Luz solar para limpiar el agua: un estudio demuestra que puede eliminar bacterias resistentes de aguas regeneradas

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Cartago prueban con éxito tratamientos solares para desinfectar aguas residuales destinadas al riego agrícola

El uso de aguas regeneradas para el riego agrícola se ha convertido en una práctica común en muchos territorios con escasez hídrica. Aunque estas aguas cumplen la normativa y ayudan a cerrar el ciclo del agua, pueden contener residuos de antibióticos que, con el tiempo, convierten los suelos en incubadoras de bacterias resistentes.

Un nuevo estudio internacional liderado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Cartago (Túnez) ha evaluado si los tratamientos solares avanzados pueden eliminar estas bacterias y hacer el agua más segura para su reutilización.

 

Agua regenerada y bacterias resistentes

La investigación, desarrollada principalmente en el Laboratorio de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la ETSI de Caminos, Canales y Puertos (ETSICCP) de la UPM, ha probado una técnica sencilla y económica: exponer el agua a la luz solar en tanques poco profundos, añadiendo pequeñas dosis de hierro y agentes oxidantes inocuos. El proceso genera moléculas muy reactivas, similares al agua oxigenada, que atraviesan la pared celular de las bacterias y destruyen su ADN.

Los ensayos se realizaron con muestras de agua y suelo agrícola de tres parcelas: una nunca regada con aguas residuales, otra con cinco años de riego y otra con veinticinco. Los resultados son prometedores: el tratamiento eliminó millones de bacterias por mililitro en menos de dos horas, incluso en suelos con exposición prolongada. Esto supone un avance clave para garantizar la seguridad del uso de aguas regeneradas en riego agrícola, zonas verdes o usos industriales.

 

 

¿Solución o nueva amenaza?

Sin embargo, el estudio también advierte sobre una posible paradoja. Algunas bacterias supervivientes lograron adaptarse y desarrollar mayor resistencia en ciclos de vida posteriores. Incluso se observó el fenómeno de antibiotrofia, en el que ciertas bacterias son capaces de "alimentarse" de los antibióticos presentes en el agua. Aunque preocupante, esta capacidad también podría aprovecharse en el futuro para descontaminar entornos afectados por residuos farmacéuticos.

 

“Los tratamientos solares son eficaces, pero deben aplicarse con cautela. A veces, incluso una herramienta brillante como el sol puede tener un lado oscuro si no se usa con cuidado”, concluye el profesor Stefanos Giannakis, coautor del estudio.

 

Un proyecto con proyección internacional

La investigación se enmarca en el proyecto ARPHILAKE, financiado por la Agencia Estatal de Investigación dentro del programa internacional JPIAMR sobre resistencia antimicrobiana. El equipo agradece también la colaboración del CRDA de Ariana (Túnez), que facilitó las muestras de suelo.

Este trabajo no solo abre nuevas posibilidades para el tratamiento sostenible de aguas residuales, sino que también plantea interrogantes sobre la resistencia bacteriana en suelos agrícolas y la necesidad de seguir investigando antes de aplicar estas soluciones a gran escala.

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