El Mediterráneo estrena Área de Control de Emisiones para reducir la contaminación del transporte marítimo

La nueva normativa obliga desde mayo a los buques a utilizar combustibles con menor contenido de azufre, mejorando la calidad del aire y el agua
05-05-2025

El mar Mediterráneo ha estrenado este mes de mayo su propia Área de Control de Emisiones (ECA) para óxidos de azufre, una medida clave que marcará un antes y un después en la lucha contra la contaminación atmosférica derivada del transporte marítimo. Con esta nueva zona, el Mediterráneo se suma a otras cuatro regiones del mundo donde ya se aplican estándares más estrictos para los combustibles utilizados por los barcos, con el objetivo de reducir las emisiones nocivas y sus impactos sobre el medioambiente y la salud humana.

El establecimiento de esta ECA implica que los buques que naveguen por el Mediterráneo deberán reducir el contenido de azufre en su combustible del 0,5 % (nivel global actual) al 0,1 %, lo que permitirá disminuir significativamente las emisiones de óxidos de azufre (SOx). Estos compuestos no solo contribuyen a la acidificación del mar y del suelo, sino que también están estrechamente relacionados con problemas respiratorios y cardiovasculares en la población.

 

Beneficios ambientales y sanitarios

La medida es fruto de un acuerdo alcanzado en 2021 entre la Unión Europea y los países mediterráneos en el marco de la Convención de Barcelona de Naciones Unidas, y fue ratificada por la Organización Marítima Internacional (OMI) en 2022. La iniciativa responde al compromiso común de avanzar hacia un transporte marítimo más limpio y alineado con los objetivos climáticos y de salud pública del Pacto Verde Europeo.

 

 

De acuerdo con el Informe Ambiental Europeo de Transporte Marítimo 2025 y el Informe de Vigilancia y Perspectivas de Contaminación Cero 2025, las emisiones de óxidos de azufre en la UE han descendido en torno al 70 % desde 2014, gracias sobre todo a la aplicación de áreas de control en el norte de Europa. Se espera que la implementación de esta nueva ECA en el Mediterráneo refuerce esa tendencia positiva.

No obstante, el informe también revela un dato preocupante: durante el mismo período, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) han aumentado un 10 % en la UE, con un repunte del 8 % específicamente en el Mediterráneo. Por ello, la Comisión Europea y los Estados ribereños están evaluando nuevas medidas para abordar esta problemática.

 

Preservar un mar en riesgo

El mar Mediterráneo soporta múltiples presiones: contaminación, sobrepesca, ruido submarino, especies invasoras, basura marina y alteración del lecho marino, entre otras. Por ello, la entrada en vigor del ECA se considera un paso fundamental para reducir la huella ambiental del tráfico marítimo, fomentar una economía azul sostenible y avanzar hacia el buen estado ambiental del mar, en línea con la Directiva Marco de la Estrategia Marina de la UE.

 

“El Mediterráneo es un entorno clave para la resiliencia del agua y para la salud de nuestras comunidades costeras. Con esta ECA damos un paso importante para que nuestras industrias marítimas sean más limpias, competitivas y preparadas para el futuro”, declaró Jessika Roswall, comisaria europea de Medio Ambiente, Resiliencia del Agua y Economía Circular Competitiva

 

Una estrategia replicada con éxito

Las Áreas de Control de Emisiones no son una novedad en Europa. Desde principios de la década de 2000, regiones como el Mar del Norte y el Báltico cuentan con zonas protegidas bajo este modelo.

Un claro ejemplo es la Directiva de Azufre (2012), que desempeñó un papel clave en la reducción de las emisiones de óxido de azufre. Para 2014, la concentración de óxidos de azufre en el aire había descendido significativamente en esas zonas, sin que ello supusiera un impacto económico importante para el sector naviero.

 

 

Ahora, la experiencia acumulada en estas regiones sirve de base para replicar el modelo en el Mediterráneo y, próximamente, en el Atlántico Nordeste, donde también se ha aprobado una ECA que entrará en vigor en 2027 y abarcará los países costeros de la UE, el Reino Unido, Islandia, Groenlandia y las Islas Feroe.

El uso de combustibles marinos con bajo contenido de azufre reduce las emisiones contaminantes y mejora la calidad del aire en las zonas portuarias, donde millones de personas viven y trabajan expuestas a los efectos nocivos de los gases de escape de los barcos. Mientras el combustible para carretera debe contener menos del 0,001 % de azufre, los estándares marítimos hasta ahora han sido más permisivos. Ahora, las ECA vienen a corregir esa desventaja ambiental,  contribuyendo a la aplicación de la legislación de la UE, en particular la Directiva sobre el azufre y la Directiva Marco de la Estrategia Marina.

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