Innovación y colaboración para una economía circular

Eduardo Fernández Giménez, director de Innovación de Urbaser
Innovación y colaboración para una economía circular
Innovación y colaboración para una economía circular
03-06-2019
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Por Eduardo Fernández Giménez, director de Innovación de Urbaser


 

En los últimos años se ha avanzado mucho en la implantación de innovaciones tecnológicas que han permitido prestar servicios de forma más eficiente y de mayor calidad. Tradicionalmente, la actividad de gestión de residuos se ha considerado un sector carente de innovación pero nada más lejos de la realidad. A continuación, se exponen algunos avances concretos en las dos grandes áreas de actividad de la gestión de residuos, que son: recogida y limpieza y tratamiento de residuos. 

1. Recogida y limpieza de residuos

En el área de limpieza y recogida este sector ha sido el ejemplo de muchas innovaciones desarrolladas por distintas empresas industriales. Entre otras, podemos mencionar la implantación de nuevos sistemas para la adquisición de datos, análisis de los mismos y toma de decisiones, que han permitido aplicar el concepto de Smart City a los servicios urbanos. Para poder obtener los datos se está implantado la tecnología sensórica en el mobiliario urbano como, por ejemplo, sensores volumétricos en contenedores de basura para controlar el nivel de llenado y, en función de la información recibida, planificar las rutas de recogida.  

Los camiones de recogida actuales llevan una gran cantidad de instrumentación a bordo que permite mejorar la seguridad, calidad y eficacia en todos los procesos. También se ha avanzado considerablemente en desarrollos de nueva maquinaria móvil para la prestación de servicios que buscan conseguir una movilidad más sostenible con menores emisiones y ruidos. Otro ejemplo del esfuerzo de innovación de este sector es que en la actualidad se han incorporado vehículos de recogida de gran tonelaje 100% eléctricos, mientras que hace un par de años esto era impensable.

Gracias a la innovación y al compromiso de todas las partes podemos decir que el nivel tecnológico de los servicios de recogida y limpieza de residuos ocupa los primeros puestos.

2. Tratamiento de residuos

En el área de tratamiento de residuos y, en relación con los objetivos para los próximos años definidos para la economía circular y el reciclado, es esencial disponer de las infraestructuras adecuadas para alcanzarlos. La tecnología está avanzando, pero es necesaria la inversión pública en instalaciones de gestión de residuos para poder aplicarlas y evaluar la viabilidad ambiental y económica de las mismas. Un  ejemplo puede ser la automatización y robotización de procesos de separación de residuos. 

Las líneas de innovación a escala nacional e internacional en gestión de residuos van encaminadas a la valorización de materiales que, hasta hace poco tiempo, se depositaban en vertederos. En la actualidad, disponemos de tecnologías y procesos para obtener combustibles a partir de residuos plásticos, sustancias químicas procedentes de bioresiduos y metales y otros materiales a partir de escorias y cenizas de la valorización energética de residuos. 

Si bien están claras las metas para los próximos años, cada vez es más difícil incrementar los ratios de reciclado y de reducción de residuos enviados a vertedero.  

Gracias al esfuerzo de todas las partes implicadas, se ha conseguido cumplir con importantes objetivos, aunque para alcanzar los retos marcados para los próximos años, se deben impulsar con más fuerza varias medidas, entre las que destacan:   

1) Revisar las políticas públicas de este ámbito, para flexibilizar y facilitar los trámites administrativos y conseguir llevar al mercado los productos obtenidos a partir de técnicas de valorización de residuos. 
2) Analizar y, en su caso, eliminar las barreras de costes de los productos que se obtienen a partir de los residuos al compararlos con los productos obtenidos de origen fósil, o con productos equivalentes de cualquier parte del mundo.
3) Desarrollar instrumentos económicos y financieros para la innovación tecnológica en infraestructuras de gestión de residuos a escala de demostrador industrial. Un ejemplo es la construcción de biorrefinerias para el tratamiento de residuos.
4) Conocer, desde la fase de diseño de un producto, si su vida útil es ser un recurso y no un residuo. 
5) Incrementar la automatización de las instalaciones de tratamiento de residuos para separar mejor los distintos subproductos y así acondicionarlos para su uso como materia prima en otros procesos industriales. 

Por último, destacar que si queremos avanzar en los principios y objetivos de la economía circular, el papel de las empresas de este sector industrial es esencial y la investigación, desarrollo e innovación tecnológica nos están ayudando a conseguirlo. 

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