Transformar el CO2 en combustible ecológico con bajas emisiones de carbono

El proyecto europeo LAURELIN trabaja en el desarrollo de procesos innovadores para convertir el CO2 en metanol renovable y convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro
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16-08-2022
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Si hay algo que no escasea en nuestro planeta es la contaminación por CO2, con más de 36 000 millones de toneladas producidas solo en 2021. En la actualidad, el CO2 representa el 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al calentamiento global. Sin embargo, también tiene un gran potencial como materia prima para la producción de combustibles renovables. El equipo del proyecto LAURELIN, financiado con fondos europeos, trabaja para transformar la contaminación por CO2, generada por combustibles fósiles, en un combustible ecológico con bajas emisiones de carbono.

Desde su inicio en mayo de 2021, LAURELIN desarrolla procesos innovadores para convertir el CO2 en metanol renovable. El metanol verde podría desempeñar un papel importante en la descarbonización del sector del transporte, además de combatir el problema de la contaminación por óxido de nitrógeno (NOx) y óxido de azufre (SOx). «Puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 95 %, las de NOx hasta en un 80 % y eliminar por completo las emisiones de SOx y de partículas en suspensión», afirma Adolfo Benedito Borrás, jefe del Departamento de Investigación de Materiales en AIMPLAS (España), entidad coordinadora del proyecto LAURELIN, en una noticia publicada en el sitio web del proyecto. «Es una tecnología prometedora que puede desempeñar un papel importante para convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro».

El equipo del proyecto se ha centrado en conseguir que la producción de metanol verde a partir de la hidrogenación de CO2 sea más fácil y eficaz desde el punto de vista energético y económico. En la actualidad, el proceso de hidrogenación del CO2 en metanol está muy limitado por los elevados costes del consumo de energía y de la producción. A temperaturas ordinarias, el CO2 es bastante poco reactivo. Para que la hidrogenación tenga lugar, se requieren temperaturas de unos 250 °C y el uso de un catalizador que acelere la reacción química entre el hidrógeno y el CO2.

Tres tecnologías para un combustible más ecológico

A fin de superar las limitaciones que impiden el pleno aprovechamiento de la producción de metanol, los investigadores de LAURELIN están explorando tres tecnologías prometedoras: el calentamiento por microondas, la inducción de plasma no térmico y la inducción magnética. Actualmente se está finalizando la construcción de los tres reactores correspondientes para la conversión de CO2 en metanol. En las próximas semanas, el equipo también pondrá a punto los reactores, por ejemplo, para que se puedan utilizar a presiones más altas.

El rendimiento de cada sistema de catalizadores se comparará con el de los métodos convencionales de hidrogenación por calor. Si se cumplen los objetivos del proyecto en cuanto a eficacia energética y reducción de costes, esta nueva generación de sistemas de catalizadores podría acabar reduciendo drásticamente las emisiones de carbono del transporte. «La reducción de los costes de producción del metanol ecológico ofrecería más posibilidades de utilizarlo como combustible.

Esto beneficiaría directamente a la sociedad gracias a la reducción de las emisiones de GEI y de los costes, creando así más puestos de trabajo y riqueza», explica el profesor Teruoki Tago, del Instituto Tecnológico de Tokio (Japón), socio del proyecto LAURELIN. Tal como se explica bien en un vídeo de LAURELIN, las nuevas tecnologías estarán, básicamente, «fabricando combustible verde de la nada».

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