RecyClass publica sus primeros protocolos de reciclabilidad para plásticos en automoción y electrónica
La iniciativa refuerza el diseño para el reciclaje en sectores clave como la automoción y los equipos eléctricos y electrónicos, con protocolos específicos para resinas y componentes individuales
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RecyClass ha presentado el primer conjunto de protocolos técnicos de evaluación de reciclabilidad dirigidos a los sectores de automoción y equipos eléctricos y electrónicos (EEE). Estos nuevos estándares, desarrollados en colaboración con la cadena de valor del plástico en Europa, suponen un paso decisivo para fomentar el diseño para el reciclaje y acelerar la transición hacia una economía circular de los plásticos.
Evaluación de resinas y componentes individuales
Los protocolos se centran en polímeros habituales en estas industrias, como polipropileno (PP), PP con carga mineral (PP-MF), ABS, PS, PE y la mezcla PC-ABS, y permiten verificar su compatibilidad con los procesos de reciclaje existentes. RecyClass lanza dos herramientas diferenciadas: el protocolo para la evaluación de resinas y otro para la evaluación de componentes individuales, que analiza el comportamiento de aditivos, cargas, recubrimientos o adhesivos durante el reciclado.
“Queremos ofrecer a la industria herramientas prácticas y rigurosas, basadas en ensayos reales. Estos protocolos son solo el principio”, ha afirmado Tom Caris, presidente del Comité Técnico de Automoción y EEE de RecyClass.
Hacia la circularidad del diseño
RecyClass también trabaja en el desarrollo de un protocolo para materiales multicomponente, centrado en la separación efectiva de materiales y en el impacto de las decisiones de ensamblaje sobre la reciclabilidad. Esta evolución permitirá abordar con mayor profundidad los retos estructurales de estos sectores y apoyar la creación de Directrices de Diseño para el Reciclaje específicas para automoción y EEE.
La entidad anima a las empresas a validar sus materiales y tecnologías mediante los protocolos RecyClass, anticipándose así a las crecientes exigencias legislativas y contribuyendo al desarrollo de una cadena de valor más sostenible, trazable y eficiente.
