2018, cada habitante habrá producido más de 450 kg de desechos. Al respecto, Badia ha manifestado que "es urgente la aprobación de una nueva ley catalana de residuos que incorpore criterios de prevención y eficiencia en el uso de los recursos".

Municipios comprometidos con el cambio: individualizando la recogida

El aumento de la recogida selectiva se ve impulsado por una serie de municipios que crecen más que la media. Estos municipios se han sumado a la estrategia de la AMB, y han adoptado sistemas que individualizan la recogida como la recogida puerta a puerta y los circuitos de recogida comercial. Así, los municipios de Torrelles de Llobregat, Molins de Rei, Castellbisbal, Castelldefels, Sant Just Desvern y Montgat han experimentado aumentos atribuibles a estos cambios de modelo.

También cabe destacar el caso de éxito del barrio de Sarrià, que tras apostar por el sistema puerta a puerta, ha aumentado del 19% al 55% su índice de recogida selectiva.

 

Datos de recogida selectiva por municipio: a mejor separación, menos coste

En vista de los resultados presentados, a finales del 2018 ya habrá 6 municipios metropolitanos que superen los objetivos marcados con horizonte 2020:

Estos municipios, con unas cifras de recogida superiores a la media metropolitana, también tienen que hacer frente a unos importes de la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR) más reducidos.

En los municipios que tienen mejores niveles de recogida selectiva (como Torrelles de Llobregat), cada hogar puede llegar a pagar entre 20 y 30 euros anuales, mientras que los que tienen peores niveles (como Cervelló) se superan los 60 euros por hogar. Así pues, una mejor recogida selectiva no implica sólo una menor presión sobre el medio ambiente, sino un ahorro importante para la ciudadanía y los ayuntamientos.

Según Badia, "el cambio de tendencia apenas ha comenzado. El reto de la AMB en los próximos años es extender este nuevo modelo a toda la metrópolis. Algunos municipios, sobre todo los más grandes, todavía tienen mucho trabajo pendiente de cara a mejorar su recogida, y nos estamos quedando sin tiempo; no queremos llegar al punto de recibir sanciones por parte de Europa. Estos municipios, que deben ser conscientes del esfuerzo que deben hacer, tendrán todo el apoyo de la AMB para mejorar sus resultados ".

Según el sistema de incentivos creado por el AMB, el ahorro que esta obtenga en el tratamiento de residuos gracias a unos buenos resultados será transferido a los propios municipios, para que puedan continuar aplicando mejoras. La AMB calcula que el cumplimiento de los objetivos europeos ahora permitiría reducir en 15 millones de euros el coste actual de 140 millones anuales. En caso contrario, el coste del tratamiento podría llegar a aumentar en 45 millones de euros de ahora 2025.

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