Nuevas reglas para promover la reutilización del agua en la agricultura
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El crecimiento demográfico, la urbanización y el turismo contribuyen a la escasez de agua y a la sequía en muchas zonas de Europa, en concreto en la región del Mediterráneo. Los recursos hídricos están sometidos a estrés y esta situación tiende a empeorar debido al cambio climático. Según un estudio de la Comisión Europea, en 2030, la mitad de las cuencas de los ríos europeos podrían sufrir escasez de agua.
Los eurodiputados votaron el 12 de febrero una propuesta sobre la reutilización del agua para proteger los suministros europeos de agua dulce. Las nuevas reglas tienen como objetivo promover el uso de aguas residuales tratadas para el riego agrícola, que representa aproximadamente la mitad del agua que se usa anualmente en la UE. El aumento de la reutilización del agua en la agricultura podría ayudar a reducir el estrés hídrico en un 5% anual.
Para garantizar la salud humana y los cultivos, la propuesta define los requisitos mínimos de la calidad de agua y requiere realizar análisis frecuentes, así como planes de gestión de riesgos realizados por las instalaciones de tratamiento. Las autoridades competentes de los Estados miembros son las encargadas de la evaluación de riesgos del agua reutilizada y de conceder los permisos pertinentes.
Unas normas uniformes en toda la UE pueden igualar las condiciones de los operadores de plantas de recuperación de aguas residuales, así como de los agricultores y evitar los obstáculos a la libre circulación de productos agrícolas.
“Podríamos incrementar el volumen de agua reutilizada hasta 6.600 millones de metros cúbicos anuales en 2025, desde los 1.100 millones actuales. Con una inversión de menos de 700 millones de euros podríamos evitar la extracción directa del 5% de las masas de agua y reservas subterráneas”, destacó la ponente parlamentaria del texto, Simona Bonafé (S&D, Italia).
Próximos pasos
La ley salió adelante con 588 votos a favor, 23 en contra y 66 abstenciones. Las negociaciones con los ministros de la UE podrán empezar una vez hayan fijado su propia posición.
Contexto
Los recursos hídricos están bajo creciente presión en la UE, lo que conlleva escasez y deterioro de la calidad. El calentamiento global, los patrones climáticos impredecibles y la sequía están restringiendo la disponibilidad de agua dulce necesaria para el desarrollo urbano y de la agricultura.
Extender el uso de aguas residuales tratadas, especialmente en la agricultura, contribuiría a limitar la extracción de agua. Según la Comisión Europea, la frecuencia e intensidad de las sequías y su impacto económico y medioambiental ha aumentado de manera drástica en los últimos treinta años.