La industria plástica y la cadena de valor unidas para alcanzar el objetivo \"cero plásticos en vertedero en 2020\"
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PlasticsEurope, asociación europea de productores de materias plásticas, e ITENE, han reunido en la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a los diversos agentes de la cadena de valor de la industria plástica y de la gestión de residuos. Esta jornada ha puesto de manifiesto la actual unión de estos importantes agentes al objetivo de PlasticsEurope para conseguir que en 2020 ningún plástico se desperdicie en los vertederos. Durante las diferentes ponencias se han expuesto y debatido acciones globales y alineadas para alcanzar este ambicioso reto.
Así, la industria y los principales agentes implicados apuestan por un uso mucho más eficiente de los recursos, gracias al fomento de: prevención, reciclado mecánico, recuperación energética y reciclado de combustibles alternativos.
Para PlasticsEurope, el punto de partida de cualquier estrategia debe ser la prevención, tema central de las políticas de residuos de la Unión Europea y de los Estados Miembros para el periodo 2010-2014. Así, es fundamental un consumo responsable y un uso más racional de todos los recursos. Además, gracias a la eficiencia de los plásticos desperdiciamos menos alimentos, ya que la utilización de envases cada vez más ligeros alarga la vida de los alimentos y en consecuencia se reducen los residuos orgánicos.
Por otra parte, es necesario fomentar el reciclado mecánico de calidad, el cual debe garantizar siempre el cumplimiento de las exigencias de seguridad para la salud y el medio ambiente según la aplicación a la que se destine. Fomentar “mucho reciclado” en lugar de un “reciclado de calidad” puede ocasionar problemas para encontrar mercados adecuados de salida del material, ya que su calidad podría no cumplir las especificaciones técnicas necesarias para la aplicación final. Además, se debe promover la ampliación de esquemas de recogida que contemplen el 100 % de los residuos post-consumo para fomentar el reciclaje y recuperación de todos los residuos plásticos.
Aun así, en ocasiones el reciclado mecánico no es la opción más eficiente desde el punto de vista técnico, medioambiental y económico. En tal caso, existe la opción de la recuperación energética. Con esta vía se aprovecha el gran poder calorífico de los plásticos, similar al de otros combustibles comunes como el gas natural o superior incluso al del carbón. Como ejemplo, si Europa utilizara todo el potencial de su corriente de residuos, podría generar electricidad para abastecer 17 millones de hogares y calefacción a otros 24 millones. Por último, otra forma de aprovechar los residuos es utilizarlos como combustible, los llamados Combustibles Derivados de Residuos (CDRs). En España se usan unos 2,4 millones de toneladas de este tipo de combustible alternativo. Si se dejará de optar por el depósito en vertederos de residuos con poder calorífico se podrían producir hasta 4 millones de toneladas de CDRs, lo que supondría un aumento del 66%. El uso de tal cantidad de CDRs equivaldría a un 5% de los combustibles fósiles utilizados por la industria en general, lo que supondría la disminución de la actual dependencia de España de importaciones de fuel.
Así, todos los plásticos, al final de su primera vida útil, pueden ser recuperados para obtener nuevos productos o convertirse en una importante fuente de energía. Sin embargo, para que esta realidad sea posible es necesario implementar medidas restrictivas que impidan la entrada en vertedero de aquellos residuos con un determinado valor energético. A día de hoy, en España, el vertedero sigue siendo la opción más barata. Un marco legislativo adecuado sería el catalizador para aumentar los niveles de reciclaje y de recuperación hacia el 100%. En Europa, esta realidad ya es posible: los nueve países europeos con una mayor tasa de recuperación de residuos contemplan este tipo de medidas en sus legislaciones.
Durante la ponencia inaugural, Manuel Fernández, Director General de PlasticsEurope en la región ibérica, ha destacado que “impedir que el residuo plástico llegue al vertedero es una medida sostenible que beneficia a la sociedad en su conjunto. De este modo, aprovechar el plástico desperdiciado en 2012 supondría un ahorro considerable, ya que su valor en petróleo es de 1.000 millones de euros. Además, la potenciación del reciclado mecánico y la recuperación energética supondría la creación de 33.000 puestos de trabajo en España”. Finalmente ha añadido que “el objetivo cero plásticos en vertedero en 2020 es un reto ambicioso pero alcanzable. Para conseguirlo necesitamos la colaboración de todos los agentes implicados y complementar el reciclado mecánico de calidad con la recuperación energética”.
En su ponencia, Beatriz Ferreira, representante de ITENE, ha hecho especial hincapié en que “el mejor residuo es el que no existe, y de ahí la importancia de contemplar todas las etapas del ciclo de vida en el diseño de envase con el objetivo de prevenir la generación de residuos, así como prever su potencial reciclaje y valorización posterior”. Beatriz ha explicado que “deben llevarse a cabo diferentes estrategias a lo largo de todo el proceso de desarrollo del envase y tener cuenta todo su ciclo de distribución. Algunas de estas estrategias consisten en la reducción de material empleado, que puede suponer un ahorro de costes y una reducción de las emisiones de CO2, y el desarrollo de envases monomaterial, por su mayor reciclabilidad frente los diseños de envases multimaterial”. Durante la presentación se han mostrado casos de éxito de ecodiseño de envases en los sectores de higiene y limpieza y electrónica que tuvieron como resultado importantes ahorros en algunos de estos aspectos.
La jornada ha sido organizada en colaboración con ITENE y ha contado con la intervención de representantes de Cicloplast, Urbaser, Ecoalf y Aeversu.