Euskadi publica por primera vez su huella de carbono para impulsar políticas sostenibles y reducir emisiones

El impacto medioambiental del consumo en la región alcanza las 10,4 toneladas de CO₂ por habitante, por debajo de la media europea, y ha descendido un 13 % desde 2010
Entidad
23-07-2025

El Gobierno Vasco ha dado un paso clave en la lucha contra el cambio climático al publicar, por primera vez, la huella de carbono de Euskadi con base en la metodología Eurostat. Se trata de una herramienta estratégica que mide las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del consumo final de bienes y servicios, con independencia de dónde se generen esas emisiones. Así, se analiza el impacto ambiental completo del modelo de vida de la población, desde el transporte y la alimentación hasta la energía en los hogares.

Según el informe presentado, en 2019 la huella de carbono de Euskadi fue de 10,4 toneladas de CO₂ equivalente por habitante, ligeramente inferior a la media europea (10,9). De esta cifra, 7,8 toneladas corresponden al consumo de los hogares, destacando tres sectores como principales fuentes de emisiones: el transporte (31 %), la alimentación y bebida (27 %) y la vivienda (18 %).

El informe evidencia además una mejora significativa en la última década. Entre 2010 y 2021, la huella de carbono del territorio se redujo un 13 %, a pesar de que el PIB creció un 17 % en ese mismo periodo, lo que demuestra un desacoplamiento entre desarrollo económico y emisiones.

 

Un territorio importador neto de emisiones

Uno de los hallazgos clave del estudio es que las emisiones asociadas al consumo en Euskadi superan las generadas dentro de su territorio, lo que convierte a la comunidad autónoma en importadora neta de emisiones. En 2019, las emisiones derivadas del consumo fueron un 33 % mayores que las emisiones territoriales, y entre un 15 y un 30 % superiores al inventario oficial que incluye también la electricidad importada.

Este desfase pone de manifiesto la necesidad de aplicar políticas climáticas que contemplen el ciclo completo de producción y consumo, así como la huella externa que genera el estilo de vida de la ciudadanía vasca.

 

El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha subrayado que este informe es “una herramienta fundamental para diseñar estrategias de reducción de emisiones y avanzar hacia una economía más sostenible”.

 

Y ha añadido: “Ser conscientes del impacto de nuestra actividad cotidiana es el primer paso para cambiarla”.

 

Recomendaciones sectoriales para reducir la huella

El informe concluye con una batería de propuestas para reducir la huella de carbono, adaptadas a las principales fuentes de emisiones identificadas:

  • Transporte: reducir el uso del vehículo privado, racionalizar el uso del avión y fomentar la movilidad sostenible.

  • Consumo: apostar por productos locales o de proximidad para acortar las cadenas logísticas y reducir las emisiones asociadas al transporte de mercancías.

  • Alimentación: prevenir el desperdicio alimentario y promover dietas saludables, equilibradas y de menor impacto ambiental.

  • Vivienda: impulsar políticas de eficiencia energética, rehabilitación de edificios y aprovechamiento del parque construido, minimizando la necesidad de nuevas construcciones.

Estas medidas permitirán orientar las políticas públicas, diseñar estrategias a largo plazo y fomentar una ciudadanía más informada y comprometida con la acción climática.

 

“La publicación de la huella de carbono de Euskadi marca un hito en la estrategia de sostenibilidad del Gobierno Vasco y refuerza la implicación de toda la sociedad en la lucha contra el cambio climático”, ha concluido Jauregi.

 

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