
El coste oculto de las paradas no planificadas: impacto industrial y claves para prevenirlo
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Diversos estudios sectoriales y organismos internacionales coinciden en un dato preocupante: las paradas no planificadas pueden representar entre un 5% y un 20% de las pérdidas anuales de producción. Este hecho pone de relieve la necesidad urgente de implantar estrategias sólidas de mantenimiento y gestión de riesgos que contribuyan a reducir interrupciones y a mejorar la eficiencia operativa.
Desde AERZEN, se ha realizado un análisis detallado sobre cómo varía este impacto en función del tipo de industria y su grado de automatización.
Las interrupciones imprevistas en plantas industriales van mucho más allá de un simple contratiempo técnico. Estas situaciones afectan a toda la cadena productiva: desde la avería de maquinaria crítica hasta la disminución de la eficiencia y rentabilidad global. Los costes derivados —reparaciones urgentes, paradas de reinicio, incumplimiento de contratos— suelen ser elevados e inesperados.
En términos generales, los sectores más vulnerables son aquellos que dependen de procesos continuos y que están sometidos a regulaciones estrictas
Industria alimentaria: riesgo elevado por su naturaleza perecedera
Dentro del sector alimentario, fuertemente regulado en materia de higiene y seguridad, una parada inesperada puede traducirse en consecuencias críticas. No solo se producen retrasos en la entrega de productos, sino también pérdidas por deterioro o vencimiento, especialmente en productos perecederos.
Según el informe económico de la FIAB de 2022, las interrupciones no programadas pueden suponer entre el 5% y el 8% del coste operativo anual, cifra que puede duplicarse si las líneas están altamente automatizadas.
Industria farmacéutica: validaciones que multiplican los tiempos de parada
En el entorno farmacéutico, donde los procesos deben ser rigurosamente validados, las paradas no planificadas pueden llegar a suponer hasta un 12% de pérdida de capacidad productiva anual. No se trata solo del tiempo que se deja de fabricar, sino del período adicional requerido para validar nuevamente todos los procesos antes de retomar la producción.
Las consecuencias abarcan desde incrementos de costes hasta riesgos sobre la calidad del producto y la seguridad laboral.
Industria química: el sector más afectado
Por su nivel de complejidad y los riesgos asociados, la industria química es la que soporta el mayor impacto económico frente a una parada no programada. Se calcula que estos eventos pueden implicar hasta un 20% de pérdida de producción anual, a lo que se suman riesgos medioambientales y de seguridad que no deben subestimarse.
En cualquiera de estos sectores, la conclusión es unánime: una sola hora de parada puede equivaler a semanas enteras de recuperación económica.
La propuesta de AERZEN
Para hacer frente a este desafío, AERZEN propone una estrategia clara: realizar mantenimientos periódicos conforme a las recomendaciones del fabricante. Esta práctica no solo permite reducir el riesgo de paradas inesperadas, sino que también contribuye a ahorrar costes, mejorar la eficiencia y asegurar la continuidad operativa.
Tal como afirma la compañía, “con un buen mantenimiento periódico se pueden ahorrar costes inesperados y ganar en eficiencia y tranquilidad”.