Datos de la UE ratifican la contribución clave del biometano a la movilidad limpia
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La oficina de estadística de la Unión Europea (Eurostat) ha anunciado esta semana que la UE ha cumplido el objetivo del 10 % de despliegue de energías renovables en el transporte para 2020. El objetivo se fijó para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector del transporte fomentando el uso de energías renovables. La cuota de energía verde en el sector de la movilidad de la UE incluye biometano, biocombustibles líquidos y electricidad renovable. Estas alternativas renovables deberían beneficiarse del apoyo legislativo pertinente para garantizar que sigamos alcanzando nuestros objetivos de reducción de emisiones de GEI en el sector del transporte.
El sector del transporte de la UE depende en gran medida de los combustibles fósiles y es responsable de una cuarta parte de las emisiones de GEI de Europa, una proporción que sigue creciendo. Además, el sector es una fuente importante de contaminación del aire. Por lo tanto, la sustitución de los combustibles fósiles por alternativas renovables en el transporte es ahora mismo una de las principales prioridades de la UE.
Los datos de Eurostat muestran que la cuota media de energía procedente de fuentes renovables en el transporte aumentó del 1,6 % en 2004 al 10,2 % en 2020, ligeramente por encima del nivel objetivo. Esta cuota incluye electricidad renovable, pero también biometano y biocombustibles líquidos. Sería lógico pensar que todas estas soluciones reciben el mismo apoyo para garantizar que la participación de las energías renovables en el transporte siga creciendo.
Parte de este apoyo provendrá del desarrollo de la legislación pertinente. Sin embargo, el enfoque en la electricidad únicamente y el enfoque del tubo de escape relacionado está conduciendo a detener los combustibles alternativos con una huella de GEI igual o, a veces, incluso mejor. Si bien necesitamos descarbonizarnos lo más rápido que podamos, no podemos darnos el lujo de concentrarnos en un solo combustible. Todos los combustibles alternativos son necesarios y deben recibir apoyo en relación con su huella total de GEI. Por lo tanto, las interrupciones propuestas en la producción de automóviles con motor de combustión (ICE) a partir de 2035 parecen sensatas a primera vista. El foco no debe estar en el motor, sino en el combustible utilizado. Además, los motores ICE son más asequibles para los ciudadanos de la UE.
La proporción de biometano en el transporte es significativamente mayor que la proporción de electricidad verde. Los datos de NGVA Europe divulgados también esta semana muestran que más de una cuarta parte del gas utilizado en el transporte por carretera en la actualidad es renovable y 3.810 estaciones de GNC suministraron biometano a los consumidores europeos en diciembre de 2020.
El papel del biometano en la reducción de emisiones en el sector del transporte merece más atención. Numerosos estudios confirman el rendimiento increíblemente alto de esta alternativa para reducir las emisiones según el enfoque del ciclo de vida (LCA). El enfoque LCA considera todas las emisiones liberadas a lo largo de toda la vida útil de los vehículos. El balance de emisiones de GEI al utilizar este combustible verde puede incluso ser negativo, lo que significa que el vehículo no aumenta las emisiones sino que las reduce. Sin embargo, el estándar de la UE para medir las emisiones de CO2 en el sector de la movilidad propuesto por la legislación de la UE se centra solo en 1 parte de las emisiones totales (emisiones del tubo de escape), lo que da una imagen distorsionada de las emisiones relacionadas con el transporte.
Si volvemos a los datos de Eurostat, Suecia era el claro líder en el uso de renovables en el transporte con una cuota del 31,9%. Este liderazgo se explica, según la oficina de estadística de la UE, por el alto uso de biocombustibles conformes, incluido el biometano. El estado sueco brinda apoyo a la inversión para la producción sostenible de biometano y la infraestructura de reabastecimiento de combustible. El gobierno también brinda incentivos a los usuarios finales para estimular la compra de vehículos que funcionan con gas sostenible y ha establecido zonas ambientales estrictas en las ciudades, que permiten solo vehículos de bajas emisiones. También aplican exenciones de impuestos a largo plazo sobre el biometano, asegurando que los vehículos sean reabastecidos con biometano renovable y sostenible. Este enfoque ha dado como resultado una cuota de biometano líder en el mundo del 95%.
Los datos revelados por Eurostat esta semana demuestran que no existe una única solución hacia el cero neto en el transporte y, en consecuencia, el apoyo a todas las soluciones y tecnologías disponibles es crucial. Este apoyo debería adoptar la forma de un marco legislativo claro, coherente y tecnológicamente neutral que impulse las inversiones hacia el desarrollo a gran escala de todas las alternativas renovables que contribuyan a una movilidad limpia.