Los hongos podrían ayudarnos a combatir la contaminación por plásticos

Los hongos podrían ayudarnos a combatir la contaminación por plásticos
Los hongos podrían ayudarnos a combatir la contaminación por plásticos
02-11-2018

¿Pueden los hongos ayudarnos a lidiar con nuestra adicción al plástico? Científicos en Londres creen que sí. El primer informe sobre El Estado de los hongos en el mundo, publicado por el Jardín Botánico de Kew y un equipo de más de 100 científicos de 18 países, reveló que ciertos tipos de hongos degradan con éxito el poliuretano en cuestión de semanas.

Esta capacidad de los hongos fue descubierta en 2017 por científicos de China y Pakistán quienes aislaron un hongo que estaba degradando el poliuretano en un vertedero de Islamabad. Los expertos fueron testigos de cómo el “aspergillus tubingensis” rompe los enlaces entre los diferentes polímeros en semanas y no siglos, como sucedería de forma natural.

El descubrimiento se produce cuando personas de todo el mundo cuestionan la cultura de consumo desechable que ha inundado el mundo con una marea tóxica de plástico, matando la vida marina y contaminando los mares. 

Los autores del informe argumentan que los hongos merecen una mayor atención por parte de especialistas, y afirman que una mayor investigación sobre estos organismos (a menudo descuidados) podría proporcionar respuestas a uno de los mayores desafíos de la humanidad. Puede haber hasta 3.8 millones de especies de hongos, pero solo 144.000 han sido identificadas.

“Existe este reino misterioso y oculto que sustenta la mayor parte de la vida en la tierra. Simplemente no sabemos lo suficiente sobre ellos. (…) Hay hongos dentro de las células de las plantas que pueden influir en su resistencia al cambio climático. Existen muchos vínculos e impactos diferentes que damos por sentado y estamos ignorando bajo nuestra responsabilidad", dice la Dra. Ilia Leitch, científica principal del Jardín Kew.

Otros tipos de hongos y microorganismos están siendo investigados por su potencial para degenerar diferentes tipos de plásticos, indica Leitch. “Si se puede entender cómo estos organismos funcionan y cuáles son las condiciones óptimas para descomponer este material, se podrá incluso aumentar la velocidad de este proceso”, añade.

Cada año, al menos ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos y muchas veces se descomponen en micro plásticos que se introducen en nuestra cadena alimentaria. A través de su campaña Mares Limpios, ONU Medio Ambiente ha movilizado a gobiernos, empresas y ciudadanos a repensar cómo producimos, usamos y gestionamos los plásticos de un solo uso. 

El estudio demuestra el tipo de pensamiento pionero que estará en el centro de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se celebra el próximo mes de marzo y cuyo tema será Soluciones innovadoras para los desafíos ambientales y la producción y el consumo sostenibles. El lema es “Piensa en el planeta, vive simple”, es decir, piensa más allá de los patrones prevalecientes y vive dentro de límites sostenibles para garantizar un futuro próspero.

El informe del Jardín Kew va más allá de lo que se conoce actualmente sobre los hongos, organismos que digieren su comida externamente al secretar enzimas en el ambiente y absorber de nuevo en sus células la materia orgánica disuelta.

"El primer mensaje que queríamos transmitir es que hay una gran diversidad de hongos. (...) Lo que está claro es que los hongos desempeñan un papel realmente importante en el funcionamiento de los ecosistemas y tal vez no sea inconcebible decir que el mundo no funcionaría sin hongos ”, dice Leitch.

Además de reciclar los nutrientes y ayudar a que las plantas y los cultivos crezcan de manera eficiente, los hongos nos proporcionan compuestos que producen antibióticos, estatinas para tratar el colesterol e inmunosupresores.

Algunos hongos (endófitos y micorrizas) pueden ayudar a las plantas a responder a tensiones como el aumento de la temperatura y la sequía. Los avances en sus aplicaciones agrícolas podrían traducirse en una mejora de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y el aumento de los ingresos de producción.

Los hongos mismos están bajo amenaza a causa del cambio climático, particularmente en áreas de latitudes altas donde las temperaturas continúan aumentando, como en el Ártico. Estos cambios ya están afectando la reproducción de hongos, sus distribuciones geográficas y actividad, con posibles efectos en cadena para nuestros ecosistemas.

“Las especies reaccionan de manera diferente al cambio climático, lo que interrumpe la delicada interacción entre ellas. Esto complica aún más la conservación. Necesitamos agregar rápidamente el cambio climático a nuestro esfuerzo de gestión del ecosistema”, dice Niklas Hagelberg, experto en cambio climático y ecosistemas de ONU Medio Ambiente.

Existe una creciente evidencia de que el cambio climático está afectando la distribución de la biodiversidad en formas que aún no son comprensibles.

“Un obstáculo para una mayor investigación de los hongos es la financiación, que se ha vuelto más restringida y dirigida, mientras que la especialización en la taxonomía de los hongos va disminuyendo”, dice Leitch. "No tenemos la imagen icónica del panda gigante. Hay hongos increíbles, pero en términos de imagen a veces es difícil venderlos. Quizás podamos hacerlo al concientizar a las personas sobre el papel potencial de los hongos para superar estos desafíos ambientales".

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