Gestionar la escasez de agua en enclaves turísticos mediante optimización del ciclo integral
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Ante la llegada de la nueva temporada alta turística, que según todos los indicios alcanzará niveles de ocupación prepandémicos, el Foro de la Economía del Agua quiere recordar la importancia de optimizar al máximo la gestión del ciclo integral del agua, especialmente en las áreas geográficas con escasez crónica de agua. El Foro recuerda que los meses de julio y agosto, los más secos del año, la población se multiplica en muchos núcleos urbanos, gran parte de los cuales de ubican en lugares de España con escasas precipitaciones.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo, mientras un ciudadano europeo en su hogar habitual consume entre 50 y 200 litros de agua al día, un turista puede consumir más de 400 litros. Esta cifra resulta particularmente difícil de gestionar en el escenario actual de cambio climático, en especial en las zonas donde la escasez de agua es más patente, como la cuenca mediterránea, que oferta el 75% de las plazas hoteleras de España en la temporada estival y el 66% en el resto del año. Por ello, el Foro de la Economía del Agua destaca la importancia de la toma de medidas para optimizar la gestión hídrica, con especial acento en la digitalización.
“En las localidades turísticas de la costa mediterránea, tener herramientas para un control exhaustivo del consumo del agua es un elemento de gran importancia, debido a la escasez del recurso y a una demanda fuertemente estacional”, explica José Carlos Diez, director del Foro de la Economía del Agua. “La inteligencia artificial es una gran aliada para la planificación hídrica, ya que permite conocer en tiempo real la oferta y la demanda de agua y previene el desperdicio del recurso”, añade.
Desde el Foro de la Economía del Agua se aboga por la optimización del ciclo integral del agua en todas sus fases: inversión en herramientas de cuantificación de la oferta y la demanda; mejoras en las infraestructuras para evitar pérdidas de agua durante todo el ciclo; gestión y reutilización de las aguas residuales para su uso en parques, jardines y actividades de ocio como campos de golf, y concienciación ciudadana para el consumo responsable de agua.
Andalucía y la cuenca mediterránea, las áreas con más presión turística
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 3,7 millones de viviendas secundarias censadas en España en el año 2011, Andalucía y la Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas con mayor carga, sumando entre ambas más de 1,3 millones de viviendas. En cuanto a hoteles, Andalucía, con 2.500 establecimientos abiertos, y Cataluña, con 2.255, son las comunidades autónomas con mayor planta hotelera en 2022.
Teniendo en cuenta que el turismo es uno de los grandes motores de la economía española (supuso en 2019 el 12,4% del PIB nacional), el Foro de la Economía del Agua apunta que resulta fundamental desarrollar modelos de gestión hídrica sostenibles, que permitan adaptar las áreas turísticas a estas oscilaciones de consumo de agua, evitando el agotamiento del recurso y la degradación del entorno.
“España es uno de los países más avanzados en gestión hídrica sostenible en áreas con escasez hídrica”, apunta Estanislao Arana, director académico del Foro de la Economía del Agua. Un buen ejemplo de esta gestión sostenible es la ciudad de Alicante, que cuenta con infraestructuras punteras para el aprovechamiento del agua en todo su ciclo, desde el suministro de agua potable para el consumo humano hasta el tratamiento de los residuos y la reutilización.
Según fuentes del Ayuntamiento de la ciudad, la práctica totalidad de las zonas verdes de Alicante, que se han multiplicado por cinco en los últimos años, se riega con agua reutilizada. Además, el uso de agua regenerada se está extendiendo para el riego de urbanizaciones y jardines privados.
Otro ejemplo paradigmático es Benidorm, que ha venido realizando un ambicioso programa de mejoras en las redes de abastecimiento y distribución gracias al cual sus necesidades de suministro han descendido un 20% en las últimas dos décadas, aunque la población abastecida se ha duplicado. Estas mejoras han tenido tres grandes ejes: potabilización, depuración y sistemas telemáticos de lectura del consumo.
“España cuenta con capacidad y tecnología para gestionar el agua de manera sostenible”, apunta Estanislao Arana. “Con el aumento de la escasez por el cambio climático, debemos redoblar nuestros esfuerzos, aumentar las inversiones y apoyarnos en la colaboración público-privada para hacer frente a los nuevos desafíos”, concluye.