La AEMA advierte de los riesgos de los polímeros PFAS para la salud, el medio ambiente y el clima

El nuevo informe revela que estos compuestos, presentes en numerosos productos, pueden emitir gases de efecto invernadero, dificultar el reciclaje y generar sustancias más tóxicas al degradarse.
05-05-2025

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado una evaluación actualizada sobre los polímeros PFAS, en la que advierte que estos compuestos, presentes en una amplia gama de productos y tecnologías, pueden contaminar el agua, el aire, el suelo, los alimentos y a las personas. Además, su producción y degradación podrían contribuir al calentamiento global y a la destrucción de la capa de ozono.

 

De productos cotidianos a tecnologías verdes: una amenaza persistente

Los polímeros de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) han sido tradicionalmente considerados menos tóxicos que otras formas de PFAS, como el PFOS o el PFOA, debido a su mayor tamaño molecular, que limita su absorción celular. Sin embargo, el nuevo informe titulado “PFAS polymers in focus: supporting Europe’s zero pollution, low-carbon and circular economy ambitions” desvela que también generan impactos significativos a lo largo de su ciclo de vida, desde la fabricación hasta la gestión como residuo.

Actualmente, se estima que los polímeros PFAS representan entre el 24 % y el 40 % del volumen total de PFAS introducidos en el mercado europeo.

 

Impactos identificados: toxicidad, emisiones y obstáculos al reciclaje

El informe de la AEMA enumera varias preocupaciones críticas derivadas del uso y producción de estos compuestos:

  • Exposición tóxica para trabajadores y comunidades cercanas a las fábricas, derivada de los productos químicos utilizados y los subproductos generados durante su fabricación.
  • Degradación de ciertos polímeros PFAS en compuestos más pequeños y persistentes que pueden resultar más tóxicos que las sustancias originales.
  • Emisiones de gases de efecto invernadero, como el trifluorometano (HFC-23), y de sustancias que dañan la capa de ozono, como el diclorofluorometano (HCFC-22), durante su producción.
  • Dificultades para el reciclaje de materiales que contienen polímeros PFAS, ya que su identificación y separación en la fase de residuo es compleja, lo que representa una barrera para la economía circular.

 

Llamamiento a una visión de ciclo de vida completo

La AEMA subraya la importancia de adoptar un enfoque integral del ciclo de vida de los polímeros PFAS al evaluar sus impactos. Este enfoque resulta crucial tanto para minimizar los riesgos como para decidir su uso futuro, especialmente en el contexto de los objetivos europeos de contaminación cero, neutralidad climática y economía circular.

 

Propuesta de restricción a nivel europeo

En línea con estos hallazgos, cinco países europeos —Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Noruega y Suecia— han presentado una propuesta para aplicar una restricción universal de los PFAS dentro del marco del reglamento REACH de la Unión Europea. Esta iniciativa busca prohibir todos los compuestos PFAS, incluidos los polímeros, salvo en casos específicos que contarían con exenciones limitadas en el tiempo.

Por su parte, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha comunicado que se están valorando también otras opciones de restricción para determinados usos, además de la prohibición total.

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