
En el marco del Día Mundial del Reciclaje, cuyo origen se remonta a 1998, entrevistamos a Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) y vicepresidenta de la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC), para conocer, de la mano de una de las voces más relevantes del sector, el estado actual de la industria del reciclaje en España y Europa.
En esta conversación, García-Franco repasa los avances más destacados del sector, los desafíos estructurales que enfrenta y las prioridades urgentes en el contexto de la transición ecológica. Junto con ello, pone de relieve el papel estratégico que desempeña el reciclaje en la protección del medio ambiente y la consolidación de una economía circular efectiva. Todo ello en un escenario global marcado por tensiones geopolíticas, como la guerra arancelaria, que subrayan la necesidad de que Europa reduzca su dependencia de materias primas externas.
El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una efeméride que pone en valor el papel del sector en la transición hacia una economía circular. Desde su posición como directora general de la FER, ¿qué relevancia atribuye a este día y por qué es importante para visibilizar el papel del sector?
Para la industria del reciclaje esta efeméride es de suma importancia porque, de alguna manera, sirve para que la sociedad en su conjunto visualice la labor crucial que desarrollan los recicladores para alcanzar un modelo de desarrollo sostenible, basado en el máximo aprovechamiento de los escasos y limitados recursos naturales disponibles. Desde FER, como entidad que representa al sector, consideramos clave dar visibilidad a un trabajo que muchas veces pasa desapercibido, pero que resulta fundamental: el reciclaje, como motor de la circularidad, reduce la dependencia de la Unión Europea de materias primas vírgenes, disminuye el consumo de energía y las emisiones de carbono, y suministra a la industria materiales reciclados.
"El reciclaje es el motor de la circularidad, reduce la dependencia de la UE y disminuye las emisiones de carbono".
La industria del reciclaje ha experimentado una evolución acelerada en los últimos años. ¿Cómo valora la transformación del sector en la última década y cuáles destacaría como sus hitos más relevantes?
La transformación que este sector ha experimentado tanto por su profesionalización como por la llegada de nuevas tecnologías y maquinaria a las plantas de tratamiento de residuos con el cambio de siglo ha sido exponencial. Los recicladores siempre han ido por delante de las normativas y regulaciones porque su visión ha sido, es y será la de convertir la máxima cantidad de residuos en nuevos recursos para la industria. En este sentido, llevan practicando un modelo de economía circular antes incluso de que se acuñara el término. Ahora, una vez que la sociedad y las administraciones públicas son cada vez más conscientes de que sin la industria del reciclaje no será posible un cambio de modelo económico circular y libre de emisiones contaminantes es hora de que su opinión sobre cómo alcanzarlo sea tenida muy en cuenta. Este es quizás el mayor hito para el sector, el de disponer de unas organizaciones fuertes y unidas tanto en España como en Europa donde se tenga en cuenta la idiosincrasia de su trabajo, sus necesidades y demandas para ser el motor de ese cambio de un modelo lineal, basado en el trinomio producir-consumir-tirar a otro en el que se consiga cerrar el ciclo de vida de todos los productos.
"El mayor hito para el sector es disponer de unas organizaciones fuertes y unidas, tanto en España como en Europa, donde se tenga en cuenta la idiosincrasia de su trabajo, sus necesidades y demandas para ser el motor de ese cambio de un modelo lineal a otro capaz de cerrar el ciclo de vida de todos los productos".
De cara a cumplir con la ambiciosa hoja de ruta europea en materia de reciclaje y economía circular. ¿Se halla el sector español preparado para lograr las metas fijadas para 2025 y 2030?
En FER siempre decimos que cada flujo de residuos tiene su propio nombre y apellidos. Es decir, por sus propias características, por la demanda del mercado, por su mayor o menor complejidad a la hora de poder reciclarse o por su modelo de gestión, cada residuo es diferente a los demás. Por tanto, nuestro sector se encuentra preparado para alcanzar los objetivos de reciclaje fijados para la mayor parte los residuos de gestión privada, que son los que representa FER. En otros, como por ejemplo los residuos sólidos urbanos estamos lejos de poder, ya no solo situarnos en la media europea, sino muy lejos de llegar a esos objetivos a los que nos hemos comprometido.
El equilibrio entre sostenibilidad ambiental y viabilidad económica es hoy una preocupación central en el sector. En este contexto, ¿cuáles considera que son las principales barreras que están lastrando el desarrollo óptimo de la industria del reciclaje en España?
En este sentido, la circularidad ya no es una mera ambición medioambiental, sino que se está consolidando rápidamente como uno de los pilares clave de la estrategia industrial europea y el reciclaje es su principal motor. Por tanto, hay que salir de esa falsa dualidad entre sostenibilidad ambiental y viabilidad económica y conseguir vincularlas. Para ello, la próxima Ley de Economía Circular, prevista para 2026, representa una oportunidad decisiva para abordar estos retos y traducir las ambiciones de Europa en mercados operativos, eliminando los obstáculos a la libre circulación de materiales reciclados y creando una fuerte demanda de productos circulares. Por tanto, las principales demandas de la industria del reciclaje se centran en la creación de un marco político comunitario coherente para las exportaciones, las importaciones y la demanda interna; el impulso de la demanda de materiales reciclados; la creación de un mercado único de residuos y materiales reciclados, y dar los pasos pertinentes para acelerar la transición limpia y circular.
"Hay que salir de esa falsa dualidad entre sostenibilidad ambiental y viabilidad económica y conseguir vincularlas. Para ello, la próxima Ley de Economía Circular, prevista para 2026, representa una oportunidad decisiva".
En los últimos meses, la guerra arancelaria ha generado preocupación en el sector por su impacto en la competitividad y la rentabilidad. ¿Qué consecuencias puede tener para la industria nacional?
Las consecuencias pueden ser igual de nefastas para el comercio de materiales reciclados que para el resto de materias primas. Sin embargo, además de poner en el foco las medidas adoptadas por la Administración Trump, es necesario que la Unión Europea deje de imponer limitaciones o prohibiciones al libre comercio de materiales reciclados como ha hecho de facto con el Reglamento de traslado de residuos. En este sentido, es obvio y necesario que Europa debe alcanzar un mercado único y estable de materiales reciclados que a medio plazo reduzca ostensiblemente la dependencia de materias primas del exterior y que pueda llegar a ser autosuficiente. Pero ese momento todavía no ha llegado y la industria del reciclaje precisa que en ese camino todavía por alcanzar siga existiendo un mercado libre de materiales reciclados para poder dar salida a todas aquellos excedentes de materiales reciclados que se producen en la Unión Europea. En caso contrario, se pone en serio riesgo la viabilidad económica de las empresas recicladoras y, con ello, la capacidad de alcanzar ese modelo de economía circular.
"Las consecuencias de la guerra arancelaria pueden ser igual de nefastas para el comercio de materiales reciclados que para el resto de materias primas".
La colaboración intersectorial se perfila como un aliado clave para consolidar un sistema de reciclaje eficiente a largo plazo. ¿Cómo valora el grado de compromiso y coordinación actual entre el sector del reciclaje, las administraciones públicas y la ciudadanía?
Sin el compromiso y la estrecha colaboración de toda la cadena de valor no será posible poner al reciclaje en el centro de políticas transformadoras. Hasta no hace mucho tiempo las actuaciones se han centrado al final de la cadena de valor, en el proceso de transformación de residuos en recursos. Sin embargo, la industria del reciclaje ha promovido que las políticas y regulaciones dirijan su mirada al principio de ella, al momento en el que los productos son fabricados. Ahí es donde entran en juego factores como el ecodiseño; es decir, que los productos sean creados para poder ser posteriormente reciclados en su totalidad. Otros factores como el contenido mínimo de reciclado en los nuevos productos o la compra pública verde también deben situarse como prioridades para estimular el uso de materiales reciclados y poder ir sustituyendo progresivamente a los basados en el uso de materias primas vírgenes.
Para finalizar, ¿qué perspectivas traza para el futuro del reciclaje en España y Europa? ¿qué papel deberá asumir el sector en un contexto global marcado por la necesidad de avanzar hacia una mayor autonomía estratégica y hacia modelos económicos más sostenibles?
Diría que estamos en un momento clave e histórico para optar por seguir avanzando hacia un modelo de economía circular alineado con la neutralidad climática o iniciar un grave retroceso por la inestabilidad política y la incertidumbre económica a la que estamos haciendo frente en la actualidad, adoptando medidas tradicionales que ya hemos visto que no han dado resultado. La industria española y europea del reciclaje está preparada para, si se dan los pasos necesarios que ya he comentado anteriormente, contribuir decisivamente hacia un desarrollo sostenible. De la amplitud de miras de nuestros dirigentes y de su valentía a la hora de seguir apostando por una economía verde podremos hacer frente a los actuales y futuros retos y desafíos para que Europa pueda liderar ese nuevo modelo de economía circular.
"Estamos en un momento clave para optar por seguir avanzando hacia un modelo de economía circular o iniciar un grave retroceso por la inestabilidad política y la incertidumbre económica".