Tarragona moderniza su planta de valorización energética con un nuevo turbogenerador

La instalación eleva la eficiencia del proceso y marca el inicio de un ambicioso plan de modernización por fases

La planta de valorización energética de Tarragona, propiedad de la Mancomunitat para la Gestió Integral de Residus del Camp de Tarragona y operada por SIRUSA, ha iniciado una nueva etapa en su transición hacia una gestión de residuos más eficiente y sostenible. La instalación del nuevo grupo turbogenerador, los días 18 y 19 de junio, marca un hito clave en el proceso de modernización que transformará el modelo energético de la planta.

Ubicada en el Polígono Riu Clar, la nueva turbina, que entrará en funcionamiento en los próximos meses, permitirá generar hasta 17,88 megavatios eléctricos, con lo que se espera alcanzar una eficiencia eléctrica neta superior al 20 %.

 

Este avance se alinea con los estándares establecidos por la normativa europea de Mejores Tecnologías Disponibles (MTD), de obligado cumplimiento a partir del 1 de enero de 2026.

 

 

Más energía, menos residuos

Gracias a este nuevo equipamiento, la planta podrá producir más electricidad con menos residuos, mejorando su rendimiento y reduciendo su huella ambiental. Esta transformación se ve reforzada por el crecimiento de la recogida selectiva eficiente en los municipios integrados en la Mancomunitat, así como por la futura construcción de una planta de pretratamiento que permitirá separar impropios antes de la valorización.

La instalación del turbogrupo forma parte de la primera fase del plan estratégico de modernización, con una inversión cercana a los 50 millones de euros. Esta etapa incluye, además del grupo de potencia, la construcción de un nuevo edificio, un aerocondensador y la renovación de los servicios generales y auxiliares de la planta.

 

 

Una segunda fase con 120 millones de inversión

El proyecto continuará en los próximos años con una segunda fase enfocada en la renovación de los hornos caldera, con el objetivo de ampliar la capacidad de tratamiento, mejorar la eficiencia energética y minimizar aún más el impacto ambiental. Esta etapa supondrá una inversión de 120 millones de euros y se desarrollará durante los próximos seis años.

En paralelo, se proyecta la construcción de una planta de pretratamiento de residuos destinada a recibir únicamente la fracción resto, separando previamente los materiales impropios del contenedor gris. Esta infraestructura requerirá una inversión estimada de 60 millones de euros.

Newsletter

La información más relevante en tu correo.

Suscribirme

Último número