Europa ha reducido los niveles de contaminación atmosférica y sus efectos sanitarios en las tres últimas décadas

La contaminación atmosférica se considera el cuarto factor de riesgo para la salud a escala mundial y contribuye de forma significativa a las dos principales causas de muerte en el mundo
12-01-2023

Una investigación reciente analiza los niveles de contaminación y los efectos sanitarios asociados en toda Europa entre 1990 y 2019. Los investigadores informan de que las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica se redujeron durante el periodo tanto en términos absolutos como relativos y sostienen que seguir avanzando debe ser una prioridad.

La contaminación atmosférica se considera el cuarto factor de riesgo para la salud a escala mundial y contribuye de forma significativa a las dos principales causas de muerte en el mundo (cardiopatía isquémica e ictus). Aunque los niveles de contaminación atmosférica han disminuido en toda Europa en las últimas décadas, más de 0,5 millones de muertes se atribuyeron a esta causa en toda la región en 20131. Este estudio exploró el impacto cambiante de la calidad del aire en la salud humana en 43 países europeos entre 1990 y 2019.

El estudio se basó en datos del estudio multinacional Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study, un programa de investigación en curso encargado originalmente por el Banco Mundial en 1990. Los investigadores analizaron datos de 43 países europeos, incluidos Rusia e Islandia. Para evaluar la calidad del aire, se centraron en la concentración de partículas de menos de 2,5 micras de diámetro en el aire exterior, denominadas PM2,5 ambientales, de las que se sabe que tienen importantes repercusiones sobre la salud.

Lo consideraron en el contexto de tres parámetros sanitarios: años de vida perdidos (años de vida potencialmente perdidos por muerte prematura), años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) (años de vida sana o productiva perdidos por muerte o discapacidad) y muertes en general. La cantidad de cada una de ellas atribuible a la contaminación atmosférica se calculó a partir de factores de riesgo estimados en función de la edad, el sexo, la ubicación y el año. También tuvieron en cuenta dos métricas socioeconómicas: la renta nacional bruta (valor económico per cápita producido por la economía del país) y el índice sociodemográfico (una medida del desarrollo que incluye factores de renta, educación y fertilidad).

Los investigadores informan de que el 90,4% de las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica durante el periodo estaban asociadas a las PM2,5 ambientales. Afirman que la exposición media ponderada de la población a las PM2,5 en los países europeos disminuyó un 33,7% entre 1990 y 2019, hasta 13,8 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Sin embargo, señalan que esta cifra sigue superando la directriz mundial de calidad del aire de 2005 de la Organización Mundial de la Salud de 10 µg/m3 2. El total de muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en Europa se redujo un 42,4%, hasta 368.006, con un descenso del 43,9% en la UE. Según los investigadores, la proporción de muertes atribuibles a la contaminación atmosférica descendió un 44,4%, pasando del 6,3% al 3,5% del total de muertes en Europa. Los años de vida perdidos debido a la contaminación atmosférica disminuyeron un 63%, según ellos, hasta 24 917 años por cada 100 000 personas.

Los investigadores también modelizaron la relación entre la calidad del aire y los resultados sanitarios. Según el modelo, un aumento del 10% de las PM2,5 en el aire ambiente provocaría un incremento del 16,7% en los años de vida perdidos. Por el contrario, señalan que un aumento del 10% de la contaminación del aire interior por la quema de combustibles sólidos como la madera y el carbón sólo supondría un aumento del 1,4% de los años de vida perdidos.

Los investigadores afirman que los factores socioeconómicos tuvieron un efecto sustancial en las repercusiones sanitarias relacionadas con la contaminación atmosférica. Según informan, los países del grupo de índice sociodemográfico bajo perdieron 11 veces más AVAD por cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular atribuidos a la contaminación atmosférica en 2019 que los países del grupo de índice alto. Del mismo modo, los países del grupo más bajo de renta nacional bruta perdieron 11 veces más AVAD por cardiopatía isquémica atribuida a la contaminación atmosférica que los del grupo más alto, y 25 veces más AVAD por ictus atribuido a la contaminación atmosférica.

Según los investigadores, estos resultados demuestran que Europa ha avanzado considerablemente en las tres últimas décadas en la reducción de los niveles de PM2,5 en el ambiente y de las cargas sanitarias asociadas. Afirman que más del 85% de los países europeos tuvieron menos muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en 2019 que en 1990. Sin embargo, señalan que en 2019 casi tres cuartas partes de los países europeos todavía tenían niveles de PM2,5 que superaban las directrices mundiales de calidad del aire de 2005 emitidas por la Organización Mundial de la Salud. Los investigadores sostienen que, a pesar de los progresos realizados hasta la fecha, las mejoras de la calidad del aire deben seguir siendo una cuestión prioritaria en toda Europa, especialmente en los países con un índice socioeconómico más bajo, para reducir aún más los impactos sanitarios y económicos.

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