Avanzar hacia la contaminación cero significa vivir vidas más saludables
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La contaminación ambiental afecta a nuestra salud y a nuestra calidad de vida. Las evaluaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) han puesto de relieve estos efectos y los posibles beneficios ligados a un medio ambiente más limpio. Cada una de las medidas adoptadas para evitar la contaminación en Europa permitirá prevenir casos de cáncer y mejorar nuestra calidad de vida.
Los problemas de salud y las muertes prematuras no solo se ceban en las personas directamente afectadas, sino también en los familiares, amigos y el personal sanitario encargado de la atención a los enfermos. Cada muerte prematura equivale a la pérdida de un familiar; cada día de enfermedad es un día de baja en la escuela o en el trabajo, así como un día de atención o de tratamiento para los cuidadores. El sufrimiento humano y los costes económicos derivados de las muertes prematuras y las enfermedades constituyen una carga pesada para las personas, las familias y las sociedades por igual. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto nuestro grado de vulnerabilidad frente a una crisis sanitaria a gran escala. La contaminación medioambiental es una crisis sanitaria igualmente generalizada, pero de propagación más lenta.
Reducir los niveles de PM2.5
La AEMA ha publicado múltiples evaluaciones centradas en la contaminación medioambiental y en sus efectos sobre la salud. Su último informe sobre la calidad del aire indica que décadas de actuación contra la contaminación atmosférica han contribuido a mejorar significativamente la calidad del aire en todo el continente. Ello ha permitido reducir las muertes prematuras provocadas por la contaminación atmosférica, pero unas 300 000 personas al año siguen perdiendo la vida prematuramente en la UE debido a la exposición a un único contaminante del aire: las partículas finas. Más de la mitad de estas muertes prematuras podrían evitarse si los Estados miembros de la UE redujeran sus niveles de PM2.5 a los valores recogidos en las directrices de la OMS.
Sus evaluaciones también ponen de manifiesto que la carga de morbilidad provocada por factores ambientales no se distribuye en términos similares ni en toda Europa ni entre los diversos grupos de población. No es de extrañar que en zonas donde la contaminación ambiental es elevada
La salud en el punto de mira
Avanzar hacia la contaminación cero significa vivir vidas más saludables en Europa también lo son sus efectos sobre la salud. De la misma forma, en las zonas en las que se han reducido los niveles de contaminación y de exposición también se aprecian mejoras en la salud.
Algunas regiones y grupos, como los niños de corta edad y las personas mayores, están más expuestos a la contaminación y son más propensos a sufrir los efectos sobre la salud debidos a diferentes vulnerabilidades. El sufrimiento prolongado provocado por una enfermedad puede deteriorar significativamente la calidad de vida no solo desde el punto de vista físico, sino también desde el económico y social. El periodo pandémico y sus confinamientos también han puesto de manifiesto hasta qué punto podemos ser vulnerables cuando experimentamos aislamiento o una dolencia prolongados.
Lo positivo es que mucha de esta carga de morbilidad provocada por factores ambientales se puede evitar si adoptamos medidas para mejorar el estado del medio ambiente y avanzamos hacia la contaminación cero. En junio, la AEMA publica una evaluación que examina los casos de cáncer y sus determinantes ambientales. Su estudio examina una amplia gama de contaminantes y muestra que una parte significativa de los cánceres en Europa guardan relación con exposiciones medioambientales y laborales. Es decir, que estos casos de cáncer pueden prevenirse si adoptamos medidas más contundentes para reducir la contaminación.
La nueva evaluación es la primera de una serie de informes centrados en los beneficios para la salud derivados de la mejora del medio ambiente
Atlas de salud ambiental
En las próximas semanas actualizarán su visualizador de la calidad del aire urbano, que pone claramente de manifiesto que en algunas ciudades el aire es mucho más limpio que en otras. También estamos evaluando las pruebas sobre cómo afecta la contaminación del aire a los menores y qué es posible hacer para protegerlos. El ruido es otro contaminante que suscita preocupación en las ciudades, algunas de las cuales están logrando reducir la contaminación acústica y garantizar espacios tranquilos en zonas verdes urbanas. Toda esta información se recopilará en un atlas de salud ambiental, que también se publicará durante el primer semestre del próximo año.
Su trabajo sobre los determinantes medioambientales de la mala salud en Europa guarda estrecha relación con el trabajo sobre la contaminación cero, y, en este sentido, tienen previsto publicar una evaluación de referencia sobre los objetivos establecidos en el Plan de Acción para la Contaminación Cero de la UE. Uno de los elementos clave de este plan de acción es prevenir la contaminación en su origen, en lugar de abordarla a posteriori, lo que ayudaría a evitar efectos negativos tanto sobre la salud humana como sobre el medio ambiente. Su evaluación de referencia no solo examinará los vínculos con la salud, sino también con los ecosistemas y los sistemas sociales de producción y consumo.
Cada acción y cada inversión destinadas a reducir la contaminación de acuerdo con el Plan de Acción para la Contaminación Cero de la UE mejorará la salud de todos y la salud de nuestro medio ambiente. En último término, el mejor tratamiento es la prevención.